Así lo dictamina en su séptima edición el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas. Un certamen, magníficamente organizado, que en un tiempo récord ha sabido abrirse un hueco en el panorama gastronómico de nuestro país. Son varios miles los bares y restaurantes que optan al preciado galardón y solo 66 los que llegan a la final que cada año se celebra en Valladolid. Un jurado de mucho nivel, presidido por el chef donostiarra Pedro Subijana, ha proclamado ganador del concurso a Daniel Méndez Sancho, del restaurante madrileño LOFT 39
La tapa se llama “Buenas noticias de nuestra tierra”. Tapa curiosa que reproduce el aspecto de un ejemplar del diario vallisoletano “El Norte de Castilla”, reproducido en papel comestible. En su interior encierra un sabroso “steak tartar” aderezado con queso de cabra y mostaza.
El segundo premio ha sido para la tapa “Bread Bag” ideada por el restaurante “Los Zagales” de Valladolid. Un imaginativo homenaje de los creativos hermanos González García a los clásico bocadillos de calamares que todos alguna vez hemos tomado.
El tercer y último premio ha sido para el pincho del restaurante de Hondarribia, “Kaialde” llamado “Chipirones en su tinta”. Una delicia de tipo, con apariencia de dulce (asemeja a unos picatostes con chocolate) que desborda imaginación y sabor. Como el “Bread Bag” tuve la oportunidad de probarlos y la verdad es que estamos ante una tapa pensada y perfectamente resuelta.
Valladolid no deja de crecer como capital de la tapa, arrebatando esta condición donde el pincho esta mucho más asentado. Todo fruto a la apuesta de la instituciones y a los activos organizadores. Estoy convencido que en el futuro, establecimientos especializados en los pinchos y de enorme prestigio, caso de “Fitero”, en Pamplona, entre otros muchos, no dudarán con hacerse con el título de mejor pincho de España.