0.00: Buenas noches niños y niñas, queridos todos. Conectamos.
0.10: Le doy al play pero no funciona, así que tengo que poner el directo en la App y minutar 5 horas mirando una pantalla de 10x6 cmts, de forma que voy a limitarme a cubrir el expediente. Además, el editor tampoco funciona, así que minuto en un Word y resulta todo un poco absurdo, como pasar nochevieja tú solo o algo así.
Envíen EXPLOTACIÓN al 5555.
Total, que después de instalar la App y darle al play, me encuentro con un Luchador Genéticamente Perfecto escribiendo en un portátil solo en un estudio de radio.
Envíen SURREALISMO al ¡*#Ç]
Pol da a una tecla.
Espera.
Da a otra tecla.
Pausa.
Tres teclas.
Lee.
Tecla.
Tecla.
Pausa.
Tecla tecla tecla.
Mientras tanto, en el salón, hay una fiesta. Un miércoles ¿Por qué? Pues no lo sé, porque no he podido leer el minutado de Viruete, como tampoco funciona, así que de momento nos conformamos con que hay una fiesta y ya iremos viendo de qué va.
0.25: Veamos. Están Adara y Bárbara sentadas en el sofá, y entonces se les ocurre que sería una idea estupenda robar donuts del almacén para gastar una broma y nada más decirlo les parece que es la cosa más graciosa se les ha ocurrido en sus vidas y entran en brote y se ríen enajenadas y Bárbara agita una mano y se tapa la boca con la otra mientras se inclina adelante y atrás, estilo Rainman, y Adara rebota en el sofá de sus propias carcajadas, como el Cuñao, aunque con más dientes pero menos gracia y dicen cosas tipo:
-Ay, que me meo, tía.
-Ay no. No, que yo me meo, tía.
-Ay.
-Qué risa tía.
-Qué risa.
-Me hago pis.
-Y yo tía.
Hay dos explicaciones posibles: o es una competición a ver quién tiene la risa más falsa (en falsedad de gestos gana Bárbara, en falsedad de sonido gana Adara) o bien están borrachas.
Hay una tercera opción, pero voy a escribirlo con tinta invisible: ___ _______. Las dos.
Luego nos vamos a la pista de baile. Esto es: ahora vamos a ver a gente bailando mientras se miran en el espejo. Creo que si quitasen los espejos durante las fiestas, pasarían más cosas.
0.35: Bailan mirándose al espejo.
0.40: Perrean. También mirándose al espejo.
0.45: Hacen un corrillo de Perreo Mortal, que, por lo visto, consiste en perrear acercando el pandero al suelo progresivamente y mirándose al espejo al mismo tiempo, mientras los demás gritan: ¡eh! ¡eh! ¡eh! ¡eh!
El que cae, pierde.
0.50: Ensayan un paso de baile un huevo de concursantes. Todos el mismo paso. Todos mirándose al espejo.
Sucede que, a partir de dos homínidos haciendo un baile de estos, ya sea Coyote Dax o la Macarena, se me dispara la boviscopofovia (que, para los nuevos, consiste en pánico atroz al comportamiento bovino en el ser humano) (y que se me nota en que se me pone de punta el vello de la parte interior de los brazos, una especie de pelota de hierro fundido en el esternón y una necesidad sofocante de levantarme y huir, combinada con ligeros accesos de cólera vociferante con amenazas al género humano en general).
Según Noelia, el paso bovino es: palante, patrás, patrás, paunlao, palotro, palante, patrás. Repetir.
Sólo para que conste en acta, los bípedos implumes que sufren este arrebato de comportamiento bovino son: Pablo (con un flotador azul puesto inopinadamente), Rodrigo, Noelia, Montse y Álvaro.
