Los investigadores de la desaparición de Diana Quer esperan conseguir destripar el contenido del móvil de la joven madrileña. Un grupo muy importante de agentes está volcado en intentar averiguar la contraseña que usaba Diana . Sin ese dato va a ser prácticamente imposible penetrar en las tripas del teléfono y averiguar el mensaje clave que podría llevar hasta el responsable de la desaparición. En esa labor de búsqueda de la contraseña juegan un papel primordial, la madre y la hermana de Diana. La Guardia Civil visitó a la madre de Diana al día siguiente de la aparición del iphone cerca del muelle de Taragoña. Tras decidir que quería vivir con su madre, Valeria regresó a su casa de Montealina, ese mismo día, y su colaboración puede ser determinante. Los agentes les pidieron entonces que rebuscaran en todas las agendas, en los cajones, donde fuera para encontrar anotaciones de Diana, incluso otros soportes electrónicos de la joven desaparecida, donde hubiera podido poner contraseñas, incluso móviles anteriores que, de no ser iphone, podrían ser hackeados para saber las claves. Tratan de saber el patrón que había puesto Diana a su nuevo teléfono, aunque la búsqueda se ha convertido en un acertijo.
La Guardia Civil sólo tiene 10 intentos. Si introduce diez veces un patrón erróneo, el teléfono se bloqueará para siempre y borrará automáticamente la información contenida en su memoria. La compañía no tiene esa información que cada usuario confecciona a su gusto. Sí tiene la fórmula secreta para quitar la acción de bloqueo que accionan todos los iphone tras 10 intentos fallidos. Es la mayor garantía de seguridad de estos teléfonos. Por eso Apple no consiente en divulgar a nadie la fórmula secreta. Ni siquiera en casos como el del atentado de San Bernardino, que dejó 16 muertos y 24 heridos. Cuando las autoridades estadounidenses intentaron que la compañía les ayudara a penetrar en el iphone del terrorista, la respuesta fue rotunda. Pretendieron que Apple anulara el bloqueo, para poder hacer lo que llaman fuerza bruta, intentar todas las combinaciones posibles sin tener el tope de 10 intentos. Ante la negativa la policía tuvo que recurrir a los hackers informáticos. Para conseguir la información se gastaron una millonada en una empresa extranjera. Esa posibilidad también la tendría la Guardia Civil pero vale muchísimo dinero y habría que recurrir a empresas extranjeras porque en España no hay ninguna capaz de hacerlo.
Durante la última semana el teléfono de Diana ha estado sometido a un proceso de secado con sílice, para quitarle la humedad. El teléfono estaba abierto porque el agua hace que se infle la batería rompiendo los resortes que fijan la tapa. Durante dos meses el agua entró en el móvil. Por eso tuvieron que hacerle el proceso de secado. Intentaban reactivarlo para no tener que sacar el chip de la memoria de la placa. Este proceso también es posible desoldando el chip para ponerlo en otro soporte y volcar la información que contiene. Pero es laborioso y primero quisieron secarlo para intentar encender el móvil. El problema es que para ambos procedimientos, encendido de móvil o volcado de la memoria en otro soporte, se necesita descifrar el contenido volcado. De haber sido otra marca de móvil, la información no habría estado cifrada, pero en los iphone se necesita el PIN del teléfono para descifrarla.
Nada de estas pesquisas tienen que ver con la tarjeta SIM, donde no está contenida la información que quiere la Guardia Civil. Lo que interesa no está guardado en la SIM. De hecho los agentes ya hicieron un copia del tarjeta para poder acceder a parte del contenido del móvil de Diana, y también a la nube, donde los iphone guardan por lo general una copia de seguridad. El problema es que las copias de seguridad se refrescan cada cierto tiempo. No son instantáneas. Por eso los últimos mensajes de WhatsApp de Diana no habrían sido guardados automáticamente en la copia de seguridad de la nube. Y son precisamente esos mensajes los que busca desesperadamente la Guardia Civil, los que sólo están en el teléfono. El hecho de que ninguna llamada les haya puesto sobre la pista de su última cita, les hace sospechar que Diana y su acompañante misterioso, pudieron contactar a través del WhatsApp.