Dos ladrones torpes, un tiro en el culo y una planta de marihuana

telecinco.es 14/09/2011 17:21

"Estába con Ana, mi mujer, viendo el programa de la copla cuando escuché los ladridos de mis perros en ruidos en el huerto" . Así comienza el relato más rocambolesco que ha dado la información de sucesos de los últimos meses. Habla ángel María de 65 años, horas después de ser liberado por la Guardia Civil imputado por un delito de lesiones. Angel María sería uno más del millar de vecinos del pueblo de Chimeneas, junto a Granada, sino fuera porque la noche pasada le descerrajó un tiro de escopeta a uno de los ladrones que hurgaban en su propiedad.

El extraño intento de robo tuvo lugar al filo de las 00:00 horas y al escuchar los ruidos, Ángel María sin prisas recorrió los 20 metros que le separaban del armario donde guarda sus tres escopetas de caza con licencia. Con parsimonia rebuscó por los cajones hasta encontrar un par de cartuchos del 12. Ángel María busco la ventana de la cocina, apoyó su escopeta en la reja y apuntó hacia las tres figuras que se arremolinaban dentro del jardín, pegados a la valla. Ángel María dice que disparó dos veces al aire para asustarles y los ladrones pegaron tal salto que en su huida ni rozaron el muro de 1'70 que le separa el jardín de la calle. Luego llamó a la Guardia Civil, pero "olvidó" mencionarles un pequeño detalle: el botín que pretendían los ladrones. Mientras Ángel María relataba el suceso a los guardias de la unidad de policía judicial de Santa Fe, éstos recibieron una llamada desde el hospital de Granada. Allí, José, de treintaytantos años y un historial delictivo suficiente para empapelar una habitación entera, ingresaba con un puñado de postas incrustado en su trasero.

Los guardias detuvieron allí mismo al ladrón, y le imputaron un delito de robo a sumar a la veintena de antecedentes por robo, violencia de género y tráfico de drogas, que ya tenía el sujeto. El arrestado no quiso hablar. Sí lo hizo el segundo detenido, un tal Pablo, que acabó confesando el objeto del robo. La respuesta no podía ser más surrealista. Los ladrones fueron tiroteados por un anciano de 65 años cuando intentaban robarle la enorme planta de marihuana de su huerto. Ese era el dato que obvió mencionar Ángel María. Los guardias, de vuelta en la escena del tiroteo, lo confirmaron. Una enorme planta de marihuana, y junto a ella las marcas de los perdigones de la escopeta de Ángel María en el muro del huerto. Y como la posesión de una sóla planta de éste tipo no es ningún delito, los guardias la arrancaron y se marcharon por donde habían llegado. Su sexagenario propietario sólo responderá de un delito de lesiones porque no tuvo intención de matar a nadie.

Hoy en "Las Mañanas de Cuatro" Ángel María ha tenido la valentía de atendernos y confirmarnos toda la historia, junto a nuestra reportera Verónica Sanz. Verónica nos aclaró lo que todos nos estábamos preguntando... ¿Qué hacía el abuelo con la planta de marihuana de su huerto?. Muy fácil, nos dijo enseñando una botella de plástico de un refresco sin identificar rellena de un brebaje verdusco, hervirla y preparar un mejunje supuestamente curativo con el que masajear la maltrecha rodilla de su anciana mujer. ¿O qué se pensaban ustedes?