0.55: El acceso bovino se propaga por el del rebaño porque en eso consiste precisamente el acceso bovino, de manera que voy a por una bolsa para respirar dentro mientras casi todos hacen una especie de coreografía grupal mirándose al espejo. Les parece tan guay que se ven impelidos a llamar a los demás para que se unan a la ceremonia hasta que todos (todos) terminan haciendo la coreografía bovina y parecen realmente satisfechos con su condición bovina durante el proceso, por mucho que a mí me tiemble un párpado. Después, a Fernando se le ocurre levantar a Clara a hombros (presumiblemente para demostrar que es un macho apto para una hembra de grandes dimensiones, a juzgar por el rollito que se traen últimamente) y rápidamente, el bovinismo se expande otra vez y varios zagales imitan a Fdo y levantan a hombros a sendas pardalas mientras los demás gritan: ¡eh! ¡eh! ¡eh! ¡eh!
Pierdo el conocimiento momentáneamente y cuando lo recupero siguen gritando:
¡eh¡ ¡eh! ¡eh! ¡eh!
0.56: Pierdo el conocimiento momentáneamente y cuando lo recupero tengo un golpe gordo en el parietal derecho y me pita el oído y los zagales siguen gritando:
¡eh¡ ¡eh! ¡eh! ¡eh!
Me tambaleo hacia la cocina.
1.00: Vuelvo. Todos haciendo la coreografía con arrobamiento bovino. Añadiría algo más, pero las reglas del comportamiento grupal ya las aclaró Freud hace mucho tiempo y básicamente vienen a decir que la inteligencia del grupo enfebrecido es equivalente a la inteligencia del más monguer de sus integrantes.
Y claro, aquí ___ ______ a cholón.
1.10: Termina la coreografía pero siguen bailando y mirándose al espejo. En segundo plano, Adara y Bárbara siguen ajustadas en la competición de risa falsa, o siguen borrachas. O borrachas de competi. O que ___ __________, sin más.
1.15: Adara y Bea acercando posturas por el asunto Pol/Rodri. Es que estoy rayada por esto. Yo también. Lo siento, tía. Yo también, tía. Y terminan tan amigas, con beso y todo en 30 segundos. Cuando a Bea se le olvida de cómo le gustaría ser, resulta una muchacha estupenda, tengo que decir. Adara confirma que le “gusta Pol”, pero que le “da vergüenza” así que: “no se lo he dicho a nadie”.
1.20: Todos los concursantes se reúnen en el salón. Tienen que jugar a algún juego, por eso la fiesta. Miguel lee las instrucciones pero está la música muy alta y no pillo ni la mitad. Seguiremos informando.
1.30: Tienen unas cartulinas y parece que escriben cosas en ellas, creo que algo positivo de la experiencia y un deseo o algo que les gustaría, pero, de momento el realizador se va a la pista de baile y me quedo sin saberlo. Candelas, Miguel y Clara bailan mirándose al espejo.
Morritos.
Selfie.
Repetir.
1.40: En el jardín hay una imitación de la Boca de la Verdad. No sé cómo describirla. Sacaría un pantallazo, pero no puedo. Es una réplica de una máscara que está en Roma, que tiene grabada la cara de un Dios de aspecto zeusiano, con una hendidura profunda en lugar de boca. A ver así: es la boca donde Gregory Peck finge perder la mano delante de Audrey Hepburn en una escena muy famosa de Vacaciones en Roma. De vez en cuando, algún concursante se acerca a la Boca y mete un sobre. Me imagino que son las cartulinas, pero no estoy seguro.
1.50: Gente bailando hasta que termina la música, o por lo menos, bajan el volumen. Salen bovinamente al jardín. Conversaciones simultáneas e intrascendentes. En un momento dado, Noelia explica que si vende su pelo le darían 6000 euros. Miguel, que vive al límite, dice que esta noche le cortan el pelo a Noelia y lo venden en el mercado negro de pelucas, dónde Miguel tiene contactos y una reputación que mantener. Noelia se hace la escandalizada porque le vayan a cortar el pelo, pero en el fondo está encantada porque está siendo el centro de atención durante 5 minutos. Y Miguel, que vive al límite, coge y pregunta: y esto –dice, deslizando los dedos por la coleta de Noelia- ¿para qué sirve?
-¿El pelo? –pregunta Noelia.
-Seh –dice Miguel.
-Para hacer extensiones… -duda-. Para hacer…. pelucas.
Pablo se gira y se va, supongo que para que no le vean partirse por el eje. Noelia aguanta el tipo a base de poner caretos. Fernando va a decir alguna impertinencia, pero el realizador corta a la pista de baile.
