Tras dos meses en Honduras el equipo de ‘Supervivientes’ comenzamos a extrañar con ansia productos gastronómicos propios de nuestra tierra. Ya no solo la tortilla de nuestras madres o el arroz de nuestros maridos (el mío, Jesús, hace uno para chuparse los dedos) sino también esas tapitas de jamón, esos pica-pica con choricito y cerveza o un buen queso que degustar en buena tertulia. La melancolía me ha llevado ha organizar tristes aperitivos consistentes en queso industrial de lonchas, jamón de york y pan de molde. No sé si resulta más insípido que deprimente o a la inversa.
Sin embargo el otro día María, compañera y amiga redactora, me dio la mejor noticia que he recibido a este lado del Atlántico: Sus padres le habían enviado una selección de productos ibéricos a cada cual más sabroso. Jamón, queso, chorizo… ¡¡Toda una bacanal de sabores ‘made in Spain’ patrocinado por Carnicerías Guillermo!
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Este envío divino merecía una celebración por todo lo alto (la verdad es que aquí montamos un sarao con cualquier excusa) así que María decidió organizar un picoteo ‘made in Spain’ que resultó memorable. ¡Qué chute de energía a través de productos ibéricos!
Para complementar la celebración decidí ponerme a los fogones y hacer una de mis famosas y exclusivas tortillas de patata –me salen muy buenas pero creo que la última vez que hice una fue en ‘Supervivientes 2009’- y acompañarla de una lista de reproducción de hits cien por cien castizos: Isabel Pantoja (madre), Azúcar Moreno y ‘El Toro enamorado de la Luna’
Después de este chute de chorizo, queso, lomo y jamoncito he encontrado fuerza suficiente para aguantar la segunda mitad de programa. La playa está que arde y, por experiencia, sé que ahora empieza la parte más divertida del concurso. ¡Permanezcan atentos a sus pantallas! ¡Y a sus Pantojas!