Focolare, la luz y el sabor de la Bahía de Cádiz en Madrid
A base de tenacidad y buen hacer. Apostando por el magnífico y único producto de su tierra y preservando la sabiduría ancestral que atesoran sus orígenes, Roberto Romero Miura ha conseguido hacerse un sitio en Madrid en su coqueto y muy recomendable “FOCOLARE” (c/ General Pardiñas, 40 –esq. Ayala- 91-4010046. http://www.focolare.es/).
¡Que os puedo decir de esa luminosa bahía gaditana, donde uno rememora el malecón habanero!. Siempre recuerdo al gran Carlos Cano cuando nos recordaba que “Cuba es Cái con mas negritos, Cái es Cuba con más salero”. ¡Que grande Carlos!, cuanto le echamos de menos…Roberto es uno de los mejores, sino el mejor, exponentes de la cocina gaditana y por extensión, andaluza, en Madrid. En “FOCOLARE”, por instantes me sentí en Cádiz, embriagándome con su luz y sus sabores perfumados de mar azul. En la época en la que estamos, no podía renunciar a un buen salmorejo. Con su jamón onubense, con el sencillo y grandioso huevo de corral. Delicioso…
Lo mejor estaba por llegar. Este lugar, según mi modesta opinión, es el mejor escaparate de la fritura andaluza que hay en Madrid. Freír, es un arte, y como en Málaga y Cádiz, no se practica en ningún sitio. Las tortillitas de camarones al estilo de la Bahía de Cádiz y las singularísimas ortiguillas, tan difíciles de encontrar, son las mejores que he probado jamás. Sólo por probar ambas delicias oceánicas, merece la pena ir a FOCOLARE.
Roberto trabaja muy bien además, los pescados. La materia prima es excelente y luego es sabe aplicar su sapiencia. Los platos son un compendio de gastronomia y estética. Lo pude comprobar en tartar de atún rojo que me recomendó. Voy a tardar en olvidarlo.
Y de los pescados a las carnes. Roberto puede deleitarte con unos riñones de cordero lechal al jerez viejo o todo un clásico, el rabo de toro deshuesado, en su punto y sabrosísimo.
El restaurante, decorado de la forma más sencilla, te relaja y el servicio es impecable. Por ponerle solo un pequeño pero, es mejorable la carta de vinos. En cualquier caso, un lugar absolutamente recomendable en el que puedes comer de maravilla por 40 €.
La perseverancia, al final tiene siempre su recompensa. Bravo por Roberto. Un auténtico guardián de las mejores esencias gaditanas.