Ibiza, ¿fiesta?, no gracias…
El coronavirus nos ha cambiado la vida, limitándonos a reducir nuestro tiempo fuera de casa, pero sobre todo y lo que más duele (al menos a mi), es no poder viajar, uno de los placeres más maravillosos. Sin embargo, poco a poco, despacito y con buena letra, el turismo se recuperará, de hecho aún podemos hacer algo dependiendo de la situación perimetral en la que nos encontremos.
El pasado mes de octubre, tuve la oportunidad de hacer un viaje a Ibiza. Llevaba desde los dieciocho años sin ir, por lo que ya ha llovido un rato. En esta ocasión, mi prioridad no era ir de fiesta (aunque hubiera querido estaba todo cerrado), pero esa no era mi intención, ya me cayó suficiente espuma en la discoteca Anmesia en su día. Lo que me apetecía era desconectar un poco de esta pandemia yendo a un lugar tranquilo e idílico. Para eso tenía que encontrar un sitio perfecto, con espectaculares puestas de sol y con mucha privacidad. Y lo encontré, una casa de ensueño situada en una de las zonas más privilegiadas de la isla Pitiusa. Para los que no lo sepan, el nombre viene de la cantidad de pinos (pitys en griego) que tanto esta isla como Formentera solían tener. Pues bien, la sugerencia de la casa llegó a mi a través de mi amigo Alberto, un conocido diseñador de interiores propietario de KsarLiving con showrooms en Ibiza y Barcelona. Harissa Villas es su recomendación, y sin dudarlo me lanzo al cien por cien.
De las cinco villas que tienen elijo Kasbah 2, situada en Cala d´Hort. Una casa espectacular, decorada con un gusto impecable y desde la que se puede ver la pequeña isla de Es Vedrá, donde podrás ser testigo de unas puestas de sol como pocas. Es Vedrá está a escasos cuatro kilómetros de la costa oeste ibicenca, y está formada principalmente por piedra caliza, alcanzando los 400 metros sobre el nivel del mar, se ha llegado a decir que es la punta de la Atlántida, la ciudad perdida. Ciudad que desapareció, según algunos científicos, a consecuencia de un tsunami. La leyenda cuenta que fue Es Vedrá fue el lugar de nacimiento de la diosa fenicia Tanit y otras teorías conspiranoicas aseguran que se han avistado objetos volantes no identificados proyectando unos círculos de luz misteriosos. Quizá esto hace que mi estancia en Harissa Villas sea todavía más especial. Es un lugar tranquilo y muy especial. Sinceramente no hay ni necesidad de abandonar la villa, con cuatro habitaciones y cuatro baños, una piscina infinity que quita el hipo y esas vistas es como estar en el paraíso.
Pocos sitios tan tranquilos y espectaculares, y tan cercano. Kasbah 2 es sólo una de la maravillosas villas que forman Harissa Villas, lo mejor es que tienes acceso a todo lo que te pueda apetecer hacer, entrenamiento personal, yoga, pilates, clases de español (esto no creo que os haga falta). También te pueden facilitar un chef privado, tratamientos de belleza, fisioterapia. Margo será tu contacto, una chica holandesa de lo más divertida que lleva viviendo en Ibiza muchos años y que sólo tiene cosas buenas que decir de la isla.
Ahora que poco a poco iremos saliendo de esta pesadilla de confinamiento con la vacuna, mi recomendación es hacer turismo nacional porque somos muy afortunados de tener un país con los mejores destinos turísticos.