El equipo de grabación de ‘Supervivientes’ padecemos las tormentas tropicales de la climatología hondureña casi con tanta virulencia como los concursantes. No os podéis imaginar qué difícil resulta trabajar bajo los chaparrones que caen en estas latitudes. El paraíso de los Cayos Cochinos se puede transformar en cuestión de segundos en un auténtico infierno.
Las incomodidades suelen comenzar en la barca que nos lleva del hotel hasta las playas del concurso. Lo que un día relaté como un hermoso paseo por la bahía se convierte en una odisea marítima del estilo de la película ‘La Tormenta Perfecta’: incesantes trombas de agua caen sobre nuestras cabezas empapándonos de arriba abajo durante los 40 minutos de chubascosa travesía. Llegamos a la playa calados hasta los huesos… ¡y aún no ha empezado la jornada laboral!
Después toca la crudeza de grabar bajo esa lluvia cómo viven nuestros robinsones las inclemencias del tiempo. Ya ha contado Paul que recibe partes cuarteados e imágenes mojadas. Y es que, mientras los concursantes capean el diluvio bajo la cabaña, el equipo graba a pleno aguacero sus conversaciones y sensaciones. Dicen que sarna con gusto no pica y, como tenemos el espíritu de la aventura dentro, preferimos estos engorros antes que una oficina confortabilísima con vistas a la gran ciudad.
Los chubascos caribeños descargan toda su furia durante unas cuantas horas y luego dan paso al buen tiempo que asociamos a estas tierras y sale un mariquitísimo arco iris como éste que he robado del Instagram de mi compañero Jordi, cámara de ‘Supervivientes’ desde hace varias ediciones. Los miembros más alegres del equipo no podemos evitar cantar eso de ‘Over the Rainbow’ cada vez que aparece en el horizonte de los cayos. Eso sí, yo lo hago en la versión de Kylie Minogue que para eso es mi amiga personal.