Casi todo lo previsto ha sido superado
Mongolia es el futuro. De momento es sólo naturaleza virgen respetada por sus poquísimos habitantes y sus 42 millones de cabezas de ganado.
Willy Mulonia está siendo capaz de demostrar que, incluso en las circunstancias más extremas, puede hacer felices a sus atletas.
Cuando la carrera arranca, no falla nadie, ni los que no saben ya qué hacer para parar sus intestinos desbocados.
Algunos ciclistas atraviesan las montañas y las estepas buscando dentro de sí mismos su límite, el que no están seguros de poder alcanzar. Otros quieren ganar, son profesionales del mountain bike y se han entrenado todo el año para dominar cualquier terreno, cualquier kilómetro. No se conceden la menor debilidad. Duermen junto a sus bicicletas y las cuidan como si fueran colegas.
Hemos pasado mucho frio. Nunca te espera un lugar caliente cuando vuelves agotado; el agua fría es un regalo en medio de la nada. ERICAGOZALO tiene tanta razón: el agua caliente ¡es un sueño!
Yo que desde hace meses no tomo lácteos, no sobreviviría entre los mongoles: toda su alimentación gira en torno a la leche.
Las mujeres, de nuevo el centro de las familias, son las responsables de que la vida sea posible. Las mujeres, de todas las edades, en todas las condiciones, hacen posible que esas familias sigan adelante.
Los atletas comen menos de lo que querrían, duermen mucho menos de lo que necesitan, gozan y se agotan aprendiendo cada hora algo nuevo de ellos mismos.
En la Mongolia bike challenge participa un grupo numeroso de españoles que pueden darnos alegrías. Pau Zamora ya ha ganado una etapa. Antonio Ortiz ha subido al podio. Emociona verlos, compartir con ellos cualquier momento estos días. Cuando la situación se convirtió en excesiva para mí, los brazos de Pau me dieron el calor que mi cuerpo había perdido. No nos habíamos visto jamás, pero esta aventura nos unirá a todos para siempre.
Se agota mi batería. Mañana más, lo siento!!!