El género de documental está cada vez tomando más auge e interés general del público quizás provocado por aprender sobre diversas temáticas. Hace pocos días tuve la suerte de encontrar el documental Virunga en Netflix, estrenado hace aproximadamente un mes en EE.UU. Una delicia, duro de ver pero definitivamente obligatorio para los amantes de los buenos documentales. Un pequeño grupo de cineastas han tenido la valentía de poner en la palestra las acciones de Soco, una empresa petrolífera con la oscura intención de hacer prospecciones en Virunga, un parque al este del Congo donde viven un puñado de gorilas de montaña y otras especies protegidas. La película está coproducida por Grain Films y Apian Way (productora de Leonardo Di Caprio). En este precioso lugar un pequeño grupo de guardas arriesgan sus vidas a diario para evitar que los cazadores furtivos, y los miembros de la guerrilla aniquilen uno de los últimos refugios de animales de Africa.
Uno de los protagonistas es un guarda forestal convertido en padrastro de varios gorilas huérfanos. Su bondad y pureza te hace continuar teniendo fe en el ser humano. El film salta del periodismo de investigación donde se graban conversaciones clandestinas con empleados de Soco y la guerrilla demostrando el alto nivel de corrupción existente, al lado más humano de los guardas forestales. Su coordinador Emmanuel de Merode, un príncipe belga que dedica su vida a la protección de este maravilloso lugar recientemente sobrevivió a varios tiros que le propinaron en el pecho y el abdomen miembros de la guerrilla (a favor de las prospecciones petrolíferas al estar untados con dinero).
Emmanuel De Merode
La interacción entre el guarda forestal y los gorilas ablanda el corazón más duro, su dinámica y comunicación demuestra una vez más el sufrimiento y empatía de los animales por mucho que algunos aún lo nieguen. El sufrimiento por el que pasan estos animales en su día a día con los ataques de la guerrilla y los cazadores furtivos es indescriptible. Para los que no estén familiarizados con Virunga, a lo mejor la mención de Dian Fossey, zoóloga americana que pasó estudiando los gorilas en este parque durante 18 años, les refresque la memoria. Escribió el libro “Gorilas en la Niebla” (1983) del que luego se haría una película protagonizada por Sigouney Weaver en 1988. Fue asesinada con un machete en 1985 y hasta el día de hoy no se sabe (o no se quiso saber) quien perpetró el crimen. Pero se sospecha que lo organizó Protais Zigiranyirazo, un oficial ruandés cuñado del ex presidente que provocó el genocidio en el país africano. La defensa de los gorilas y su lucha contra los cazadores furtivos fue su sentencia de muerte.
Dian Fossey
La misma suerte pueden correr y corren hoy en día estos héroes que defienden a los animales indefensos y que sin su protección serían ya cosa del pasado. El documental dirigido por Orlando von Einsiedel y la productora Joanna Natasegara invertirá todos los beneficios al parque y a los que se encargan de cuidarlo, y por supuesto seguir metiendo presión a la empresa SOCO para que finalmente decida abandonar su interés en destruir el parque. Definitivamente una buena razón para ver esta verdadera joya mezcla del puro sentimiento y compasión de algunos frente a la vileza y crueldad de otros.