No aprenden
Parece mentira que lleguen a tener poder habiendo perdido la memoria.
El responsable de la policía de Valencia ha cometido un error tan grave que, en pura lógica, debería haber dejado ya su puesto para que lo ocupara otro. Ese hombre no puede tener el control de la violencia que hemos dado al Estado. Antonio Moreno no nos vale. No queremos a un jefe de policía que nos considera enemigos. Y no me sirve, como trató de justificar el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón con palabras como éstas: ”no podemos reducir la gravedad de los hechos a una expresión determinada”; no Ministro, de eso nada. La expresión “enemigos” ilumina como un foco potente el cerebro de este responsable de nuestra policía y hace una radiografía precisa de su pensamiento. El señor Moreno no entiende nada y cuando eso ocurre las consecuencias de sus ordenes pueden traernos muchos problemas.
Hoy leemos en la prensa que el Presidente de nuestro Gobierno “está muy preocupado por la pésima imagen de España que han transmitido las duras cargas de la policía contra estudiantes valencianos que protestaban por los recortes en la educación pública”. Se llega al extremo de que la policía ha recibido la orden de no intervenir aunque haya “provocaciones”. Es el principio de unas consecuencias que no será fácil parar.
La policía ha sabido cambiar su papel en nuestro país y salvo excepciones, sabe muy bien lo que hace y lo hace bien. Cuando se cometen errores suele ser debido a que están obedeciendo ordenes equivocadas; como ahora, como la de Antonio Moreno que decidió cargar contra los estudiantes y quienes les acompañaban, como si se tratara de los enemigos.
Esta fotografía que hoy me sirve para denunciar estos hechos es perfecta, desde mi punto de vista. No se puede superar: un libro en la cara de un miembro de los antidisturbios; ojalá sirviera como arma.
Un libro que una a estudiantes, profesores y padres. Un libro que parara la violencia y recorriera nuestro país para destapar lo que no vamos a dejar que pase. No permitiremos que se vuelva a confundir a los estudiantes con el enemigo. Si para eso tienen que dejar su trabajo Paula Sánchez de León, Delegada del Gobierno y Antonio Moreno, responsable de la policía, que lo hagan y cuanto antes.
Resulta ridículo que sea el miedo a dañar la imagen de España lo que haga cambiar la trayectoria de la policía. No vamos a tener que volver a aprender ahora lo que costó tanto conseguir: una policía al servicio de la democracia y de sus ciudadanos; una policía que recibe ordenes de jefes preparados y demócratas que conocen el significado de las palabras. “Som el poble, no l´enemic”