La Granja de San Idelfonso, en Segovia, bien vale una tortilla
El verano se niega a abandonarnos y es una delicia, ahora que empiezan a amarillear los bosques, darse una vuelta por los míticos bosques de Valsaín, en Segovia. El objetivo es alumbrar el apetito que siempre hace mucho más reparador el almuerzo. En medio de tanto bosque se asienta, privilegiadamente situado, La Granja de San Ildefonso. El palacio construido por Felipe V, a principios del siglo XVIII, es una auténtica joya de nuestro patrimonio.
Pasear por estos jardines, evocar el pasado es una experiencia que resulta más enriquecedora, a medida que vas practicándola. El pueblo tras años de relativo abandono ha cogido un auge espectacular. Han mejorado y mucho los restaurantes, ahora decorados con enorme gusto. Proliferan anticuarios y un comercio, muy selecto también, centrado en la artesanía, la joyería y prendas de vestir, que está a la altura de tan majestuoso lugar. Todo ello sin olvidar la Real Fábrica de Cristales, que es un auténtico modelo de conservación de las buenas tradiciones. A mi me gusta mucho visitar la pequeña barra del Bar Castilla (Plaza de los Dolores, 11. 921-471256). Esta en una tranquila y coqueta pequeña plaza frente al mercado.
Voy siempre a este lugar, fundamentalmente por su extraordinaria tortilla. Tortilla que sabe a tortilla de verdad, hecha con honestidad y el magisterio que dan los años de oficio. Los huevos son de corral y se nota. El resultado es soberbio.
En La Granja no puedes dejar de tomar los celebérrimos judiones, autóctonos de la zona. Son, de verdad, únicos, por su sabor y su suave textura. Si además la cocción y los condimentos han sido los apropiados, como ocurre en el Bar “Castilla”, el resultado nunca te decepciona. La foto lo dice todo.
Y todo por unos quince euros por persona. Pongo el precio porque alguno de vosotros me pedís que os informe al respecto. Trataré de hacerlo. No es que no lo ponga para no asustaros, como me habéis insinuado. Si un lugar me hubiera decepcionado por algo, incluido el precio por demasiado caro, sencillamente no os lo recomiendo. Es cierto que algunos a los que dedicado algún post en este blog, practican tan buena calidad, que el precio sube algo, pero la afición es la afición. Hay quien se lo gasta en discos, libros, ropa o cualquier otra cosa. Mi afición es la gastronomía y no me importa de cuando en cuando, hacerle un pequeño roto al bolsillo. Bueno, gracias, siempre por vuestros comentarios. Un saludo a todos