08.00 - 16.00: Arroz al horno
08.00: Buenos días. Comments, nicks, criaturas de Ger... captcha abierto.
Anoche salió Miguel (perdón, lo echastéis, lo echastéis). Quedan tres en una casa en blanco y negro. Y a nosotros muy poquito, cierto. Pero aún tenemos algunas mañanas para... para comernos mejor.
09.00: Dormidos.
Anoche me preguntaba cómo es que, pongamos una persona anónima cualquiera que clama al cielo por otras personas que son malas y le hacen daño, de pronto una noche se presta a hacer cosas de persona mala, como por ejemplo subir a vociferar initerrumpidamente con intenciones dudosas y sin dejar a hablar al otro, a unos excompañeros que llevan ni se sabe el tiempo encerrados en el búnker de Guadalix. O a insultarlos, o a tratar con desprecio, o a no dejar réplica o a hacer un careo planteado desde una posición bélica y no desde la intención de resolver algo. Da qué pensar. Y eso me lleva a que no fue una única persona quien se prestó. O a que tal vez todos tengamos un poquito de persona mala en nosotros. Aunque no todos montaron el espectáculo.
Por lo demás, que se ponga un vídeo de Beatriz diciendo "si seis personas ven esta camiseta de color rojo, la camiseta es roja", que a continuación JJ le pregunte directamente a Adara sobre ese vídeo y que de repente a Adara le dé una lucidez que le hace pronunciar la palabra divergente y le propone a Bea que la busque en el diccionario, me hace preguntarme cosas. Por ejemplo, si su capacidad de relación estaba inusualmente activada, dado que enseguida volvió a su repertorio habitual. O si el momento divergente se lo había ensayado. O si presenciamos unos segundos de posesión en directo. Y de pronto me doy cuenta de que mis preguntas son convergentes. Y como la presunción de inocencia es un derecho constitucional, añado entonces si será que en las sagas adolescentes habrá más enseñanzas de las que parece.
En cuanto al color de la camiseta, dos cosas:
1. Si a un millón de moscas les gusta la caca, ¿entonces la caca es buena? Es decir, ya pueden un millón de moscas ver la camiseta roja, que la camiseta será del color que tenga, por muchas moscas que opinen lo mismo. Una falacia como un pino, lo de la opinión de la mayoría. (Igual que la de la minoría. Igual que una opinión. Igual que cualquier opinión, ya sea divergente o convergente). En el extremo opuesto a la opinión se encuentra la verdad, pero eso es cosa de la filosofía y lo más que sabemos de ella (de la verdad) es que no se puede conocer. (Esto para otro día).
2. Ahora bien. Esto no quita que podamos entender lo que intentaba decir Beatriz (aunque no escogiera un buen argumento). Es decir, si una persona discute con otra. Y con otra. Y con otra. Y con otra. Y con otra. Y con otra más. Y con prácticamente todas. Se pregunta uno quién es el elemento conflictivo en la relación con los prácticamente otros.
Y ahora, me comerán. (Por la divergencia, claro).
(Lo tengo en cuenta good-girl y lo pongo en cursiva). Calvinista yo? No, no, de eso anti.
10.00: Las diez y dormidos.
11.00: Las once y lo mismo.
Y en comments debatiendo si la caca es buena. Soy fan. Vuestra.
12.00: Las doce y lo mismo. Tal vez estamos ante un nuevo experimento para comprobar a qué hora se levantarían por sí mismos. Por otro lado, hasta las 04.30 no escribió Tomás "todos dormidos". De modo que aún no se cumplen ni ocho horas. Y me consta (porque me consta y por experiencia propia también) que entre los 15 y los 30 años (a veces más) se puede llegar a dormir hasta 12 horas o más y sin remordimiento.
12.23: Meritxell interrumpe el experimento. Super le pide que se espere un poco para ir al baño.
12.30: Así que Meritxell se queda despierta, mirando al techo y enronscándose el pelo con furia en los dedos una y otra vez. Creo que sería bueno que la dejaran salir.
Por los pelos, digo.
12.40: Super se apiada. Permiso concedido. Con música y luz. Con los buenos días y agua caliente. Con toda la casa para ellos. Pero con el jardín, prohibido. A Meritxell esto no le gusta y protesta.
12.50: El despertar de Rodrigo y Bea es lento pero con cariños.
Bea y Rodrigo van a la cocina. Meritxell abraza a Bea y la felicita por su cumpleaños y la llama cosa bonita. Luego le dice que ella se ha despertado una hora antes por culpa de unas pesadillas: con la Rebe, con Clara y con Alain. Por si alguien tenía alguna duda. En cuanto a las pesadillas de Bea se resumen a que "su prima" le regalaba unas zapatillas usadas. Me ahorro las lecturas.
Bea es una persona que conoce las técnicas de tortura más de lo que aparenta. Le pide a Meritxell que le cante el feliz cumpleaños. Meritxell, que también sabe de tortura, le pregunta si lo quiere una y otra vez durante todo el día. Luego le sugiere a Beatriz que se lo cante su novio. Pero su novio está debatiéndose con los gustos de las moscas. "Qué asco", dice Meritxell al respecto.
De todos modos, para celebrarlo, hoy Meritxell se va a dar el lujo de beber el zumo en copa. Copa de balón. Beatriz le suplica que luego lo friegue. Meritxell opina que eso mejor hoy lo hace Rodrigo. Bea no dice ni sí ni no. Sólo pide que ya que son tres, a ver si no usan vasos para quince. "Eso, a ver", coincide Meritxell.
