A pesar de su imputación hace ya cinco años, en 2012 Arturo González Panero, el ex alcalde del PP de Boadilla del Monte movió casi un millón de euros con ayuda de su ex mujer sirviéndose de sociedades pantallas y cuentas en Suiza.
Lo dice el fiscal tras recibir el informe de los investigadores y lo cuenta el juez en su último auto fechado hoy mismo. Según los investigadores de la Agencia Tributaria, han encontrado varias sociedades pantalla en Holanda que podrían haber pertenecido a Panero y permanecían invisibles para la justicia española. Esas sociedades usaron cuentas en Suiza que tampoco habían sido detectadas por los investigadores hasta la fecha. Lo más sorprendente es que de sólo de una de ellas se llegó a retirar 774.092 euros en los meses de octubre y noviembre de 2012 cuando Panero y su ex mujer Elena Villarroya ya llevaban varios años imputados en la trama Gürtel y en libertad bajo fianzas millonarias. La mayoría de los movimientos se hicieron desde empresas pantalla radicadas en Holanda y Panamá con destino a cuentas suizas a nombre de la ex mujer de Panero, según la fiscalía para vaciar las cuentas y poner el botín lejos del alcance del juez. El matrimonio, según los investigadores y la fiscalía, fingió operaciones falsas con empresas chinas emitiendo facturas sin justificación al objeto de evadir el dinero.
Ahora, el juez llama de nuevo a declarar a la ex mujer de Arturo González Panero imputada tras nuevos indicios de blanqueo y evasión fiscal que se suman a los que ya figuran en el sumario. El titular del juzgado número 5 sigue la pista del dinero a través de los movimientos que efectuaron varias sociedades como Solarus Internacional, o su filial Solarus Ibérica, ambas según los investigadores supuestamente propiedad del ex alcalde de Boadilla. La tesis de los investigadores es que Panero pudo presuntamente desviar millones de euros procedentes del saqueo de la Gürtel en el municipio madrileño. Precisamente, investigan si Panero supuestamente empleó parte de ese dinero en la compra de una vivienda en Miami que él siempre negó pero los informes policiales acaban de confirmar, y un piso en la calle Ana de Austria de Boadilla presuntamente para una funcionaria del Ayuntamiento de la misma localidad.