Un libro de instrucciones para cazar niños, asqueroso y sorprendente. Resulta que los pederastas también disponen de un manual, descargable vía internet, para perfeccionar su “modus operandi”.
Los guardias de la Unidad de Delitos Telemáticos de la UCO se toparon con el libro de instrucciones para depredadores, durante los registros en los domicilios de Valladolid y Madrid del último pedófilo que detuvieron. Un treintañero soltero y licenciado en telecomunicaciones que cuando vio llegar a los guardias les dio las gracias: “por fin, esto era imparable, no conseguía despegarme del ordenador, cada vez más imágenes, más violentas y más pequeños los niños…” Y por eso mismo el juez, cuando vio de qué se trataba le envió a la cárcel de cabeza. Ahí está bien, en la prisión de Soto del Real. Se cree que no llegó a dar el siguiente paso, pasando de la pedofilia a la pederastia.
Efectivamente, el sujeto había entrado en una espiral de descargarse vídeos de pederastia, de la que no podía salir. Su colección rozaba ya el millón de archivos, y la ordenaba en más de 70 DVDs catalogados por edades, violencia, zoofilia y demás titulares repugnantes. Y lo peor: un manual de 170 páginas escrito por uno de los gurús de los pederastas de todo el mundo, el norteamericano Richard C. admirado por los relatos detallados que escribió relatando sus delitos. El pederasta está en la cárcel pero su legado sigue vivo.
Se trata de un manual para cazar niños perfectamente estructurado en capítulos a cual más desquiciante. “Formas de aproximación a un niño en un parque…”, “Donde conseguir un niño…”, “Tener acceso a familias con niños…”, “Como acercarse a colegios y cuidadores…”,“A qué edad se les puede empezar a agredir…”, “Otros métodos ingeniosos…”, “Como iniciar la relación…” y aquí detenemos este listado indignante con el capítulo “La práctica paso a paso”. Vomitivo.
Afortunadamente, conteniendo la repugnancia con profesionalidad, los guardias de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil estudian hasta el último detalle el manual. Su intención es darle la vuelta al asunto y utilizar todas estas pautas escritas de los pederastas para comunicárselas a asociaciones de protección del menor, colegios y padres. Así facilitarán la detección preventiva de cualquier pederasta o pedófilo que aceche a los más desprotegidos.