Aventuras durante la grabación de la gala más vista (2ª parte)
Después de haber probado el juego de recompensa, aún con el bañador mojado y la satisfacción de haber ganado unas hipotéticas gafas de bucear, editora, guionista y presentadora nos dejamos caer por la grabación de la entradilla. De camino hacia allá nos topamos con una visión inesperada: la de una improvisada floristería en medio del cayo. Sobre una mesa, decenas de rosas rojas contrastaban con la flora del lugar. Ya se sabe: la palmera de turno y las parras esas de cuyo fruto toma su nombre Playa Uva. ¿Qué hacían esas rosas ahí? Pues muy sencillo: esperar a ser convertidas en un precioso ramo por la responsable de atrezzo, que ultimaba los detalles de esa ofrenda floral que Amador Mohedano entregó a Rosa Benito ante millones, muchos millones, de españoles:
Pero no adelantemos acontecimientos. Que de momento íbamos caminando en bañador hacia el set donde se grabó la entradilla. El equipo que graba las entradillas para los resúmenes diarios consta de un cámara, un realizador, un iluminador, un subdirector, una estilista y una maquilladora. Y una presentadora, claro.
Además, existe un octavo pilar fundamental, aunque nunca está presente en la grabación. El octavo pasajero de las entradillas. El alien de las introducciones. De profesión, guionista. Entre nuestras labores, aparte de seguir todo lo que ocurre en la isla para después seleccionar y montar las tramas más importantes, los cuatro guionistas incorporamos la de escribir las entradillas de la presentadora, uno cada día. Por tanto, de cada cuatro entradillas, una es cosa mía. Una pena que justo ese día que asistí a la grabación no hubiera escrito yo el texto que recitó Raquel. Hubiera sido el pack completo.
La grabación transcurrió bastante rápida: unos cuantos ensayos, otro par de repeticiones a cámara, grabación de la primera buena, y grabación de la segunda buena. Que el sol pega, las pieles se queman y había que tenerlo todo listo antes de las dos de la tarde. Aun cuando una de las entradillas queda perfecta, suele grabarse otra extra por lo que pueda ocurrir. Como cuando en las fotos de grupo de tu cumpleaños disparas tres veces por si alguien sale con los ojos cerrados. En nuestro caso, los ojos cerrados equivaldrían a desenfoques casi imperceptibles o indiscretas botellas de agua que aparecen en una esquina del plano y que sólo se descubren durante la digitalización.
Aquel día el contenido de la entradilla versaba principalmente sobre la gala que tendría lugar a continuación. ¿Cuál de los nominados sería el expulsado? ¿Quién se alzaría finalmente como líder en el jardín de fuego? Hay que tener en cuenta que esa era la entradilla para el resumen del viernes, el cual dedica gran parte de su contenido a condensar la gala del día anterior. Si es que lo tenemos todo pensadísimo.
Terminada la grabación, Raquel quiso capturar imágenes divertidas el equipo presente. Así que cada uno utilizó sus armas para posar frente a su objetivo: el cámara hizo un gesto desenfadado con la ídem, el iluminador hizo lo propio con su reflector, etc... Yo lo más divertido que hice fue ponerme la gorra. A mí es que me dicen que haga algo divertido y me quedo helado como un ciervo delante de los faros de un coche. Más ocurrente fue la editora, que salió disparada hacia el muelle para lanzarse al agua con una pirueta. Tomo nota para futuras ocasiones.
Tras el número de feria, tocaba la reunión de contenidos de por la mañana. A la que asisto diariamente en el hotel a mediodía. Ese jueves no fue una excepción, porque no podemos perder el hilo de lo que pasa en la isla ni un solo día. Y los jueves suelen ser mañanas llenas de contenido, nerviositos como están los concursantes con la gala. En esta ocasión, realicé la conexión desde el otro lado, y vi a mis compañeros guionistas a través de los monitores del control de realización:
Siguiente parada: la lectura de escaleta. La escaleta es el documento que se utiliza en televisión para listar, uno tras otro, todos los contenidos de un programa. Desde “Jorge Javier saluda a los concursantes” hasta “Jorge Javier se despide de Raquel”. Cada nuevo contenido va numerado y cronometrado. De tal forma que el punto 47 de escaleta es un bloque de publicidad que dura 9 minutos y 39 segundos. La escaleta se lee del tirón en una reunión multitudinaria del equipo del directo para que todo el mundo tenga claro qué va a ocurrir y cuándo va a ocurrir.
Aburridas cosas técnicas. Lo realmente molón del asunto fue el lugar en el que se procedió a dicha lectura. La palapa. Ese lugar en el que tantas veces Tony ha insultado a Tatiana. El punto geográfico exacto en el que Emma, Jacobo, Carol, Montalvo y los demás han recibido la noticia de su expulsión del programa.
Entrar en tan sagrado lugar requería de mostrar un respeto hacia la santa imagen de la S y la V. Así que consideré oportuno ponerme la camiseta de una vez. Camiseta que, en día de gala, no podía ser otra: la oficial del programa. Las antorchas y demás parafernalia del directo aún no estaban encendidas, pero el lugar impone lo mismito. ¡Que es la palapa de los supervivientes! ¡De Supervivientes 2011! Sentados en los mismos bancos desde los que los concursantes conectan con Jorge Javier Vázquez, un nutrido grupo de gente del equipo asistimos a la lectura pública de la escaleta. El Pregón de las Fiestas de Cayo Menor. Así la seguía el cámara sentado a mi lado:
Una de las integrantes del equipo de Realización fue la encargada de leer, punto por punto, todo lo que iba a pasar en el programa. Todo lo que entra dentro de lo organizable y previsto, claro. ¿Que luego en el plató se monta el pitote de aúpa que se montó? Pues adiós previsión. Y si Aída luego decide salir corriendo por la selva huyendo de las cámaras, no hay escaleta que valga. Imprevistos del calibre de lo ocurrido el pasado jueves hacen que se tambalee toda la estructura de un programa.
Finalizada la lectura de escaleta (que fue algo así como ver el programa antes de que ocurriera), quedaba ya muy poco tiempo para que la regidora enloqueciera entre la selva mandándonos a todos a nuestros puestos. Bueno, a sus puestos quienes trabajaran. La editora y yo nos dirigimos a la palapa, nos sentamos tras las cámaras, pusimos el gesto serio de rigor para marcar distancia con los concursantes que entrarían de un momento a otro... y esperamos a que comenzara el programa. Cinco, cuatro, tres, dos, uno...
Continuará...
¿Está muy lejos de la palapa la playa donde Amador besó a Rosa? ¿De qué manera se enteró El Superviviente 19 de lo que ocurría con Aída en plató? ¿Cómo se evita que el resto de concursantes escuchen las llamadas telefónicas de los familiares? ¡Descúbrelo todo en la próxima entrada de El Superviviente 19!