En ocasiones algunos podrían pensar que la actuación puede parecer una ocupación un tanto superficial, y que los actores son un claro reflejo de esta profesión basada en muchas ocasiones más en las apariencias que en otras aptitudes. A veces puede parecer que vivamos en el mundo al revés donde trabajos como la enseñanza no está nada valorada y alguien que se gana la vida pegando tiros en la pantalla grande gana millones de dólares, pero es lo que hay y también es cierto que hay de todo como en botica. Lo importante es que algunos de ellos utilizan esta fama y este poder mediático para buenas causas y gracias a ellos noticias que a lo mejor no salen en las portadas de los periódicos llegan a mucha gente sólo por el hecho de que lo dice un actor. Y eso si está bien utilizado, es un arma educacional la mar de poderosa.

Muchos intérpretes están involucrados con temas de medio ambiente o animalistas y eso en mi humilde opinión les humaniza.

El tirón mediático que tiene la aportación de los actores a estas buenas causas es encomiable, por lo que a veces ese intérprete que nos caía tan gordo puede resultar todo un tesorín cuando vemos que se desvive por defender la vida marítima o lucha por especies protegidas. Y es que, ¿cómo no va a derretirse una cuando ve a un actor luchando a favor de los que no tiene voz? No hay nada más atractivo y loable que un hombre (en mi caso, claro está) defendiendo al débil. Eso a las mujeres nos gusta mucho (tomad nota compañeros).

Uno de los más activos en este tema es nuestro querido Leo Di Caprio, este es de los guapos y buenos actores algo no demasiado común. Ya desde pequeño uno de sus sueños era poder ver a todas esas especies amenazadas antes de que desaparecieran. Espero que le de tiempo, porque desde su infancia y para nuestra vergüenza como seres “deshumanos” ya han desaparecido unas cuantas. En el 2009 el intérprete de Titanic se unió a IFAW (International Fund for Animal Welfare) para crear un programa que protege las especies amenazadas y sus hábitats alrededor del mundo.

Sus esfuerzos se están concentrando en la persecución de la caza de elefantes por sus colmillos. Sólo el año pasado se aprehendieron 400 toneladas de marfil en el mercado negro, un acto que debería como mínimo avergonzarnos porque si no hubiera gilipollas que lo demandan esto no existiría. La campaña tiene como título “Elephants Never Forget”. Aquí tenéis un video informativo sobre la triste realidad de los elefantes.

Recientemente y junto a la organización WWF (World Wildlife Fund) el actor ha donado en el Third Tiger Summit (Tercer Encuentro del Tigre) 3 millones de dólares para ayudar a preservar esta especie en el Nepal de los repugnantes cazadores furtivos. Di Caprio se unió a WWF en el año 2010 con la campaña http://www.savetigersnow.org/ se espera poder doblar la población de tigres en esta zona.

Pero no sólo los animales le preocupan al actor, los temas medioambientales forman parte de su lucha.

En el año 2007 Di Caprio produjo un documental llamado “The 11th Hour”, en donde expertos en temas medioambientales auguran un futuro poco alagüeño si seguimos a este ritmo. Demasiada población para un planeta que no da más de si. La cinta se plantea la pregunta de si aún estamos a tiempo de echar marcha atrás a la vorágine destructiva y el daño en ocasiones irreparable que el ser humano está causando en la Tierra. Los recursos naturales no dan más de si y el consumo incontrolable de estos nos llevará a desastres naturales que según la ONU provocará más de 150 millones de refugiados como consecuencia del catástrofes climáticas. Di Caprio aboga por la sostenibilidad para reducir este impacto, algo que muchos nos deberíamos aplicar. Pequeños granos de arena acaban formando una montaña.

Aquí podeis ver el documental al completo.

Si quereis seguir a Leo su Twitter es @LeoDiCaprio. No es súper activo con su cuenta (de hecho no la lleva el personalmente) pero lo que pone suele ser poco pero interesante y eso es de valorar. Ya sabeis lo que se dice bueno si breve dos veces bueno. Muy pronto otro actor con otra causa.