2.00: Pista de baile. Rodrigo carga con Beatriz. Conversaciones simultáneas de fondo en los sofales. Hablan de comida.
2.05: Todos los concursantes en el jardín. Ya no hay ni música ni alcohol. Parece que van a jugar.
2.20: Preparándose para jugar. Qué lentos son, hay que ver.
2.25: La cosa va así: se ponen todos en corrillo. Han cogido una especie de antorcha hawaiana (supongo que escombros de la fiesta hawaiana) y la sujetan como si fuese un micrófono con el que hablan cuando les toca, pero la antorcha está apagada.
Pena.
Total, que tienen que decir algo positivo de la experiencia y algo que deseen, también de la experiencia.
Algunas cosas al azar que me llaman la atención de entre el batiburrillo de clichés que están soltando.
A Bea le preocupa que la audiencia no la perciba tal como es.
Pablo desea quedarse y que vuelvan Cris y Laura. En general, Pablo es un tipo paciente en la interacción y suele elegir bastante bien lo que dice, a quién se lo dice y por qué se lo dice.
Thundercat dice que la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte, pero que la parte contratante de la segunda parte para nada será considerada la parte contratante de la segunda parte, dónde vamos a ir a parar, y que, para concluir, ella con lo que se queda es con la parte contratante de la tercera parte.
LGP coge el micrófono y dice: yo creo… yo creo… y se lanza con una canción que yo desconozco pero que debe de querer decir algo para ellos, porque todos se ríen y se arrancan a cantar. Ha estado simpático, hay que decirlo. Luego dice a él le encantaba ver la gala de Halloween y que su deseo es llegar por lo menos hasta ahí.
Alvaro empieza bien, pero no mide. Es algo que le pasa mucho. Así que empieza burlándose de los clichés de los demás a base de decir lo mismo pero en negativo. Pero cuando los demás pillan la gracia, en vez de parar, sigue. Algo así: “A mí no me gustaría conoceros más. Estoy hasta los cojones de todos vosotros y no me gustaría llegar hasta la final” y aquí, que los demás ya se han reído y es cuando viene el giro, Álvaro decide seguir: Espero quitarme la vida en estos días que quedan. No ha sido un placer conoceros y espero que os vaya muy mal en la vida.
Rodrigo dice algo, pero cuando Rodrigo dice algo me sucede que lo olvido inmediatamente. ¿A vosotros no os pasa? ¿Cuándo habla Rodrigo? ¿Quién es Rodrigo?
Miguel dice algo que él cree que es superoriginal, pero no.
Fernando dice lo que se espera que diga.
Candelas. El problema de Candelas son las formas, dice Candelas. Pero el problema de sus formas no está dónde Candelas cree que está (en su rudeza), así que damos paso a la sección Retórica de andar por casa, como siempre patrocinada por Rita Barberá:
Candelas: “Deseo no irme mañana. Deseo que la gente que no me ha dejado conocerla, me deje conocerla. Que soy muy buena gente. Que no os imagináis el buen fondo que tengo”.
“Deseo no irme mañana”, empieza Candelas. Hasta aquí bien. Si nos ponemos tiquis, es más fino decirlo en positivo: deseo quedarme mañana. Pero bueno.
Luego dice: “Deseo que la gente que no me ha dejado conocerla, me deje conocerla”. Aquí, pretende decir que ella es una muchacha angelical de alma traslúcida, dispuesta a abrir su corazón puro a cualquiera que muestre un mínimo de interés. Pero la traducción es: quiero quedarme, pero igual no me quedo por vuestra culpa, que no me habéis dejado acercarme a vosotros, cabrones prejuiciosos.
Añade: “Que yo no me he negado en ningún momento”. Traducción: por si no os había quedado claro que la culpa es vuestra.
Y para rematar, añade: “que soy muy buena gente, ni os imagináis el buen fondo que tengo”. O sea, que, por si no os había quedado claro lo del alma traslúcida y el corazón puro, os lo señala. Traducción: encima de culpables, sois gilipollas, que no veis lo que tenéis delante.
Y este es el problema de Candelas, no la rudeza. Que dice que es clara, pero no.
