¿De verdad importa con quién cenaba Carlos Dívar? ("la persona con la que cenaba tenía carácter oficial y público", dijo él...) A éstas alturas de la película ya poca trascendencia tiene el presunto "carácter oficial y público" del comensal. La normativa interna del Consejo General del Poder Judicial (creada en 1996 y aprobada en el 99) le faculta a pasar los gastos sin especificar la identidad de "los visitados" ni dar explicaciones del motivo de "las visitas" si son de carácter reservado...(o "muy reservado" diríamos en éste caso). Nos quedamos con que el reconocimiento explícito de que la élite de los jueces se reúna en secreto con desconocidos por motivos que no debemos conocer el resto del mundo ya es más que suficiente para poner los pelos de punta al más bienpensante de los ciudadanos.
Pero es que además centrar el debate en la identidad del comensal, en vez de en el cómo, cuándo y dónde de los 20 viajes y las más de 40 cenas del presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, es desviar el tiro. No nos interesa con quién cena el presidente, sino el por qué disfrutó de viajes de cuatro días para citas de cuatro horas como en el caso del traslado supuestamente motivado por la imposición de una medalla en Málaga. También es un misterio el por qué Dívar se alojaba en Puerto Banús durante cuatro días para asistir a dos citas oficiales en Sevilla (a más de 200 kilómetros de distancia) de las que sólo hay constancia de una....Los ayuntamientos de Málaga o Sevilla ni confirman ni desmienten y la investigación desvela el carácter "mixto" de los viajes. En algunos casos Dívar pagaba una parte de la factura, en resto lo pagabamos los españoles. De los 20 días libres que disfrutó sólo en un año, mejor ni hablamos...
¿Y qué explicación da Carlos Dívar de éste original planteamiento para conciliar la vida privada con la sentimental? Pues que trabaja 24 horas al día, es decir, nada en concreto. Tras la rueda de prensa que ofreció a regañadientes a Dívar le llovieron las palmadas en la espalda por el gesto. La máxima autoridad de los jueces se dignaba a responder a cuatro preguntas en rueda de prensa. Inmediatamente después el Consejo General del Poder Judicial anunciaba la actualización de sus normativa interna para aumentar el control de viajes en comisión de servicios y demás...cuando sólo hace unos meses que votaron en contra de un plan similar. Todo soprendente, todo precipitado, da la impresión de que fueron a enebrar y se pincharon con la aguja en el dedo.
Los defensores de Dívar dice que es una venganza interna de los próximos a Garzón, y puede que así sea, pero será una venganza que se construye sobre la realidad, la realidad que ahora intenta corregir el Poder Judicial. Si ahora quieren corregir la normativa que rige los gastos será porque saben que la de antes no era la correcta y si Carlos Dívar no explica al detalle sus viajes y cenas será porque sospecha que su actitud tampoco lo fue.