09.00: Las nueve y despierta. Hay problemas con mitele y con el editor, así que no puedo publicar de momento. Voy tomando notas a parte y lo cuelgo en cuanto quede arreglado. Houston ya está avisado y en el Apollo nos lo vamos a tomar con café.
Como cuando no se podía ir al cole porque había nevado y estaba todo cortado y la puerta tapada. Hacía ilusión, por la novedad. Así que no soy de Canarias, no.
09.10: Las nueve y diez y antes no estaba despierta aunque creyera que sí. Acabo de caer: de qué voy a ir tomando notas si tampoco veo mitele. Os cuento mi casa o me invento el percal, no hay más. (Icono carita triste).
Rescates al azar de pensamientos en mi cabeza:
Después del duelo Paula-Omar he creado los minitonos de guasa para tu móvil. Bájate “Muero de amor” para tu churri o “Cojo un látigo y me fustigo” para llamadas non gratas. Ahora os paso mi número de cuenta y lo arreglamos. Lo de “Tengo 837 pibas ahí fuera esperándome” y “Pues me como a los 500” quedó obsoleto, salvo que necesites dar imagen de “sobrao”, lo seas o no. No se me ocurre en qué circunstancia podría esto venirle bien a nadie, salvo que vivas en una de gangsters o estés tan confuso que creas que es una buena imagen, que ir de tipo duro puede hacer creer a nadie que lo seas, qué sé yo. Lo de la curtida coraza que esconde a un hombre tierno no deja de ser un estereotipo. Luego está el mundo y las personas de verdad, que son bastante más complejas, menos mal.
De cualquier modo, se acabó el western, lejanos quedaron los cascos de los vaqueros de Carabanchel. Ahora tenemos a la bruja del oeste y la del norte enfrentadas (a escoger según inclinaciones, yo con tener dos contrarias voy que chuto en esta historia), no hay rastro de Dorothy y Luis quisiera ser el impulsivo Totó. Pero no le sale.
Tenemos a Jonathan como el hombre de lata que busca un corazón, a Juanma de espantapájaros, Hugo de león miedica y Azahara y Rubi como Munchkins, que viven felices desde que murió la bruja del este. Bueno, Rubi siempre fue feliz.
Yoli es un híbrido entre Mofli, Boo y la hermana pequeña de Tazz.
Y Fran es el lobo de otro cuento, podría sorprendernos y tal.
Voy a por otro café, que empiezo a desvariar.
Las 10.00 y sigo sola pensando cosas raras que mejor no sepáis.
Bueno, pues me he puesto banda sonora y aquí ando cantando como diminuta tarada Follow the yellow brick road. A mi novio le gusta pensar que bailo a JeyLo en secreto. Cuando lea esto se va a quedar chafao.
10.30: Siento como si hablara sola. Os echo de menos, comments.
11.00: Houston sigue liado. Todos queremos alunizar, pero tengamos paciencia.
11.10: Mitele sigue en out. Lo que sí se ve es el trailler de Dos tontos más tontos todavía.
11.15: Pueeees… son muy tontos. (Icono de bicho que ríe y llora.)
Mira, como Paula y Omar - el icono, digo - una llora de reír y otro llora de felicidad. Acusar de contradicción es una contradicción en sí misma. ¿Quién no lo es? Y si no lo es, es raro, pa mí que es máquina. Y hasta mi ordenador es más impredecible. Claro, que es mío. Algo se le habrá pegado.
11.30: ¿Houston, cuánto falta?
11.45: Veo la luna. Ya llegamos.
12.00: Puedo publicar. Ale, todo de golpe, nadie se empache, eh?
12.15: Falta el 24 horas, pero ya llega.
12.17: Primer contacto con la luna. A través de la app. Varios seres animados coordinan iguales movimientos ante un objeto cuadrado que reproduce lo que hacen. Quizás sea el ensayo de una danza tribal para pedir comida a los dioses.
Se han descoordinado y paran. Parece que se ponen de acuerdo para los próximos movimientos coordinados. Dos de ellos dirigen el ensayo, responden a los nombres de Paula y Jonathan. Otro de ellos observa en posición de descanso junto al objeto cuadrado. Corrige fallos. Se hace llamar Fran, aunque cuentan los escritos que en un tiempo remoto lo llamaron papá.
