Emoción infinita. Eso es lo que siento al volver a enfundarme la gorra de El Superviviente 19 para contar desde Honduras, en calidad de guionista de la nueva edición de Supervivientes, cómo vivimos el equipo nuestra particular aventura. Los que leísteis este blog en las ediciones de 2010 y 2011 sabéis lo mucho que disfruto la experiencia que supone trabajar en este programa único y, junto a mí, pudisteis ver algo que no sale nunca por la tele: cómo vivimos la aventura quienes formamos parte del increíble y numeroso equipo humano que hacemos posible esta superproducción. Cómo vivimos nosotros este asombroso viaje. Nuestro reality show paralelo. Nosotros no nominamos, no nos sometemos al voto de la audiencia ni tenemos que superar pruebas para conseguir alimento, pero también estamos a 10.000 km de casa, convivimos día a día con compañeros que acabamos de conocer y nos enfrentamos al calor, las lluvias y los mosquitos para sacar adelante el trabajo. Vamos, que sólo nos falta hacer un fuego con dos palos en la sala de edición y establecer turnos para cuidarlo.
De verdad, qué alegría. A aquellos que volvéis al blog tras este parón de cuatro años os mando un saludo afectuoso de reencuentro y, a los que lo leáis por primera vez, os doy la más cálida bienvenida. Aprovecho además para presentaros una importante novedad este año. No estoy sólo. El Superviviente 19 se hace más grande para incluir la mirada de otro miembro del equipo, al que bautizamos desde ya como El Superviviente 20. Con rima y todo. Él es Carlos Otero, trabaja como redactor en el programa y, por tanto, forma parte del equipo que se desplaza diariamente a los cayos para grabar a pie de playa el día a día de los concursantes. Sin duda, un gran fichaje para este blog. Los dos publicaremos posts de manera alterna ofreciendo una visión aún más global del impresionante trabajo que conlleva cada nueva edición de Supervivientes.
Trabajando en televisión, ambos somos defensores de que una imagen vale más que mil palabras, así que el otro día, entre el montón de reuniones de guión, redacción y producción que copan actualmente nuestras jornadas, encontramos un hueco libre para tratar de hacernos la que sería nuestra foto de presentación. Igual que los concursantes tienen su foto oficial en concurso (esa imagen que utilizamos, por ejemplo, cada vez que nominan), nosotros necesitábamos también una foto oficial para poner rostro al blog. Y allá que nos fuimos, correctamente uniformados con las camisetas con el logo de Supervivientes, en busca de un fondo perfecto frente al que posar. Armados con ese objeto de la vida moderna llamado palo selfie, probamos a hacernos fotos en el muelle, en la playa, frente a los monitores de edición y hasta en la barca Sangre Garífuna, que los seguidores más acérrimos del programa recordarán por ser la que tantas veces trasladó a los concursantes en la pasada edición. Tras muchas pruebas acabamos optando por un clásico infalible: las palmeras. ¿Existe algo más tropical que un montón de hojas de palmera ondeando al viento? ¿Acaso existe árbol más caribeño? Por supuesto que no. Y, por eso, tras mucho dilucidar, fue ésta nuestra foto elegida. A la izquierda, el Superviviente 20. A la derecha, vuestro Superviviente 19 de toda la vida:
No sé si me ve en la cara, pero estoy increíblemente emocionado de saber que tenemos por delante tres meses de blog y una nueva edición, enterita, del mejor programa de la televisión. ¡Ni os imagináis la que estamos preparando para Supervivientes 2015!