EN UN LUGAR DE LA MANCHA... EL SANTUARIO DE LAS GACHAS
Está ubicado en Villacañas (Toledo) y se llama Restaurante “Montes” (925-160 205).
Se trata de un humilde pero descomunal restaurante al que no dudan en desplazarse, por kilómetros que haya que recorrer, políticos, periodistas y hasta hombres de negocios del Reino Unido. El Restaurante “Montes” rinde eterno tributo, a su fundador, el inolvidable Pascual Montes recientemente fallecido. El “maestro gachero” como le bautizó en su día, el gastrónomo Lorenzo Díaz, tuvo que dejar su oficio de labriego allá por los años 70 y reconducir su oficio para sacar a delante a su familia. Se dedicó a la hostelería. Primero sirviendo chatos de Valdepeñas y cañas de cerveza en el casino de su pueblo, y posteriormente en un pequeño bar y un restaurante previo a su actual ubicación. De su profesión, la de labriego, heredó su destreza en elaborar las gachas. Me cuentan sus hijos, que en aquellos duros años sesenta en España, estaban hasta dos semanas en el campo. En grandes sartenes y al fuego de leña y sarmientos, elaboraban las gachas con las que se alimentaban durante días. Con esa sapiencia intuitiva desarrolló después una extrema habilidad hasta convertir a las gachas del “Restaurante Montes” en las más apreciadas y valoradas de toda La Mancha. Aún le recuerdo un día, ataviado de manchego, dando de comer en el cigarral de Adolfo, en Toledo, a los quinientos hambrientos adolescentes de la Ruta “Quetzal”, que por poco no terminan devorándole a él. Pascual Montes llevó las gachas hasta Washington, aunque no pudo pasar la harina de almortas que llevaba para hacerlas, porque las autoridades aeroportuarias pensaron que era alguna sustancia explosiva. Entrañable y singular D. Pascual, cuya herencia siguen de forma ejemplar sus cuatro hijos, Loli, Amparo, Mari y el único varón Pascual. Los cuatro, aquí los veis, llevan las riendas del restaurante
“Montes” es un exponente de esa cocina riquísima en texturas, sabores y tradición, como es la española. En este caso perseveran en las tradiciones culinarias manchegas. Los cada vez mejores vinos manchegos pueblan la carta. Elegimos un Quercus, el magnífico vino que elabora en la zona de Tarancon, Bodegas Fontal. Entre el recuerdo de D. Pascual, degustamos un singular pisto al más puro estilo manchego, sin calabacín, tan solo con el tomate, el pimiento y la cebolla. Extraordinario.
Tras el pisto, el plato que bien merece una visita a este cálido lugar. Las gachas. No falta ni la sartén en la que te las sirven, para que te des cuenta que hay decenas de años de tradición intacta en la materia prima y en la forma de hacerlas. La harina de almorta, el chorizo, los ajos, el toque de pimentón, la sal y el aceite en su punto….imaginaba a D. Pascual en el campo, en esos días de frío junto a la lumbre. Que plato más auténtico, más venerable.
Ninguna casa que se precie puede adolecer de un buen guiso. Las alubias con manitas de cerdo que me dieron, son toda una enciclopedia de una cocina con enormes dosis de calidad, respeto a nuestro pasado y sentido común
En Montes, intacto, se mantiene el recuerdo de D. Pascual. El “maestro gachero” vive en sus hijos y en sus gachas, que siempre te reconfortan de los fríos y los sinsabores cotidianos.
Aquí os dejo un reportaje que emitimos en Informativos Telecinco Fin de Semana sobre el restaurante de las hermanas Montes: