El pederasta de Chipiona aprovechó dos errores judiciales para violar a otro menor
Aquí vemos en plena acción Juan Manuel. Rodeado de niños hace de monitor en una celebración, una de las caras de este catequista y profesor de inglés de niños. Una imagen muy diferente a la mostrada ante la Guardia Civil cuando hace una semana lo detuvieron por violar a un niño de Chiclana cuatro veces. Entonces lloró arrepentido.
No era la primera vez que este joven músico de la coral de la iglesia agredía sexualmente a un menor. Un juez de Jerez de los Caballeros en Badajoz lo dejó en libertad sin medidas cautelares. Ocurrió hace un año cuando lo detuvieron por abusar de tres niños con los que contactó desde su ordenador en Chipiona. La única explicación obtenida del Tribunal de Justicia es que había un juez sustituto que no se atrevió a tomar medidas drásticas.
Hace un mes la Guardia Civil se topó con el pederasta de nuevo y volvió a detenerlo por intentar agredir a dos niños. Rápidamente el número de víctimas en internet de este depredador se elevó a seis. Pero ni presentando los antecedentes de Badajoz y Huelva donde uno de los tres menores llegó a ser violado, el juez de San Lucar de Barrameda lo envió a prisión.
Con su historial de reincidente pero libre, Juan Manuel siguió trabajando con menores y ni su familia con la que vivía fue capaz de alejarlo de los ordenadores. Juan Manuel aprovechó la libertad provisional para cazar otra víctima. Y a este niño de 2 años lo violó cuatro veces.
Dos jueces y dos fiscales fallaron al no encarcelarlo y al no prohibirle cautelarmente trabajar con niños, o acceder a ordenadores. Medidas que se convertirán en obligatorias cuando entre en vigor la Ley de la Infancia.