Si usted es de Madrid, Guadalajara, Toledo o alrededores la respuesta es fácil. La carrocería está quemada en, por ejemplo, la Cañada Real Galiana de la capital. El motor y otros componentes valiosos cruzando el Meditarráneo rumbo a Marruecos y si el vehículo sustraído contenía alguna pieza del gusto de los ladrones, ésta duerme en el rincón de una de las naves que hace unos días recibieron la visita conjunta de la Policía Nacional y Municipal de Madrid.
Las naves se reparten entre la finca número 127b de la Cañana Real Galiana y su hermana gemela del otro lado de la calle. Son dos parcelas de gran tamaño, fortificadas con muros de bloques de cemento y cancelas de hierro oxidado. En su interior viven y trabajan los miembros de la banda más especializada y activa en el robo de coches "a la carta". Y con ellos pasó largas temporadas escondido de la Justicia el famoso delincuente juvenil "El Rafita" asesino de Sandra Palo, por algo son familia, pero esa es otra historia. Lo que ahora preocupaba a los policías municipales del operativo grupo de Rutas de Madrid, era terminar con el secular negocio de ésta banda. El de robar y despiezar coches para su venta según el modelo que se les encargaba. Los Rutas, junto a sus compañeros de la comisaría de Vallecas Villa del Cuerpo Nacional de Policía controlaban los pasos de la banda desde hacía diez meses. En ese periodo la banda había robado centenares de coches pero al juez le parecían pocas las pruebas que le aportaban los investigadores y se resistía a ordenar su detención. Así fue cómo los policías decidieron jugársela y una noche de poca visibilidad instalaron varias cámaras de vídeo frente a la puerta de los ladrones. Cuando los policías le llevaron las grabaciones a su señoría éste no tuvo más remedio que desencadenar "la operación ceniza". Cuando nosotros las vimos en "Las Mañanas de Cuatro" no tuvimos más remedio que emitirlas. Lo que vimos fue como una banda de ladrones perfectamente organizada entraba con furgonetas y coches robados dentro de las naves-taller que albergaban las fincas, como varios de los delincuentes se abalanzaban como lobos sobre los vehículos desguazándolos en el tiempo récord de 60 minutos, y como pasado ese tiempo sacaban el esqueleto agonizante de los coches lanzándolos pendiente abajo antes de quemarlos para borrar todas las huellas. Los tiraban en la puerta de sus fincas, con total impunidad. En una ocasión, hasta 15 vehículos en un sólo día.
Por eso se llamó "operación ceniza" ( por los coches quemados) al operativo que los sorprendió en plena faena. Todavía no habían terminado de desguazar los dos últimos coches robados. No fue fácil. Los policías tuvieron que correr tras los doce detenidos esquivando todos los motores, radiadores, puertas, tubos de escape, que alfombraban las naves. Se resistieron, incluso algunos consiguieron huir. Ya en comisaría con el cabecilla, de 60 años, y sus once compinches todos de la misma familia, los policías consiguieron esclarecer pieza a pieza el robo de 215 turismos y furgonetas durante los últimos meses. Los investigadores creen que de esta forma la banda "facturó" más de 200.000 euros en piezas a los numerosos compradores que frecuentaron las fincas en los últimos meses. Se lucraron vendiendo piezas al 30% de su valor de mercado. Ahora probablemente la mayoría de la banda quedará en libertad con cargos, así que ya sólo queda desearle al lector que si le roban el coche no se lo trague la Cañanada Real Galiana, el agujero negro que se cada año engulle más del 50% de los coches robados en el centro peninsular. El Seat León, por cierto, uno de los modelos más solicitados por ésta banda de ladrones.