Anoche se estrenó en un cine de verano de Madrid la primera película que ha dirigido un actor querido por los que lo vemos y los que lo conocen. Paco León es nuestro genial Luisma en “Aída”; ese personaje que retrata a la perfección a miles de chicos como él. Yo adoro a Luisma. Cuando le conocí pasé a adorar también a Paco León. Anoche, Paco, empezaba un camino nuevo en su vida y mucha gente de los que le queremos quisimos acompañarle.
Fue en un cine de verano, bajo las estrellas, en pleno centro de Madrid. “Carmina o revienta” es su primera película como director y con ella ha querido inaugurar una nueva manera de ver el cine. El experimento es arriesgado y Paco se la juega económicamente, todos los que anoche acudimos a “La Bombilla”, lo sabemos a la perfección. Esta es una película que ha sido posible ver antes por Internet que por ninguna otra plataforma o lugar. Pagando muy poco dinero más de 7.000 personas ya la conocían antes de su estreno; ya la habían visto y disfrutado, nos lo dijo el propio Paco antes de empezar la proyección.
Podéis ver fotos de muchos de los que asistieron anoche a este estreno especial si os metéis en la web de Telecinco. Así os sentiréis uno más de este grupo de gente que sabe que están viviendo otra manera de hacer cine, otra forma de producir películas. Es sabido que una crisis tan profunda como la que vivimos agudiza los sentidos y el ingenio: eso es lo que ha hecho Paco León y, de momento, anda dando palmas de alegría.
A mí me ocurrió lo siguiente: vi la película hasta la mitad en el cine, el fresco de la noche y unas décimas de fiebre , me obligaron a abandonarla en plenas risas y admiración. Nada grave: hoy, ya en casa, he pagado 2,46 euros poniendo un sms, y la he terminado de ver en MiTele. Magia total. Así sí, así si vamos a hincharnos a ver cine y a pagarlo. Así sí se lucha contra la piratería. Ojalá seamos lo suficientemente honestos para pagar el esfuerzo y el trabajo de Paco y su gente; ojalá salga bien de esta experiencia sin red y repita. Digo esto porque la película es genial. Es Triana pura, es ingenio, es risa, es ternura, es excelente trabajo de interpretación de esa Carmina fumadora, su hija María colgada del móvil en permanente conversación con su amiga Susi, su marido “el tirantes”, la cabra, y todos los que con su trabajo hacen que uno tenga ganas de volver a empezar en el instante en que se acaba.
Os recomiendo que la veáis, como sea y de la manera que sea, pero que la veáis y paguéis por ello. Todos los merecen y Luisma, mi Luisma, el que más.
Hoy gracias a la madre de Paco, su hermana y el resto, he conseguido dejar descansar la cabeza de un dolor que explotó ayer por la mañana. Hoy , que veo como pasan las horas sin que nadie desmienta una atroz noticia que nos taladró muy temprano, no tengo más remedio que aceptar, que los ojos azules siempre sonrientes y coñones de nuestro querido Pedro Rodríguez, no volverán a mirarme desde lo alto de esa estatura que lo dominaba todo. Mañana por la mañana acompañaremos y enterraremos un botecito de cenizas de una persona fuera de serie.
Hoy, desde este rincón diminuto en Internet, quiero que mi abrazo más cercano llegue a todos los que están llorando a Pedro. Que llegue a sus hermanos, a su familia y a cada uno de los compañeros que conocieron y disfrutaron su carácter, su risa, su ingenio, su bondad, su valentía y su amistad. Hoy escojo a un niño que se llama Pedro Guerra, su ahijado, hijo de mi querido Jaime Guerra que le puso ese nombre por él, por su amigo del alma, para que sepa que no olvidaremos nunca a su padrino porque fue un hombre que pasó por el mundo sin hacer daño. Pedro Rodríguez me enseñó muchas cosas pero hoy no quiero recordar nada más que sus ojos azules con todo el amor del mundo.