Y hasta aquí la sección Retórica de andar por casa.
2.45: Se interrumpe el juego. Guardan silencio un momento.
¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Chssss.
¿Qué dicen?
Y va el súper y sube la música. Esto significa, queridos amigos, que empieza la temporada de celo del Talifán Ibérico. Como todos los años, el Talifán Ibérico, coincidiendo con los anuncios televisivos de coleccionables propios del final del verano, abandona su hábitat urbano y se desplaza junto con los talifanes de su tribu hacia la sierra madrileña en un Opel Corsa tuneao, con un par de botellas de cocacola llenas de roncola y una bolsita de plástico pequeñita escondida en la cartera. Aquí, queridos amigos, en la Sierra Madrileña, se encuentra la Casa de Guadalix, centro migratorio de estas misteriosas incursiones otoñales del Talifán, que, una vez aparcado el Corsa entre unos peñascos, y reunida la manada después de hacer pis detrás de unos matorrales, se desliza sigiloso por la hojarasca macilenta de la sierra, con un megáfono de segunda mano comprado en eBay escondido debajo del anorak del Primark. Se detiene un momento y olfatea el aire. Bajo la cúpula estrellada del cielo, el Talifan busca en el frío viento del norte feromonas que desvelen la posición de sus ídolos, pero no lo consigue y enciende el Google Maps. Duda si encender la ubicación por si se queda sin datos, pero al final se decide y sigue la flechita azul hasta dar con los muros que rodean la casa. En ese instante de máxima expectación, uno de los talifanes de la manada se sacrifica por el bien común y pasa corriendo por la garita del guardia con un bocata de mortadela a la vista. El guardia, que no ha hecho el cursillo de detección preventiva de Talifanes, corre inútilmente detrás del bocadillo, con la barriga rebotándole por encima del cinturón y el colesterol a más de 200. El resto de talifanes, aprovecha la imprudencia del guardia para sacar el micrófono y descargar su neurosis en forma de alaridos prácticamente inarticulados, incomprensibles para el oído inexperto.
Y El Súper sube más la música y suelta a los perros, pero ya es demasiado tarde.
Luego, carta de ajuste.
Parece ser que han gritado: “Pol falso” y “Bárbara mentirosa”.
3.30: Vale, pues mientras escribía los tochacos anteriores, se suceden reacciones a los gritos que acaban de escuchar. Todas las reacciones tratan de desacreditar al Talifán Ibérico. Estos son:
-Se estaban riendo, estaban de broma.
-Eso es que hablan de nosotros, y lo importante es que hablen de nosotros, para bien o para mal.
-Nos han dicho que no hagamos caso.
-La semana pasada dijeron Pol ganador y ahora dicen Pol falso, los muy incoherentes.
-Igual son del pueblo y han venido a echarse unas risas.
-¿Qué se puede esperar de gente que viene aquí a las 5 de la mañana a gritar “Pol falso” y “Barbara mentirosa”.
3.00: A ver, que me amontono: Thundercat, Adara, Bárbara y Candelas acaban de decidir ir al almacén y robar comida. Un paquete de Donetes. Candelas y Adara esperan en el salón. Bárbara y Thundercat entran en el almacén. Guardan el paquete de Donetes en la cazadora de Thundercat y salen hacia el jardín. Para disimular, Bárbara lleva a Thundercat cogida de la cadera y va diciendo: “no te preocupes, que todo va a salir bien”. Se unen Candelas y Adara, tiran las cuatro para el confesionario.
Cuando las vuelvo a ver, ya están en el dormitorio empapuzándose los donetes a dos carrillos. Las cuatro sentadas en el suelo, alrededor del paquete, como buitres alrededor del ñu moribundo. Cuando terminan, no saben qué hacer con el envoltorio y se comportan como si el envoltorio fuese en realidad un paquete de dos kilos de cocaína sin cortar. Finalmente, Bárbara se lo guarda en las mamellas. Todas prometen que, pase lo que pase, no dirán nada.
Después, vuelven a la fiesta.
De la fiesta, nada destacable.
Perreo.
Espejo.
Morritos.
Selfie.
Repetir.
