“…Que cuando salía del rey 2000 a las 6 de la mañana en el aparcamiento del prostíbulo le agreden 4 personas y le roban la cartera, el teléfono móvil y las llaves del coche, un audi a3…” Así arranca el relato de J.J., a los guardias civiles que acudieron a la llamada de los empleados de la gasolinera de Castillejas de la Cuesta. Sólo hacía unos minutos que ésta persona llegó a la gasolinera, a pie y magullado, relatando que había sido víctima de un robo con violencia.
Los guardias que acudieron a la llamada de auxilio se trasladaron de inmediato al prostíbulo Rey 2000 y se entrevistaron con el personal. No albergaban duda alguna, entre el grupo de agresores creyeron ver a José Fernando, el hijo del diestro Ortega Cano. El día siguiente J.J. acudió a denunciar los hechos al puesto de la guardia civil. La víctima presentaba golpes en el cuello y una herida leve en la mano, y añadía un segundo móvil al listado de efectos robados. Lo peor estaba por llegar, cuando fue a recoger su coche al aparcamiento del prostíbulo el vehículo no estaba.
Tras iniciar las diligencias y sólo 11 días después, el hijo de Ortega Cano recibió una llamada desde la comandancia de la guardia civil en Sevilla. Los guardias le llamaban para declarar, horas después quedó detenido junto a otros dos de los presuntos ladrones. Una disputa en el interior del prostíbulo desencadenó el asalto. Y el coche lo encontraron en Almadén, volcado y quemado en su totalidad
No es el único hecho delictivo que figura en el expediente de José Fernando. Robos de teléfonos móviles, consumo de estupefacientes…Hoy, espera en el calabozo que los guardias finalicen las diligencias para pasarle a disposición del juzgado de guardia de Sevilla. Les imputan cuatro delitos, desde robo con violencia y otro de vehículo a motor, hasta daños en las cosas.