No me canso de visitar El Valle de Guadalupe, creo que esta es ya mi cuarta visita (y las que me quedan). Llegamos conduciendo desde Los Ángeles y al ser fin de semana de Memorial Day nos pilló un poco de atasco, pero lo cierto es que si no lo hay, tardas unas tres horas y media. Lo que lo convierte en un destino muy apetecible si estás por tierras del sur de California.
En esta ocasión me he hospedado en Maglén Resort, un lugar de lo más recomendable por diferentes motivos. Se fundó hace doce años como un resort enfocado a crear estancias memorables en diferentes ambientes. El Grupo Maglén ofrece todo lo que un huésped puede necesitar, hospedaje, gastronomía, cerveza artesanal, degustación de vinos… al menos esto es lo que a mi me hace feliz a la hora de viajar. Me recibe Ricardo, un jovenzuelo de los más simpático que nos lleva hasta la habitación. El resort esta dividido en varias zonas con diferentes edificios, Maglén Las Villas es donde me hospedo yo.
En esta zona hay trece habitaciones tipo casitas que van desde habitaciones sencillas a dobles y master suite todo rodeado de un asador de carne, pérgolas, restaurante, piscina y jacuzzi. Es un poco como estar en el campo rodeado de todo lo que puedas necesitar a tiro de piedra.
Septiembre es muy buena época para visitar el Valle, no hace demasiado calor y es época de vendimia por lo que los amantes del vino pueden experimentar su afición a lo grande.
El Valle de Guadalupe no decepciona nunca, tanto es así que se ha convertido en uno de los destinos favoritos de muchas celebridades, especialmente tras la pandemia, prefieren ir a lugares que estén al aire libre, y en espacios abiertos con poca aglomeración de gente. Algo a tener en cuenta en el momento que vivimos. Entre alguno de los famosos que se han quedado en Maglén Resort figuran los integrantes del grupo Maná y la cantante Julieta Venegas.
A nivel personal lo mejor de visitar el Valle de Guadalupe es visitar diferentes viñedos y probar los diferentes vinos que ofrecen, algunos de ellos ganadores de medallas de oro en competiciones internacionales. Los precios no son tan económicos como en España pero mucho más asequibles que los vinos californianos. Para los amantes del nebbiolo o tempranillo, las opciones son muy amplias y de muy buena calidad. Tomarse un vinito con vistas al valle es toda una experiencia.