12.30: Otro de los seres, el que responde al nombre propio de Luis, se estimula el cerebro con un automasaje craneal. Es una práctica habitual en estudiantes y personas que se dedican a ingerir datos y memorizar cuestiones. Vuelve al ensayo.
Corte al jardín solitario.
Y vuelta al ensayo.
12.40: Otra vez no veo nada. Lo siento, chicos.
12.50: Ahora no.
Ahora sí: el ser animado Fran se abre la chaqueta y le queda en forma de capa. No ha dicho "Yo soy batman", pero molaría.
La selenita Azahara se lía con un paso que no le sale y la selenita Paula dice sentirse mareada por no haber desayunado. De lo cual deducimos que la energía de los selenitas también depende de su ingesta diaria de alimentos y de ahí la importancia de este baile tribal para pedir una buena cosecha a los dioses.
La conciencia que responde por Paula dice sentir mareo y calor. Eso no significa que lo haga, eso significa que ella lo siente. Como ya sabéis, no todos sentimos igual. Se sienta y gesticula como si tocara un tambor imaginario. Tal vez chequea su coordinación. Tal vez sigue ensayando. Deben ser costumbres de esta luna. Tal vez reza.
13.00: Uno de sus compañeros le ha llevado alimento y la selenita renueva fuerzas.
13.10: Parece que este sistema lunar recibe algún tipo de iluminación, dado que sus seres producen sombra.
Sé que en esta toma parecen zombies, pero os aseguro que no responden a esa tipología.
13.20: Chicos, se ve en la app del móvil.
13.30: Continúa el ensayo del baile tribal. No se sabe qué dios juzgará el último día, muchos pensáis que será Victoria, (a la que llamáis Vicky, profesora de Zumba o morenaza, según quién) y tiene sentido y todo. Por el nombre, digo.
13.40: Mismo plano: acompañan con un cántico que dice "gol, gol, gol, gol, gol". Cinco veces. Como en el juego ése sobre un campo verde de unos que se pelean con los pies por un objeto redondo, blanco y negro. Debe ser muy valioso ese objeto. Y eso que se le da de patadas. Debe ser fuerte y resistente también.
Primer ensayo que les satisface. Lo repiten para afianzar. Eso es la memoria, repetir una y otra vez la misma cosa hasta que se graba, nada que ver con el aprendizaje ni la sabiduria. Aunque puede ser útil, si se mueven los datos de neurona a neurona puede que se acaben usando y todo.
Se escucha una voz, debe ser uno de sus dioses principales (al menos les habla): les dice que en diez minutos pueden hacer ensayo general pero sin la emisión de la tele (el objeto cuadrado que emitía imágenes).
13.50: Efectivamente, ya va mitele. Gracias a todos por la paciencia y por avisar. Recupero la cordura y sigo.
14.00: Terminado el ensayo general sin la chuleta de la emisión, se aplauden. Piden repetición y otra vez.
Pues así les va quedando:
Terminan y a la casa. Hugo ha quedado desplomado en el sofá.
GHTime, Fran no baila porque está así estipulado por la propia prueba. Su función es observar las coreografías, detectar y corregir fallos. Supongo que será por su rodilla. El machaque que les espera es importante. Si queréis más datos de la prueba: el minutado de Kai a las 18.36
14.10: Empiezan con la preparación de ingesta. "Hoy espaguetis y mañana macarrones", expresa el selenita Hugo. Como si fueran comidas diferentes.
La selenita Alejandra entra en cólera contra otro de los cohabitantes de su zona restringida. Las denomina "moscas" y asegura que son 1150. O la chica es savant o exagera a partir de mil. Si es lo segundo, supera a Omar, eso queda claro a cualquiera que sepa contar.
El descontento hacia la comunidad animal con la que comparten ecosistema se va contagiando entre los compañeros. Luis se ha quejado a su dios principal: Super, que le ha contestado "son sólo moscas". Luego ensaya palabras sueltas de su dialecto con las que se atraganta: quiere decir insomnio, pero le sale somnolencia y sus compañeros le ayudan.
