Cinco lugares fundamentales de nuestra rutina
Trabajar en Supervivientes debe de ser uno de los trabajos menos rutinarios que existen, la jornada siempre llena de un montón de giros imprevistos. Pero hay cinco lugares por los que yo, y casi todos mis compañeros, pasamos a diario. Estos son:
La redacción:
La productora ha reconvertido un pasillo del hotel donde nos alojamos en cuartel general de trabajo, de tal forma que varias habitaciones contiguas alojan la oficina de producción, varias salas de edición, el despacho de dirección y, cómo no, también la redacción. Se trata de un lugar fundamental para que el programa salga tan bien como sale, porque es aquí donde, diariamente a las 19.00h, se repasa minuto a minuto todo lo acontecido en la vida de los supervivientes:
Aquí es donde los redactores, recién llegados de los cayos, nos cuentan a los guionistas que Lucía se ha puesto muy contenta al pescar su primer pez o que Nacho y Fortu han cazado tres rayas. Tras la reunión, una vez que tenemos toda la información de lo ocurrido y grabado, cambiamos de habitación para ponernos manos a la obra y editar horas y horas de material para convertirlo en el trepidante resumen diario de 40 minutos que podéis ver en Divinity o en los impactantes vídeos de las galas de jueves y domingos.
El comedor:
Puede que la reunión oficial de contenido tenga lugar en la redacción, pero si existe un lugar donde la información vuela de unos a otros con la misma velocidad con la que se les consume el fuego a los supervivientes durante la noche, ése es el comedor.
Teniendo en cuenta que el equipo desayunamos, comemos y cenamos juntos, es prácticamente imposible desconectar realmente el programa: durante cualquier comida, la mesa que compartes con guionistas, cámaras o redactores se convierte espontáneamente en una reunión de contenido para comentar las últimas novedades.
Incluso cuando tratamos de dejar a un lado nuestra responsabilidad laboral, podemos enzarzarnos fácilmente, ya en calidad de espectadores del programa, en un enfurecido debate donde cada uno defiende el comportamiento de su participante favorito.
La piscina:
Es probablemente el lugar de ocio favorito para todos los miembros del equipo. Si quieres encontrar a alguien en su día libre lo más inteligente es ir a buscarlo a la piscina. Allí, entre conversaciones sobre cremas solares, competiciones por ver qué after sun huele mejor o dramas variados originados por la caída de algún teléfono al agua, tampoco nos olvidamos del programa para el que trabajamos.
De hecho, el otro día, se me ocurrió proponer un duelo de apnea a un editor. Los que veían la edición anterior del programa recordarán que la prueba de apnea era la manera de seleccionar al líder de la semana, una prueba que se le daba especialmente bien a Abraham.
Emulándolo a él, y pensando que no sería tan difícil aguantar bajo el agua el máximo tiempo posible, reté confiado a un editor a uno de estos duelos subacuáticos. En mi defensa diré que los dos aguantamos bastante, pero al final fue él quien se llevó el collar de líder.
La sala de edición:
Al terminar la reunión de redacción, los guionistas nos vamos de una habitación de hotel a otra. Concretamente de la 274 a la 270. Allí, acompañados de un editor, seleccionamos los momentos más tensos de una discusión, los más divertidos de una excursión, buscamos el plano más bonito del atardecer de ese día, elegimos qué imagen de un cangrejito, palmera o pelícano utilizar, ponemos músicas, cortamos, pegamos, editamos… En definitiva: ahí creamos lo que se ve por la tele.
Este teclado tan exótico lleno de colores es toda una varita mágica en manos de un buen editor. Gracias a esas teclas, una sesión de varias horas de pesca acaba convertida en una rápida sucesión de capturas al son de una música épica. En otras palabras: ese teclado sirve para quitar todas las partes menos interesantes de un día y dejar sólo lo mejorcito.
El bar:
Nuestro after work particular, es el lugar de cita obligada cuando acaba la jornada (aunque hay muchos que empiezan la jornada precisamente a esas horas). Desde el atardecer a la medianoche, este lugar se convierte en nuestro Cheers, nuestro Bar Reinols, nuestra taberna de Moe. Todo el equipo se refiere a él como El Ron Center, pero aún hoy no sé si es un nombre que inventó el equipo en algún momento o es el nombre oficial del lugar. Prometo investigar.