Harry Turner es el protagonista del documental Wildcat, una historia fascinante sobre un joven soldado inglés nacido en Portsmouth y su experiencia en la selva peruana cuidando a un ocelote huérfano. Tras sufrir trastorno por estrés postraumático al volver de la guerra de Afganistán en 2012, Turner fue dado de baja del ejército británico por un problema médico en el 2014 y decidió irse a la selva para escapar y estar en contacto con la naturaleza. El filme documenta sus problemas mentales en la selva peruana de la mano de dos ocelotes huérfanos, Kahn y Keanu (cuyo nombre es en honor al actor Keanu Reeves, del que Harry es un gran admirador) y que son interceptados a unos traficantes de animales. Podemos ver el amor que Harry destila hacia los animales y la conexión que establece con ellos. En Perú conoce a una científica americana que se convierte en su novia durante este proceso de encontrarse consigo mismo y ayudar a estos ocelotes, que le dieron sentido a su vida. El documental se estrena en Amazon el 30 de diciembre.
¿Cómo se fue formando el proyecto?
Comenzó de una forma sencilla. Me encontraba en la jungla de Perú con este maravilloso ocelote y pensé que sería una buena idea grabarlo para tener un recuerdo y poder grabar esos momentos tan maravillosos que estaba experimentando. Filmé al primer ocelote Khan sólo yo. Luego tras la trágica muerte de Khan, llegó Keanu, en ese momento es cuando el director y los productores se sumaron al proyecto. Nunca tuve intención en un primer momento de hacer un filme de esta experiencia, pero al final es como se desarrolló.
¿Por qué elegiste Perú?
Decidí ir a Perú porque encontré un lugar para ir de voluntario llamado Fauna Forever. Busqué en Google como poder hacer voluntariado en el Amazonas y apareció esta organización. Tras experimentar un trastorno por estrés post traumático pensé que ir a la jungla sería una opción buena para huir de mis traumas, escapar y perderme.
¿Cuál es tu historia antes de ir a la jungla peruana?
Antes de ir a la jungla formaba parte del ejército británico. Me enviaron a Afganistán cuando tenía 18 años, era tan sólo un niño cuando fui a la guerra y cuando volví mi mente tenía que lidiar con un montón de pensamientos y sentimientos que no podía entender ni procesar. Tras un tiempo me di cuenta que tenía estrés post traumático que aún acarreo hoy.
¿Por qué decidiste tan joven unirte al ejército?
Mi padre estaba en la marina y cuando acabé el instituto necesitaba hacer algo. Era un niño muy activo y como mi padre había servido al ejército durante 12 años como oficial de marina, pensamos que sería una buena opción. Necesitaba un trabajo y salir de donde estaba.
¿Cómo fue tu infancia?
Mi infancia fue buena. Nunca me faltó de nada. Tuve un techo con el que cobijarme, comida sobre la mesa… no tengo queja. Pero sí tenía una sensación de no pertenecer a ningún sitio. Siempre estaba haciendo el bobo y metiéndome en problemas. Cuando fui a la jungla es la primera vez en mi vida que me sentí a gusto conmigo mismo.
¿Qué es el mensaje que te gustaría que la gente perciba tras ver la película?
Mi primer propósito es que la gente vea lo maravillosos que son los ocelotes y que tengamos en cuenta el peligro en el que se encuentran. El otro propósito sería que el problema de la salud mental se visualice y se tome en serio, que se abran conversaciones al respecto. Este documental quiere reflejar la vida y la esperanza de que hay luz al final del túnel.
¿Tienes entonces aún fe en el ser humano?, ¿consideras que aún estamos a tiempo de parar la destrucción de la mayor parte de las especies del planeta?
Quiero tener fe en el ser humano pero parece que lo que estamos haciendo hasta el momento es destruir nuestro maravilloso planeta. Es el único planeta que tenemos y deberíamos cuidarlo. Desgraciadamente la avaricia y el poder parece ser la única brújula que nos guía, o que nos ha guiado durante siglos. Al mismo tiempo sé que hay gente con un corazón enorme que quieren hacer cosas buenas para el planeta. Se que en el transcurso de mi vida no se van a solucionar las cosas, pero tengo la esperanza de que poco a poco pongamos freno a esto, por el bien de las futuras generaciones. Yo espero poder aportar mi granito de arena.
¿Cómo piensas aportar tu granito de arena?
Mi novia Lexie y yo hemos comenzado una organización sin ánimo de lucro con base en EE.UU. llamada Emerald Arch. Con lo que recaudemos queremos comprar tierra en la selva ecuatoriana y crear un lugar para veteranos de guerra con problemas mentales que puedan enfocarse en proteger la selva y su vida salvaje. La selva me ha salvado la vida y me encantará que pudiera ayudar a otras personas a salvar las suyas y darles un propósito en la vida. Si la gente quiere donar puede visitar www.emeraldarch.org
Esta es tu primera experiencia en Hollywood. ¿Cómo ha sido?
Definitivamente me ha abierto los ojos. He conocido a mucha gente de la industria, desde productores a periodistas, miembros de la Academia. Ha sido muy interesante oír las impresiones de todas estas personas sobre Wild Cat. Muchas personas me han agradecido ser tan vulnerable y honesto.