La caja de los truenos de este caso se abrió en diciembre cuando salió a la luz una conversación interna entre agentes de Asuntos Internos con su comisario al frente, y dos miembros del CNI tres días después de la puesta en libertad de Nicolás. En ella hablaban del caso y de cómo intervenir teléfonos del chico y el correo. Y hablaban en estos términos : "Vamos tan pronto como podamos para lavar lo que" y uno de los agentes del CNI dice : "nosotros lo que se pueda". La defensa lo interpreta como una reunión en la que pactan cómo lavar pruebas comprometedoras e incluso introducir otras fuera de plazo. ¿Quién estaba detrás de esa grabación ilegal? ¿Quién la filtró?
El juez solicitó a Asuntos Internos de la Policía que identificara a las personas que participaron en la reunión y ahora el Comisario de Asuntos Internos, destituido, entrega un informe de 20 páginas con titulares demoledores.
En la famosa reunión había cinco personas. Asuntos Internos identifica a su Comisario, Marcelino Martín Blas, el inspector del CNP que instruye, otro agente de la Unidad y los dos del CNI que participan por teléfono.
Asuntos Internos insiste en que nunca en esa conversación utilizaron la palabra “lavar” refiriéndose a hacer desaparecer pruebas vitales del caso y muy comprometedoras.
La grabación aseguran la tuvo que realizar uno de los participantes, y señalan a uno de los cinco como un “Judas”, un traidor.
La grabación no la tuvo en su poder nunca el grupo sino que les llegó a través de un medio de comunicación. Este medio les confesó que se la había entregado una persona del Ministerio del Interior.
El objeto de la maniobra contaminante es, según Asuntos Internos, provocar ruido mediático para apartarles de la investigación. Su argumento es que hizo la grabación un funcionario de la Seguridad del Estado que al detectar el plan para cometer un delito como “lavar pruebas” tenía que haber entregado la cinta al juez. Lo mismo que ellos, Asuntos Internos, hicieron cuando les llegó la grabación a través de un periodista.
El primer medio que publicó la existencia de esta grabación fue Información sensible en noviembre. Un digital cuyo propietario es según Asuntos Internos el comisario Villarejo. “ Son los primeros que lo publicaron porque lo sabían”.
La mano de Villarejo y sus amigos policías planea según el informe sobre este episodio también. Y acusa a Nicolás de intentar chantajear a Asuntos Internos. Relata que el presunto estafador se presentó en diciembre en sus dependencias. “Si no hablan conmigo os enteráis”
Ante la negativa a recibirle casualmente, dice Asuntos Internos, que la famosa grabación comprometedora se difundió en varios medios de comunicación y en todos el enfoque de la noticia era parecido. Todo eso les hace pensar que la mano que estaba detrás de la maniobra es la del pequeño Nicolás . Pero también dirige las miradas al comisario Villarejo.
El día que la policía denunció el presunto chantaje del pequeño Nicolás, comprobaron que desde un teléfono de una empresa de Villarejo recibió el joven varias llamadas y mensajes. En el informe exhiben sus pesquisas sobre la relación de Nicolás con las empresas de Villarejo como Información Sensible pero también dicen la Asociación Transparencia y Justicia que además se personó en el caso como acusación popular. En los registros de la vivienda que usaba Nicolás encontraron anotaciones que también lo acreditan.
El informe de Policía Científica sobre la famosa grabación ilegal coincide con el que hizo la defensa. Un dispositivo abierto durante esa reunión telefónica con los agentes del CNI. Creen que la grabación se hizo dejando un teléfono abierto durante la reunión. El “judas” transmitió a un segundo traidor que la grababa desde fuera. Piden una revisión de todas las llamadas que se hicieron en las inmediaciones del lugar donde se produjo la reunión, en la sede de Asuntos Internos, en ese tramo horario. Le piden al juez la información de dos antenas telefónicas.
Asunto Internos de la Policía Nacional denuncia a un traidor de su grupo y aseguran que hay un complot para apartarles del Caso Nicolás.