La policía no baja los brazos en su empeño por encontrar a Marta del Castillo. El viernes pasado, a contrarreloj, entregó unas ampliaciones de diligencias al juez del caso que dejaban en entredicho parte de las declaraciones del nuevo imputado por la muerte de la joven sevillana. Cuando el juez lo interrogó ya sabía que podía estar mintiendo
Francisco Javier Delgado terminó su declaración ante el juez con esta contundencia "No sé conducir. Nunca he tenido carnet de conducir ni licencia para conducir ciclomotores. Nunca he conducido, puede resultar extraño, pero no sé conducir y nunca lo he hecho"
En ese momento el juez ya sabía que podía estar mintiendo porque tenía sobre su mesa la declaración de un nuevo testigo, un amigo de Marta y Miguel, que le había visto conducir y precisamente el coche (un Daewo blanco antiguo) que según Miguel utilizaron para llevar el cuerpo de Marta a la Rinconada y para transportar los sacos de cal al día siguiente y sepultarla.
Ese vehículo está a nombre de Francisco Javier, aunque supuestamente lo usa la que fue su mujer. Pues bien, el Daewoo blanco fue visto aparcado frente al escenario del crimen al día siguiente por la mañana cuando los amigos de Marta la buscaban y fueron a preguntar a Miguel.
La ex mujer de Francisco Javier ha admitido ante la policía que ha perdido de vista el segundo juego de llaves del coche y que la llave principal la guardaba siempre en el mueble de la entrada del salón. Dice que los viernes aparcaba el vehículo y no lo movía hasta el lunes y que aquel fin de semana no recuerda que lo hubiesen movido. Defiende a su ex y asegura que nunca le ha visto conducir. La policía sospecha que tras la muerte de Marta, Francisco Javier fue a por el coche. Su ex mujer aun no había llegado y Francisco Javier cogió las llaves y se marchó . Aunque ella le da coartada y dice que estuvieron juntos. Textualmente la policía dice que estas declaraciones demuestran que la nueva versión de Miguel, “al menos en gran parte, es veraz”.
Lo extraño es que el juez interrogó el martes al hermano de Carcaño sabiendo que un testigo lo había visto conducir y a pesar de eso no le preguntó si conducía. Lo hizo el abogado de la familia de Marta y Francisco Javier lo negó rotundamente. El juez no mostró extrañeza y el fiscal no abrió la boca. Todos conocían ya la ampliación del atestado policial que contiene las declaraciones policiales de los testigos, dos amigos de Marta y Miguel, el tío de Marta y la ex mujer de Francisco Javier.
A menos de unas horas de que el juez haga público un auto empujando o descartando investigar los hechos en profundidad, la familia de Marta anuncia que pedirá permiso para buscar a la joven por su cuenta. No están solos en su pelea, la policía seguirá jugando la carta de la pieza que el juez dejó abierta tras el juicio por el crimen de la sevillana. Esa pieza abierta impide que se de carpetazo al caso y faculta a la policía para emprender sin permiso alguno cualquier acción para seguir profundizando en el caso independientemente de que se archive la imputación contra el hermano de Miguel. Entre tanto los amigos de Marta vuelven a dar una lección con estas nuevas declaraciones. Ni tienen miedo, ni miran para otro lado. No quieren olvidar y colaborarán con la investigación siempre que se les requiera.