Antes de titular hoy mi post he buscado la palabra “capillitas” en el diccionario. La Real Academia de la Lengua dice que esta palabra no existe, pero yo tengo la certeza de que eso no es verdad. Durante años he asistido a la Semana Santa en Sevilla y ellos, los capillitas, eran los más enterados, los fieles más fieles, los que se habían pasado el año entero cuidando y preparando sus pasos para volverlos a sacar a las calles en cuanto llegara la primavera. Me admiraba su fe, la certeza de que sus Cristos y sus Vírgenes eran el centro de su vida. En Sevilla y en cualquier otro lugar de España.
Los capillitas han sufrido un duro golpe este año: la lluvia ha impedido, al parecer más que nunca, que el trabajo de todo el año, luciera en las calles. Todas las personas que cuentan hacia atrás los días del año hasta que llega la Semana Santa, saben del dolor y las lágrimas que provoca la decisión inapelable de no sacar los pasos; ese momento tan temido no tiene vuelta atrás y muchos lo sufren profundamente.
La muerte de Jesús en la cruz, este hombre crucificado que os pongo hoy en la fotografía, ha sido el protagonista de miles de momentos en todos los rincones de nuestro país en esta semana que termina. Aquel hombre de 33 años que asesinaron sigue siendo motivo de consuelo y de ayuda para muchas personas. Murió hace mucho tiempo pero parece que vuelva a hacerlo cada vez que un grupo de personas sale a la calle para recordarlo.
Estos legionarios de la fotografía, estos hombres que a voz en grito cantan su himno característico, lo llevan a hombros como llevarían a un compañero, a un amigo. Me sigue impresionando la cercanía que Cristo crucificado sigue produciendo en tantos de nosotros. Su sufrimiento, su cara de dolor, de agotamiento absoluto; su incapacidad de defenderse con esas manos y pies clavados a unos maderos, siguen siendo reflejo del sufrimiento de millones de seres humanos. Quizá eso sea lo que le hace uno como todos, uno cualquiera y lo iguala al padecimiento de tantos en los momentos malos y duros de la vida. A mí ese fervor me produce mucho respeto. Por eso me siento cerca de los que este año no han podido salir a las calles, cerca de su pena, de su tristeza y los recuerdo hoy aquí.
P.D.Publicado por: kanon51000 | 21 Abril 2011 a las 1:04
Hola a todos.Siempre he admirado a Mercedes, pero hoy me he llevado un chasco enorme. Seguramente no lo recordará, pero hoy día 20, ella estaba en Valencia, en la Plaza del Ayuntamiento, y la hemos visto mi pareja y yo.Me he acercado a pedirle con mucho respeto una foto con nosotros, pero ni siquiera me ha dado la oportunidad ya que ni se ha girado cuando le he llamado.Ante todo, si considera que le he faltado al respeto por intentar pararla por la calle, lo siento, no era mi intención. Pero me he sentido muy triste.
Creo que mereces una respuesta y también un perdón por mi parte. Es cierto que estuve en Valencia y que fue muy difícil decir que sí a todos los que quisisteis haceros una foto conmigo. Muchos os la llevasteis a casa y con algunos no pude ni tan siquiera pararme a hablar. Todos sabéis la que se lía antes de un partido como ese; no fue fácil llegar al campo a tiempo y esa es la razón de que ni me girara cuando me pediste tu foto. Lo siento de verdad y más viendo que has colgado tu comentario en este blog y que dices que te has sentido triste. Espero que me perdones.
P.D.2 Gracias, gracias, gracias por cada una de las palabras de vuestros comentarios por mi cumpleaños. Es emocionante sentir que escribís metiendo la pluma en el corazón para decir cosas tan bonitas, gracias de verdad.