No escarmientan

telecinco.es 07/11/2010 22:37

Esta fotografía se la hicieron cuando todavía mantenía una doble vida. Su mirada tiene un punto de leve temor, pero es su boca cerrada con cierta determinación la que habla sin que él pueda evitarlo. Este hombre que lleva una cruz colgada al pecho y tiene su mano sobre unos Evangelios, es uno de los miembros de la Iglesia Católica que han sido acusados de pederastia. Todos conocemos los detalles que se han querido mostrar de esos horrores y no voy a detenerme más en ellos. Sólo quiero repetir, y lo haré hasta la saciedad, que el abuso sobre un menor que está a tu cargo y, en ningún caso puede defenderse de ti, es la más atroz de las conductas. A día de hoy las palabras que hemos conocido de los miembros de la jerarquía de esa Iglesia no han estado al nivel del daño y el dolor cometidos; dicen que han pedido perdón pero siguen dando lecciones morales como si eso, a estas alturas, les estuviera permitido.

Este fin de semana hemos tenido en España una visita oficial del Jefe del Estado Vaticano. Como tal se le ha tratado y todos los que han querido demostrarle su apoyo, su fe y su amor, lo han hecho sin que nadie se lo haya impedido.

Esta noche, antes de meterme en la cama, repaso los periódicos digitales y no salgo de mi asombro. El Jefe del Estado Vaticano "critica el laicismo de la sociedad española y asegura que es en España donde se juega la batalla decisiva entre fe y razón. También relacionó el choque entre la fe y el "laicismo agresivo" en la España actual y el anticlericalismo de la Segunda República". Van a tener trabajo sus embajadores y portavoces para deshacer este entuerto. Van a verse y desearse los expertos de ese Estado para convencer a los españoles que no le siguen a ciegas, que esas palabras han sido dichas por alguien que representa a aquel Jesús de Nazaret. A mi me ha escandalizado una vez más.

Hoy, en una entrevista muy interesante al neurocientífico portugués Antonio Damasio sobre el cerebro y las emociones, he leído estas palabras: "La construcción de las religiones es uno de los actos creativos más importantes de los seres humanos, como respuesta a situaciones de sufrimiento y dolor, para obtener alivio y para explicar el universo como una creación hermosa". Las religiones, en plural, no una religión. Las religiones que los hombres y las mujeres del mundo entero, de todas las épocas, inventamos para soportar todo aquello que no entendemos. Llevamos toda la vida haciéndolo. Pero por favor: basta de considerar a unas por encima de otras; basta de decirle a la gente lo que debe o no debe hacer; cómo debe casarse; cómo debe vivir; cómo debe educar a sus hijos o ni siquiera tenerlos. Vivimos en un Estado aconfesional y exigimos al Jefe del Estado Vaticano respeto, el mismo que los españoles le hemos mostrado en las horas que ha pasado entre nosotros.