14.20: La conversación en el salón entre Luis, Paula, Yoli y Alejandra deriva a tatuajes. Luis pregunta si existe la tinta blanca. Se cuestionan cómo se podría tatuar a "un negro muy negro". "No se le vería", comentan. (Se entiende que el tatuaje sobre la piel es lo que no se vería). No han dado con ninguna solución. Luego Luis advierte que hay diferentes tonos de color negro: "no es igual el negro de los tatuajes que el negro de un calcetín", dice Luis, dejando ver la avanzada sensibilidad ocular de su sistema visual.
14.30: Pues comiendo. Y yo voy a hacer lo mismo, que mi estómago protesta.
14.40: Azahara se queja de su baile. Luis la alaba, pero ella lo niega: "¡pero si soy un pato!", asegura muy seria. Aunque hace siete días aseguró ser Peter Pan. La buena noticia: se puede cambiar. La mala: no sabemos quién será mañana.
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14.50: Conversación de sobremesa sobre gente de la tele que les gusta.
15.00: Recogiendo y adecentando la zona donde comen. Han cambiado el baile tribal por un cántico mántrico que dice: "tócame la minga, aaaahaaa". Como se me pegue, voy lista esta noche.
15.10: En su zona de reunión, Alejandra pide un ser masculino de su especie: "Necesito un hombre, por favor". Reclama diez minutos con él y se le ilumina la sonrisa:
Yoli le pregunta si no querría un poco más, aunque luego rectifica y comenta que dado el estado general de necesidad, puede ser un tiempo suficiente. A continuación saca su faceta Mofli y se encarama a la rama más próxima, o sea, el tronco vertebral de Jonathan.
15.20: Suena "Oye mi gente" y las primas deben abandonar. Les toca ser monitoras del baile tribal de la tarde.
15.30: Las selenitas primas memorizan su baile. Bautizan los pasos del baile: triángulo, culete y hombre fuerte son algunos de ellos.
15.40: Llaman a Fran para que entre con ellas a apuntar el registro de los pasos.
15.50: Fran ha terminado de apuntar los pasos de la danza y las primas repiten el baile completo. Ya sabéis, lo de repetir hasta memorizar.
16.00: Continúa el ensayo, coletas al viento.
16.15: Mientras tanto en su zona de reunión dos selenitas, macho y hembra, descansan y se dan calor durante la digestión. Un inquieto ejemplar más joven se les acerca y ofrece arrumacos cariñosos. Le llaman Javichu. Hugo, a veces.
El joven Hugo se va y Azahara comienza a relatarle a Juanma detalles e historias de su época de retoño. Disfrutan uno del otro.
16.30: De nuevo a la zona de baile donde las dos primas coinciden: temen perder pecho con tanto esfuerzo físico.
Vuelta al salón: Azahara le comenta a Juanma un problema de su madre: se tropieza y se cae. "¿Se tropieza con qué?", pregunta Juanma que aún no tiene una imagen clara. "Con ella misma", dice Azahara. (Ahora soy yo la que no tiene la imagen clara. ¿Su madre se duplica y se pone de zancadilla para sí misma?). Juanma se alarma y le pregunta si ha ido al médico. Se entiende que por lo del tropiezo. Lo de duplicarse es cosa mía y no pienso ir al médico. "Eso le dije yo, porque le pasa y se ha hecho ya dos moratones", certifica la rubia.
Corte a baile.
16.40: Salón: Juanma habla de rayadas con y de Azahara. Azahara clama al cielo porque no se siente comprendida y nombra a Pepi y Carmen, que bien puedan ser dioses paganos de una religión alternativa. Ya sabemos todos que Super sólo hay uno. Y Supermaligno para contrastar. No seré yo quien tiene a las fuerzas del mal y no lo nombre.
16.50: La pareja Juanma-Azahara sigue de reposo. Azahara le dice o amenaza con que ella habla mucho. Juanma se va al genérico y habla de la gente: la que habla mucho y no escucha. Azahara se da por aludida y le acusa de estar diciendo eso de ella. Él niega, dice que hablaba de "la gente". Azahara cambia rápidamente de tema: ha encontrado un agujerito. Y pasa a contar lo bien que dormía sobre el hombro de su papá. Y después a una foto que le hicieron.
Y con ellos os dejo.
Son las 17.00. Yo me subo al Apollo y me vuelvo a mi mundo. Alejandra Q me toma el relevo. Gracias a todos.