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Apelo al calificativo de sorprendente, porque uno no se puede imaginar que a tan pocos kilómetros de Madrid y tomando una carretera por donde uno ha pasado infinidad de veces rumbo a la preciosa y singular Plaza Mayor de Chinchón, pueda encontrarse en un espacio natural poblado de lagunas y aves autóctonas donde se ha instalado el anhelado silencio. Se llama Complejo “La Cigüeña” y acaba de inaugurarse. (Carretera de Valencia A3 Salida 21. Carretera a Chinchón km. 2,5. 91-8706287. www.complejolaciguena.com). Cuenta con bungalows hechos con maderas de las selvas brasileñas, perfectamente equipados, por si te apetece pasar un fin de semana, y con una cuidadísima restauración dirigida por el inquieto y muy técnico chef, Juan Pozuelo. Juan, todo amabilidad y profesionalidad, se forjó en el Hotel Escuela de la Comunidad de Madrid, y adquirió conocimientos, destreza y capacidad para estar a la última, en múltiples medios de comunicación como el Canal Cocina, Telemadrid o Cuatro. En el 2.006 inició su aventura privada, primero en el restaurante 'Entrefogones' de Hoyo de Manzanares y ahora en “La Cigüeña”, al frente de un equipo que, por cierto, da un servicio excelente al cliente. Le fotografié en la bodega del local. Un escenario, amplio, moderno y magníficamente decorado, que sienta el precedente de lo que a continuación os cuento.
En todo este lugar se respira modernidad, diseño y funcionalidad. Esta cuidado hasta el más mínimo detalle. Todos los espacios están orientados a la laguna, lo que te da una sensación inmediata de paz y relax, difícil de encontrar tan cerca de Madrid. Al entrar te topas con un salón y una terraza, enfocada al aperitivo o a comer de tapas, un Gastrobar 'Chillout'.
El aperitivo que me regaló Juan fue pura fantasía. Una equilibrada mezcla entre modernidad y tradición que define muy bien su concepto de la gastronomía. Probé langostinos macerados al Jerez en Orly, un salmorejo perfecto de sabor y un curiosísimo espejo de pulpo en salsa gallega (son laminas finísimas de pulpo)
Seguí con huevos, chorizo y patatas fritas en cremas, una original patata con chistorra y croquetas. ¡Que delicia!
Y tras el aperitivo, el almuerzo. Para ello cuenta con dos salones, el tradicional en la parte de arriba y el gourmet, en la de abajo casi al nivel de la laguna. Dos espacios diferenciados que evidencian el dominio que tiene el chef de la tradición y la modernidad. Si en los aperitivos, Juan me demostró el aspecto más vanguardista de su concepto gastronómico, en el menú que me ofreció, pude apreciar, además, su conocimiento y respeto por los platos de siempre. De todo me quedo con unos tiernos y sabrosos puerros con vinagreta de habitas y mostaza. Un riquísimo taco de merluza de pincho en falso pilpil sobre pisto y un cochinillo asado a baja temperatura, sencillamente perfecto.
El postre, un arroz con leche, chocolate y queso lo tomé en la terraza del salón 'gourmet'.
Fue una experiencia gastronómica de lo más interesante. Disfrutas en la mesa, desde el relax al que te transporta un lugar insospechadamente bello, silencioso y armónico. Os va a gustar. Hay que ver lo que pueden dar de sí los fines de semana, ahora que empiezo a disfrutarlos. Gracias como siempre por todos vuestros comentarios. Que tengáis una buena semana y buenas experiencias gastronómicas.