La cultura mexicana se mezcla con en el estilo japonés

Baja California y en particular Los Cabos, ha sido el destino vacacional desde hace décadas elegido principalmente por americanos y canadienses, buscando el calor en los fríos meses de invierno, pero desde hace unos años ha empezado a cambiar debido a la apertura de nuevos hoteles de lujo. Muchos europeos están eligiendo este destino para sus vacaciones para variar de sempiterno mediterráneo. En Los Cabos hace una temperatura media de 25 grados, subiendo hasta los 35 en los meses de verano. Muy apetecible.

Uno de los hoteles más exclusivos es Nobu Hotel, parte de la cadena creada por Nobu Matsushisa, el productor de Hollywood Meir Teper y el actor Robert de Niro. El hotel fue inaugurado en marzo del 2019, un año como podemos adivinar poco prometedor debido a la que se avecinaba con el Covid. Aún así este hotel que responde a la tradición minimalista japonesa mezclada con elementos indígenas ha sabido salir bien parado. En mi corta pero intensa estancia y siendo temporada baja el hotel estaba prácticamente al 75% de ocupación. Este es el primero de la cadena en abrir en México, aunque tienen intención de abrir próximamente otro en Tulum.

Nobu Los Cabos nos expone directamente al océano pacífico, a mar abierto, por lo que meterse en la playa es impensable. Las corrientes te pueden arrastrar mar adentro en menos que canta un gallo. Por lo que mucho mejor disfrutar de sus maravillosas piscinas, tres en total; una llamada Mar de Cortez, de un color medio turquesa, la Pacífico de un azul más oscuro y la infinity que te permite disfruta de una vista espectacular del océano pacífico. Su arquitectura de líneas simples y materiales vernáculos favorece un ambiente relajante, a no ser como me pasó a mí, que te llegue un grupo de energúmenos de Ciudad de México pensando que el hotel es suyo, y pegando gritos en la infinity pool donde se supone que tienes que tener un ambiente chill out. Pero bueno, en ocasiones tiene que aparecer este tipo de huéspedes desconsiderados, el hotel se disculpó y queda en una anécdota. En ocasiones cliente con dinero no es sinónimo de saber estar.

Nobu Los Cabos dispone de 200 habitaciones sencillas con un excepcional diseño y haciendo uso de maderas autóctonas como la teka. El Esencia Wellness Spa es maravilloso, pude darme un masaje que me sirvió para olvidarme de los ruidosos vecinos de piscina y salir más feliz que una perdiz. Los jardines son estilo japonés haciendo uso de piedra local y mucho cactus. Lo mejor sin duda son las puestas de sol, en dos palabras, im-presionantes.

Si puedes ir entre los meses de noviembre a abril, a lo mejor tienes suerte y ves a las ballenas migrando. Otra ventaja es que tienes asignada una persona a la que puedes contactar por Whatsapp para pedir reservas en restaurantes, almohadas más duras (como fue mi caso), o cualquier necesidad que tengas durante tu estancia. Sin duda un destino muy recomendable.