Suele ocurrir que una se entera ya de las cosas por las redes sociales o las alarmas de google. No lo digo con fastidio sino con aceptación de lo presente y admiración hacia el futuro. Sin ir más lejos, me llegó, vía twitter, la fotografía de Linda Evangelista, paseando por Japón, que se ha hecho viral. Junto a la fotografía el comentario -“Merece la pena ser tan rica para acabar así? “- Reconozco que, como a la mayoría que hemos adorado a las Top de los 90, nos ha sorprendido la transformación de Evangelista y su considerable aumento de peso. Pero lo que me ha decidido sin duda a escribir este post ha sido el comentario: -¿Merece la pena ser tan rica para acabar así?- Como éste hay otros tantos comentarios acerca del cambio de Linda Evangelista, la modelo más camaleónica que llegó a decir que por menos de diez mil dólares no se levantaba de la cama. Se calcula que su fortuna sobrepasa los 11 millones de libras.
Retirada ya de las pasarelas… sigue trabajando; en septiembre fue imagen de la nueva fragancia de Moschino y viaja por el mundo para inaugurar tiendas de grandes firmas. A punto de cumplir 51, ha sido captada por los paparazzi y ha llenado titulares como en su reinado copó cerca de 600 portadas de revistas. Todas hemos querido llevar el pelo rojo, naranja o corto como Linda, hemos adorado su mirada felina y su transversal sonrisa capaz de hechizar y romper moldes. Ella fue de las Top, la más transgresora, la diferente que poco se cortaba y mucho provocaba. Sin ir más lejos, la última fotografía que ha colgado en su Instagram @lindaevangelista es una ´vintage´de ella y la Campbell dándose un beso en los morros con el comentario -‘Happy Birthday OMI. Love you Always..”-
Ahora ella es noticia por su aumento de peso, por su cambio de look, por haber abandonado esa imagen que a tantos nos cautivó y nos ha dejado, en cierto modo huérfanos. Desgraciadamente está en el peso de la fama ser tantas veces Apreciado como DES-preciado. Much@s han decidido calentar el teclado y quedarse a gusto con el cambio de look de Linda, una de las mujeres más deseadas durante tantos años. La CatWalk ha dejado de serlo, poco nos importa si ha sido por decisión de ella, por salud o por consecuencia de la ‘bendita’ menopausia. Poco importa porque en el DES-precio podemos esconder nuestras miserias, nuestras frustraciones, nuestro lado oscuro que tanto nos cuesta reconocer.
-“Merece la pena ser tan rica para acabar así?- He pensado qué respondería Linda o Angelina Jolie, a la que hace pocas semanas, también se hizo acopio de DES-precio por su extremada delgadez. Yo me reconozco incapaz de responder sin recabar a la expresión popular ¡Qué mala es la envidia! y por supuesto …¡Linda I Always love you!