Estos días están siendo de locos. Ensayos generales, reuniones y más reuniones, pruebas de luces, de sonido, de posiciones, de juegos… Nada puede salir mal en la gala.
Estamos todos con unas ganas tremendas de que veáis el resultado, de que disfrutéis con nosotros del trabajo de estos días, de que los concursantes pisen por fin la que será su casa en los próximos 3 meses (si consiguen no ser expulsados y no tirar la toalla)
Y mientras llega el gran momento, quiero hablaros del “Otro Reality“, del que no veis…
Para los ensayos salimos a las 9 de la mañana en barca hacia el Cayo. En ese trayecto la mayoría nos concentramos en lo que tenemos que hacer luego, y solemos ponernos música en los auriculares (además te quita del ruido de la barca y se agradece), son aproximadamente 40 minutos para organizar tu cabeza y disfrutar de las vistas.
La llegada al Cayo Menor es espectacular. Vas dejando atrás el resto de islas, a ambos lados de la barca. Mi favorito, por el momento, Cayo Paloma, sobre todo en el regreso a casa, cuando está iluminado por el sol naranja del atardecer.
Si eres rápido al subirte en la barca, intentas sentarte en la parte de atrás, donde botas menos con las olas, pero donde te arriesgas a mojarte si estas son altas… Aún me sigue entrando la risa cuando pillamos alguna ola fuerte y siento en el estómago la misma sensación que cuando caes en una pendiente de la montaña rusa. Si no te mareas en los barcos, es bastante divertido.
Ensayamos hasta que todo está entendido, memorizado y cuadrado en tiempo (también con Madrid) Durante estas horas, la complicidad con el equipo crece. Es tremendamente importante que todos nos entendamos bien, nos anticipemos a las intenciones del otro y sobre todo, creemos un código en el que sin necesidad de hablar, sepamos lo que queremos hacer. Se está consiguiendo a una velocidad espectacular.
Equipo. Hablo mucho de ellos, pero en un programa tan complejo como este, todas y cada una de las personas que están son claves. Controlan a la perfección cada detalle, son creativos, resolutivos y muy eficientes. Es una maquinaria perfecta la que han conseguido crear. El resultado no siempre será como se espera (de ahí la magia del directo, nunca sabes lo que puede pasar) pero os aseguro que todos daremos el 100% para que sea el mejor. Lo noto estos días y afirmo con rotundidad que será así.
También me estoy emocionando con las reuniones de contenidos… Son auténticas telenovelas donde nos faltan las palomitas. Nos sentamos con los redactores que han estado vigilando cada uno de los pasos que han ido dando los supervivientes a lo largo del día. Todo está grabado, todo está controlado, no se despistan ni un solo momento. La puesta en común de lo que han hecho se cuenta a modo de trama de película. Me fascina, porque en unos días, ya estoy enganchada como si fuera la mejor serie del mundo y siempre me quedo con ganas de saber más.
Cuenta atrás… Nos vemos en unas horas.