Este KAI Japanese recién abierto en el madrileño barrio de Chueca (C/ Clavel, 5. Tf. 91-5230314) esta llamado a convertirse en unos de los lugares de moda preferidos para los amantes de esta gastronomía que cada vez gana más adeptos. Estamos ante un lugar donde la experiencia del chef Manuel Camacho en la elaboración de los platos, se adereza con un diseño de local vanguardista, muy bien decorado que te hace sentir realmente bien. Tiene dos plantas, la de abajo más íntima y tranquila. La de arriba, ideada para ser más bulliciosa, te ofrece la posibilidad de comer en la barra, al más puro estilo nipón. Estas son fotografías, precisamente de la primera planta.
La primera impresión que tienes, tras tomar el bocado inicial es que aquí cuidan el producto. Los pescados son excelentes y aparecen perfectamente condimentados. Os decía lo del precio porque podéis tomar un completo menu a 15,95 euros. Tuvieron la amabilidad de preparármelo para que lo veais. Consta de un atempera de verduras, sashimi de salmón, hosomaki de atún y los zarusoba, que son los fideos.
Yo me dediqué a explorar una carta que combina con equilibrio platos tradicionales nipones con recetas más creativas y arriesgadas. Empecé por una de estas. Se llama Ebi No Kimuchi. Se trata de langostinos salteados con cebolleta y salsa kimuchi traída de Japón. Es un entrante fenomenal.
Como soy un apasionado de las Dim Sum, la única concesión que se hace a otra gastronomía que no sea la nipona, probé un surtido de esta especie de empanadillas de marisco, cerdo y ternera. Van acompañadas por una salsa de mostaza increible mezclada con una pasta de arroz, que le dan más sabor todavía.
De corte más clásico, el Sashimi Goten Mori, que combina cinco tipos de pez: atún toro, atún maguro, pez limón, pez mantequilla y langostino con huevas de salmón es una maravilla. Perfecta la combinación con el washabi, el nabo y el pepino y el imprescindible jengibre.
Clásica, también, la combinación de Sushi no defrauda. Los makis, también los nigiris de atún maguro y pez limón y especialmente los uramaki con salsa de anguila y recubiertos de sésamo, me parecieron excelentes.
Tampoco se descuidan los vinos, que podéis tomar por copas. Hay una amplia variedad de cervezas japonesas y unos licores como el sochu o el umeshu, que vale la pena tomar. Destacable es la carta de tés: pera, jengibre, verde tropical, orgánico, con muy distintas propiedades, relajante, estimulante….el que queráis
Os puede salir todo, con el vino incluido por 25-30 euros por persona. Desde luego la experiencia vale la pena.No tardéis en ir, porque en breve, va a estar abarrotado. Y todo contando con que el atún, con las restricciones que vienen, se ponga por las nubes.