Si "Pasos largos" era el "último bandolero", tenía que ser la Guardia Civil la que le echara el guante ! Fue una batida en toda regla, 70 guardias, perros, visores nocturnos...Podría parecer un nuevo "lute" acosado por la sombra del capote y el tricornio, pero el delincuente nunca fue un objetivo prioritario de los guardias. Es cierto que se les escapó en dos ocasiones, la última cuando bajó del monte para ver a su madre enferma. Lo que ocurrió es que, con el tiempo "Pasos largos" se había convertido en un peligro público, los guardias decidieron solventar el problema y él mismo se encargó de demostrarlo hasta el final.
Los guardias de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Cádiz y el puesto de El Bosque le sorprendieron de noche, desnudo, en su refugio de la espesura de la sierra Margarita de Cádiz. Sus perros de presa le alertaron de la encerrona y así consiguió romper el cerco internándose en el bosque hasta que los visores nocturnos le descubrieron. "Pasos largos" reaccionó arrojándose sobre su carabina y montando el arma pero dos guardias civiles del GRS se le echaron encima. El bandolero se arrojó por un barranco arrastrando a los dos guardias en la caída, pero no pudo escapar. Así terminan siete años a salto de mata, siete años de atracos ( el último el pasado enero, en una gasolinera y a tiro limpio ), de asaltos a senderistas, de agresiones a guardias de Medio Ambiente, de robos de ganado y hurtos en los pueblos de la zona.
Una cueva y un techo de lona verde formaban el núcleo central de su campamento entre las comarcas de Ponton y El Bosque. Allí, muy cerca de la casa que alojaba un transformador, vivía junto a los animales que había robado de rebaños ajenos. Armas de fuego, machetes, hachas, hornillos, una canalización de agua y hasta una pequeña plantación de marihuana de 23 ejemplares componían el resto del cuadro. La sorpresa estaba dentro de la cueva, la pareja sentimental del bandolero, una menor de 14 años que ya ha sido devuelta a sus familiares. Familiares no muy lejanos del bandolero, por cierto. A otros familiares del bandido los investiga la Guardia Civil, sospechosos de entregar víveres al huído en lugares que previamente marcaba y donde a cambio dejaba pequeñas cantidades de dinero.
Así acaban los dias de libertad de lo que algunos románticos han llamado "el último bandolero", y otros preferimos llamar presunto atracador. "Pasos largos" resultó ser Antonio, un hombre moreno, barbado, de 4o años, con un busca y captura de un juzgado de Oviedo. Tenía atemorizados a los vecinos de la sierra y había quien le adjudicaba ya un papel de leyenda. Sin embargo su final no ha sido nada literario, su último destino antes de la cárcel ha sido el centro de salud donde se le sometió a un examen siquiátrico de urgencia a petición de los asombrados guardias que le arrestaron. Se sospecha que los años de soledad han hecho mella en el delincuente montaraz hasta el punto de convertirle en un personaje extremadamente violento que sólo atendía la llamada de la naturaleza. De "su naturaleza", claro. Ahora tendrá que bregar con otra soledad, la que le espera detrás de los barrotes donde ya le ha enviado el juez de forma provisonal.
Por cierto, que sepamos "Pasos largos" jamás compartió su botín con los pobres.