Pasan los días como si nada hubiera ocurrido. Pasan y pasan sin pararse ni un segundo como si mi vida fuera la misma que el 28 de Febrero. Pasan y la llenan de palabras que ya no se pueden medir porque se salen de lo humanamente posible. Pasan y siguen regalándome ríos de cariño que ni estando toda la vida esforzándome sin desfallecer, podría agradecer con la justicia que merecen. Pasa la vida y hoy es el primer instante que puedo ponerme a pedirle a mi padre que deje paso a otros, que por mucha corona que lleve, aunque sea de papel dorado, tiene que permitirme que mire hacia adelante y siguiendo sus propias palabras, pregunte: “en qué puedo ayudar”.
Hoy es Viernes, 9 de Marzo ya, todavía no hace 10 días pero esto no se puede detener. Hoy os escribo desde el AVE que me lleva a Málaga. El otro día lo hice desde el avión que me llevaba a una muerte; hoy lo que me espera es vida a borbotones.
Todos conocéis a Sue44, nuestra Sue, nuestra bolera por excelencia. El alma de este lugar que nos ayuda y nos hace compartir la vida. Llevamos cuatro años leyéndonos y , a éstas alturas, nos conocemos suficiente para que entendáis que si Sue me pide algo, yo no pregunte casi ni de qué se trata. Ella quiso posponerlo, pero no contaba con que yo estaba deseando que, por fin, llegara el momento que hemos preparado durante meses: voy a conocer a sus pacientes, a sus compañeros, a sus monjitas, a sus médicos, a su hermana Rafi, a su Juan, a quien ella quiera. Voy a empaparme de un trabajo que merece el respeto de todos los que se acercan a él.
Las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, es una orden religiosa antigua y muy seria. Su creador, Benito Menni, fue un seguidor del Jesús de Nazaret que tantos millones de personas tienen como guía en sus vidas. Era italiano, de Milán, el 5º hijo de una familia de 15 hermanos. Si os interesan los detalles podéis entrar en su web www.hermanashospitalarias.org pero en resumen lo que este hombre hizo fue ayudar a quienes lo necesitaban siguiendo este párrafo del Evangelio de Lucas:
"Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y le asaltaron unos bandidos. (…) un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión, y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino, y montándole sobre su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él."
Nuestra bolera Sue44 es trabajadora social en ese centro y con sus explicaciones, sin hacer jamás proselitismo, ha conseguido hacer crecer mi curiosidad y desear recoger su invitación para ir a conocer “en directo” el trabajo que hacen en Málaga. Cuando vuelva y sepa con precisión de qué estamos hablando, os contaré más; hoy sólo os digo que sus pacientes son personas que nadie quiere o se atreve a tratar; ancianos, personas solas, generalmente enfermos de algún mal mental: alzheimer o cualquier otra enfermedad que sabemos en aumento; jóvenes enfermos en el alma y sin cobijo; todos aquellos que necesitan un hogar donde se les trate con dignidad y se les ofrezca una vida mejor.
Me cuenta Amparo Mendo, mi colaboradora, mi mano derecha e izquierda, mi jefa de prensa, que lleva allí desde ayer que: “aquí hacen honor a su nombre (hospitalarias) y este lugar, por encima e todo, es un hogar para pacientes, trabajadores del centro y hasta sus familias. Nuestra Sue lleva el departamento de Voluntariado donde se apunta hasta el apuntador. Qué importante es no solo el cuidado médico sino el emocional...”
A modo de aperitivo os copio algo que Sue me mandó tras la emisión de alguno de los programas de Diario de... donde denunciábamos el trato inhumano que algunas residencias de ancianos daban a sus pacientes. Ella solía decirme que la indignación le nublaba la vista, pero que cuando por la mañana entraba en su despacho y leía lo que vais a leer vosotros ahora, se sentía de nuevo convencida de que las cosas se pueden y se deben hacer bien.
Ésto es lo que te dije ayer que preside mi despacho desde hace años, hay muchas versiones, a mí me gusta ésta.
Fundamental leer todos los días para trabajar con éstas personas:
* Recuerda que soy la víctima indefensa de una enfermedad orgánica que está fuera de mi control. SÉ PACIENTE CONMIGO
* Aún cuando no siempre te pueda contestar, puedo escuchar tu voz y a veces entiendo tus palabras. HÁBLAME
*Cada día de mi vida es una larga y desesperada batalla. Tu ternura puede ser el evento más especial de mi vida. SÉ TIERNO CONMIGO,CONSIDERA MIS SENTIMIENTOS, porque aún están vivos dentro de mí
*Al igual que con gusto te hubiera tratado a ti, si hubieses sido tú el enfermo, TRÁTAME CON DIGNIDAD Y RESPETO
*Yo fui antes una persona sana, vibrante, llena de vida, amor y risa, con habilidades e inteligencia. RECUERDA MI PASADO
*Aunque a ti te parezca oscuro, siempre estoy lleno de esperanza del mañana. RECUERDA MI FUTURO
*Soy una persona miedosa, soy esposo, esposa, madre, hermano, hermana, amigo, querido, cariñoso, que extraña mucho su hogar y su familia...RECUERDA MI PRESENTE
*Soy una persona que languidece en la penumbra, que se mece entre el tiempo y la eternidad, TU PRESENCIA PUEDE HACER MÁS POR MÍ QUE TU COMPASIÓN, ACOMPÁÑAME.
*Los regalos de amor que me prodigues serán una bendición con la cual llenaremos de sentido nuestras vidas...QUIÉREME.
Poco puedo añadir a esta joya. Espero no defraudar sus ilusiones y ser capaz de trasladaros lo que allí me enseñen.
La fotografía es un regalo de una prima hermana que quiero, Agueda Milá, tan aficionada como Sue y como yo a éstas emociones fotográficas que los animales nos regalan. No creo que haya mejor imagen para acercarme a ese lugar donde saben como cobijar a los débiles.
Vuelvo a repetir, no me cansaré de hacerlo, gracias desde lo más profundo, por cada una de vuestras palabras de consuelo.