A la cárcel por un puñado de recortes de periódico ( sobre la desaparición de María José Arcos II )
Los guardias que le detuvieron no estaban por la labor, el fiscal se oponía frontalmente a ingresar al detenido en prisión, pero el abogado de la acusación lo ha pedido y al juez Fernando Ferreiro le ha faltado tiempo para ejecutarlo. Desde hoy Ramiro Villaverde está en prisión provisional imputado por la desaparición y asesinato de María José Arcos.
Y no vamos a negar que esperábamos esa decisión del titular del juzgado número uno de Ribeira. Ya contamos cómo el juez quería detener a Ramiro ignorando las recomendaciones de los investigadores de Guardia Civil y de la fiscal. Todos pensaban que Ramiro era culpable pero no había pruebas. Sólo el magistrado decidió continuar con un plan discutible, así que hace ya unos días redactó un auto de detención explicando que había indicios de que el cuerpo de la joven estaba enterrado en alguna de las tierras que Ramiro heredó de sus padres. Sí, Ramiro tiene mucho dinero porque lo heredó, aunque algunos le acusen veladamente de enriquecerse chuleando a las mujeres...mostrando a un hombre despiadado que enamora perdidamente a las féminas para luego desplumarlas e incluso matarlas, como sería el caso de María José que antes de morir le prestó un millón de pesetas de las de 1996 y no volvió a recuperarlas.
Ramiro siempre negó que María José le hubiera prestado ese dinero, pero hace 15 años que la policía demostró lo contrario tras aportar los recibos de las transferencias del banco. No fue la única contradicción de Ramiro durante el caso. También negó haber visto a María José el día de su desaparición y la policía demostró lo contrario. Había decenas de indicios sobre su supuesta responsabilidad en el asesinato, pero ninguna prueba de peso. Lo mismo con el otro asesinato que se le atribuía, el del músico de la orquesta de TVE. Ramiro nunca fue detenido y ahora sí. El juez Ferreiro, que ordenó la detención, cree que aquellos indicios que no sirvieron hace 15 años, sirven ahora. Las contradicciones que en 1996 no sirvieron para meter a Ramiro en la cárcel, sirven ahora. Lo poco que ha cambiado desde entonces es que durante los registros de los dos últimos días en propiedades de Ramiro, se encontraron varios sprays de defensa personal, unos grilletes y un dossier de prensa sobre las desapariciones de María José Arcos y el músico Pazos. Esto último, ciertamente inquietante, aunque sin valor procesal. Entonces...¿Ramiro ha ido ahora a la cárcel por un puñado de recortes de prensa o porque los asesinatos prescriben a los veinte años y sólo queda un puñado de semanas para que prescriba el crimen del músico?.
Lo cierto es que da la impresión de que el juez ha hecho lo contrario de lo habitual ( digamos ortodoxo). Primero ha detenido al sospechoso y ahora busca las pruebas que otros jueces policías no encontraron. Pero además ha paseado a Ramiro delante de sus vecinos, de sus compañeros cámaras de telvisión, le ha llevado a la televisión donde trabaja para hurgar en su taquilla 15 años después. Y todo con la esperanza de que tanta presión y las noches de calabozo hagan mella en él. Con la esperanza de que se agote y termine por confesar lo que el juez cree que hizo.
Un buen amigo investigador nos dijo ayer que el plan del juez es retorcido y discutible pero ellos también practican esas arriesgadas detenciones cuando están seguros de que el sujeto es el malo de la película. La diferencia es que ellos lo hacen en la sombra, con discreción, sin los flashes de las cámaras. El investigador nos culpó del espectáculo que se está viendo en la televisión; Ramiro Villaverde paseado por su propiedades, por su trabajo, por su vencindario... La culpa no es nuestra ! Éste juez nos ha utilizado para presionar a su sospechoso. Y nosotros nos preguntamos si es lícito arruinar la vida de Ramiro Villaverde en pro de la investigación de la desaparición de María José. Ayer Ramiro se tapaba las esposas con su chaqueta. Su rostro estaba pagando las horas de detención y de registros interminables. El había manifestado que quería declarar el mismo dia que fue detenido mientras veía el partido de la Champions. Pero no le tomaron declaración esa noche, esperaron a que se desgastara (pura técncia policial). El problema es que Ramiro ha tenido tiempo de sobra para desgastarse y no lo ha hecho tras 15 años señalado en público como el presunto asesino de María José Arcos. En ese tiempo Ramiro ha cambiado sus declaraciones amoldándolas al desarrollo de la investigación. Hasta se ha permitido dejar sin explicación la hora que le falla de su coartada el día de la desaparición de María José, o por qué en uno de sus cuadernos figura una inmersión de buceo ese mismo día. Y todo eso sin inmutarse, sin que nadie consiga cazarlo. ¿Ha nacido el juez capaz de hacerlo o es un descomunal órdago a la grande?. ¿se ablandará o saldrá en libertad dentro de unas semanas tras recurrir con éxito la órden de prisión?
Esperemos que se trate de lo primero, que el juez metiera a Ramiro en la cárcel con fundamento. Lo esperamos así porque creemos en las reglas del juego, y sobre todo, porque no sabemos si Rosa y Manuela hermanas de María José podrán soportar una nueva decepción. Rosa lleva 15 años luchando en silencio por que se haga justicia en el caso de su hermana, sin un grito, sin una sóla estridencia. En esta historia de miserias, errores y conspiraciones, Rosa Arcos es la única que no ha vendido parte de su alma por salirse con la suya.