No me necesita para ganar este horrible equívoco. Alberto Contador, ciclista gigante, no ha hecho trampa, no se ha dopado, no nos engaña.
No tengo la suerte de conocerlo pero creo a muerte en él. Tenéis todo el derecho a decirme que en base a qué lo digo; muy sencillo, tan simple como ver su mirada frente a las cámaras.
Contador no miente.
Dejo esta noche de Jueves negro para nuestro campeón, mi abrazo más solidario en este rincón bolero.