Hoy ha declarado ante el juez Andreu en la Audiencia Nacional una prima muy muy lejana del Rey imputada por blanqueo. En realidad las primas del rey son su madre y su tía, también imputadas, pero tampoco se puede decir que sean ni primas octavas de Don Juan Carlos. Descienden del matrimonio de Carlos de Borbón Dos Sicilias y María Mercedes, la hermana de Alfonso XIII, el abuelo del Rey.
María Ilia García de Saez Borbón Dos Sicilias ha reconocido que cobró al menos 150.000 euros de manos de la desmantelada red de Gao Ping. Pero se ha justificado porque asegura que el dinero era para su madre y su tía, indispuestas para declarar por achaques de la edad. También ha dicho que creía que el dinero se lo traían de su cuenta en Suiza donde tenía un millón de euros de una herencia de su madre.
El juez sabe, porque la policía grabó sus conversaciones, que la imputada cobró ese dinero en tres tandas. 20.000, 100.000 y 30.000 euros, y que la entrega se hizo en su casa, en la “zona bastarda”, como llamaban a la Moraleja los blanqueadores de Gao Ping. La Moraleja es una zona noble de Madrid donde, según el sumario, la red tenía muchos clientes.
Malka Mamán, la máxima blanqueadora de la trama, fue la interlocutora que la llamó por teléfono para decirle que ya estaban preparados “libros muy pesados”, y “claveles” que le acercaría a su casa Don Quijote. Todo era un juego de claves, lenguaje convenido para nombrar los billetes grandes y los pequeños.
Lógicamente se trataba de un trueque. Dinero por dinero. Ahora el juez investiga la procedencia del dinero que utilizó la lejana prima del Rey para pagar a Gao Ping esas cantidades. Lo que parece es que ese dinero no estaba declarado en España porque María Ilia ha declarado que se acogió a la amnistía fiscal. Y lo más escandaloso es que pagó sólo 14.000 euros. Las cuentas no nos salen porque lógicamente sólo pagó multa del 10% por la cantidad que no había prescrito. Por el resto del dinero, no declarado durante años, no ha pagado nada.
Y no es el único noble, sin títulos, o empresario de postín que además de beneficiarse de la amnistía fiscal ha sido pillado recibiendo dinero de la red de Gao Ping. Ayer lo confesaron los dos empresarios imputados que declararon. Uno de ellos, sobrino del constructor de Puerto Banús que dio su apellido al complejo deportivo. Esta semana seguirán desfilando ante el juez hasta 15 imputados. Son la primera tanda. Luego imputarán a más conocidos. La UDEF y la UDYCO de la policía llegaron a investigar a un centenar, aunque puede ser que imputen a los cincuenta que más han blanqueado. El juez quiere ir poco a poco.
Gao Ping ganaba dinero a borbotones pagando aranceles por sólo el 10% de la mercancía china que introducía en España. Acumulaba tanto dinero que buscó una forma de blanquearlo muy rentable. Los billetes sucios los compraban los ricos españoles, con cuentas opacas en Suiza y con problemas para hacerse con liquidez, A cambio transferían esas cantidades desde sus cuentas no declaradas en España a la los bancos de Gao Ping en China. Negocio redondo que durante años ha sido muy difícil de rastrear.