3.40: Cuando las vuelvo a ver, están en el sofá del salón, asegurando que se sienten fatal por haberse comido los donetes y, al mismo tiempo encantadas de habérselos comido, y, al mismo tiempo planeando nuevos golpes maestros de audacia insólita, pero corte al jardín. En el jardín, varios concursantes con cara de perplejidad. Fuera de plano, se escucha a Miguel decir: Súper, ábrenos, por favor. Clara se ha roto un diente. Súper, ábrenos. Por favor. Súper. ¿Me escuchas?.
Por los perplejos, deduzco que Clara se ha caído o algo así. Seguiremos informando.
Corte al dormitorio: Adara propone dejar el envoltorio en algún sitio a la vista para que se líe parda.
3.50: Clara vuelve del confe con Miguel. Se unen a los concursantes que están en el jardín. Resulta que Clara no ha visto la puerta de cristal del jardín y se ha dejado un incisivo. Parece contenta, pero se va encabronando poco a poco. Con una resolución de 10x6 no os puedo decir se le nota o no. El caso es que deciden que es hora de comerse un donut que habían apartado y como Clara no puede comer nada hasta que vea al dentista, se termina de encabronar y se sienta en un sillón con los brazos y las piernas cruzadas mientras sus compis le hacen bromitas para quitarle hierro al asunto, pero como hacen las bromitas con trozos de donut en la boca, pues no parece que a Clara le estén haciendo ni puta gracia.
4.00: Corte al almacén. Alain con Candelas y Bárbara. Dice que si tienen hambre, lo mejor es salir y decirle a todo el mundo que tienen mucho hambre y que se van a hacer un sándwich o algo de ese tipo. ¿Quién lo dice? Pregunta Candelas, que va de frente. Yo lo digo, dice Alain, el apocao. Y coge Alain y sale y lo dice. Sí señor.
Luego el realizador pierde el norte y se pasa un rato saltando de un sitio a otro sin dejar que me entere bien de ninguna conversación.
4.20: Finalmente, el Realizador decide quedarse en la cocina con Alain y Candelas. No hay rastro del sándwich, así que no sé si se lo han comido o si no lo han hecho. En cualquier caso, hablan de hacer persas. Candelas quiere ser algo denominado: bikini fitness, actividad que requiere que Candelas vaya al gimnasio todos los días y hable de cosas como “secar el músculo” o “redondear líneas musculares”. Alain presta atención y, no sólo no bosteza, si no que hace apuntes y todo.
4.40: En el jardín, a Clara sigue en proceso de engorilamiento, mientras Fernando y Beatriz bailan rock ‘n’ roll acrobático.
En el sofá del salón, Candelas, Thundercat, Bárbara y Pablo. Hablan de nominaciones. En general, las muchachas dicen que piensan votar de corazón a pesar de encontrarse en una situación de “11 contra 4”, pero Pablo les hace ver que eso de votar con el corazón, está muy bien, pero que pueden darse situaciones como que estén ellos 4 nominados. Además, les explica la teoría de la división del voto: no es lo mismo que los nominados sean, por ejemplo, Clara, Miguel y Bárbara, que Clara, Bárbara y Pablo.
Alain está presente en la conversación, pero ellos hablan como si Alain no estuviese y tampoco se puede decir que Alain tenga especial interés por escucharles.
4.50: Ya hay gente acostada en los dormitorios. Clara y Fdo, por ejemplo. Clara está rayada porque el vídeo de ella estampándose contra la puerta de cristal del jardín se va a ver en Toda España.
5.00: Alain habla con los cuatro estrategas. Sentado en la mesa. Los cuatro estrategas mirándole con devoción. Les explica un par de cosas antes de que den las cinco: que tienden a convertir “una miga de pan en una pelota así”, concepto sencillo, pero importante. También les explica que es conveniente tener cierta capacidad de autocontrol y no perder los papeles a la mínima porque así mira lo que pasa. Los cuatro estrategas se quedan mirando a Alain, como si les hablase de un mundo mágico que ha visto en un videojuego, en el que la gente es capaz de solucionar cosas hablando entre sí.
Y hasta aquí por hoy, que ya no veo.
Mañana más. Andad por lo segao.