A continuación empieza la sucesión de felicitaciones cantadas.
Bea escucha desde el sofá. Rodrigo llega y observa.
13.05: Los tres en la cocina. Beatriz se pone rabuda con su novio. Estaba Beatriz amablemente diciendo que le "duele el coño" por falta de algo y entonces Rodrigo lo ha dado la vuelta y ha mentado trasero. Beatriz se ha enfadado porque no le gusta que le bromeen con el trasero porque tiene un pequeño problema. Le dice a Rodrigo que lleva una semana pidiéndole que no haga bromas con su fístula y parece que esta última vez ha decidido dejárselo aún más claro. Rodrigo pregunta una vez más que por qué le habla así y se retira a comerse el desayuno.
Parece que en algún momento del día de ayer, Meritxell irrumpió en el vater mientras Bea lo estaba ocupando. Diferencias en cuanto a cómo limpiarse el trasero que no voy a reproducir.
Super llama a Rodrigo al confe. Y les dice a las chicas que en breve podrán salir.
Hasta que puedan, Meritxell saca carta: la Rebe. La Rebe le parece falsa y en contraposición se menta a sí misma. Se muestra sorprendida del cambio "de mosquita muerta" a "cómo se puso". Beatriz considera que pueda ser desde que se haya cortado el pelo.
A continuación habla de los vídeos que le pusieron a ella con "la parejita feliz".
13.20: Rodrigo vuelve del confe con la tablet. Bea quiere saber para qué. Pero Rodrigo la despista, hay que abrir las cortinas. Entonces aparece esto:
Y pensar que algunos de nosotros nos hemos ido de vacaciones ahí metidos...
Meritxell observa largo rato y finalmente emite la siguiente observación: Bea sale pivón. Ella no.
Bea se sienta junto a Rodrigo, que ha retomado el desayuno. "¿Ya te has enfadado? Joe, es que tú te enfadas y yo qué". "No, tú te enfadas también". "¿Vamos a estar enfadaos?". "No estoy enfadao, pero es que no controlas". Ella justifica que lo que le ha dicho le molesta. Rodrigo le dice que ha sido una broma y que ella ha bromeado muchas veces con cosas que a él le molesta como si calvo o que no habla. Que te calles. Pues vale. Pues vale más. Pues que te follen. Y Rodrigo se acerca a Bea tumbada y le da un beso. "Mira, no me voy a enfadar hoy porque es tu cumpleaños". "Anda, dame otro beso".
13.30: Prueba 15: La campaña final.
Parece que va de una especie de campaña política para pedir votos para sí mientras recorren España. Cada vez que hagan parada en una ciudad deben incluir en su discurso un pequeño peloteo del lugar en cuestión, con por ejemplo "cosas de Zamora". Meritxell se asusta: "¿y cómo sabemos cosas de Zamora?". Parece que tendrán folletos turísticos de ayuda. Aún con todo, Meritxell se pide Barcelona. Y no tiene porqué ser una buena elección. (Por ejemplo, se ha sabido de barceloneses que piensan que su gentilicio es la Sagrada Familia). El resto son accesorios de campaña: carteles, chapas y cachivaches de esos.
Super les hace llegar hasta una pared al estilo de un photo call que deberán empapelar con el aspirante en cuestión cada vez. Les muestra los carteles. Les informa que deberán empapelar la casa también. Les muestra también un mapa de España tamaño pizarra, a todas luces para evitar dejar por los suelos al sistema educativo español.
A Meritxell le sigue preocupando que no se gusta en la foto.
13.45: Mientras se meten en el coche, nosostros nos quedamos con unos momentos musicales en presencia del árbol de Navidad y miro a mi alrededor por si acaso me he teletransportado a un centro comercial y veinte cadenas comerciales me quieren sacar los cuartos con la excusa de que es Navidad!
Vaya, occam12, muchísimas gracias. Lo que no aseguro es que vaya a ponerme al día de eso en concreto, con la de libros que se me acumulan en la mesilla. He rehecho la entrada de las 13.05 (ya me he enterado del motivo de la disputa mañanera). Gracias también, sindy18.
Estaba contando los villancicos, pero he perdido la cuenta. Lo que me hace sospechar que tal vez por eso nos los bombardean en las tiendas. Se queda uno como atontizado.
13.55: Diez minutos de atontizamiento y volvemos a la casa. Meritxell no encuentra sus chapas. No va con segundas. Es que Meritxell asegura que no encuentra sus chapas.
Mientras las encuentra, ésta es la cara que se le queda a Bea cuando Rodrigo le cuenta su encuentro con la yaya Carmen desde plató.
La receta está en la tablet. Los ingredientes en el almacén. Bea parece que en el salón, pero se diría levitando. Meritxell se une al estallido. Respecto a sus chapas, yo no sé nada.
14.05: Van a la cocina. Todo va bien hasta que Bea acusa a Rodrigo de "cómo estamos hoy, eh, para meterte un palo por el culo". Rodrigo no entiende y yo tampoco, así que preguntamos: "¿encima?". Bea sale por la izquierda y Rodrigo friega los desayunos. A Meritxell la he perdido en algún momento entre que sacaban un caldo de pescado y las costillas del almacén.
14.12: Vuelve Bea. Sonríe. Se ríe. Le pregunta a Rodrigo por la yaya. Pero Rodrigo se ha quedado serio.
Meritxell busca el aceite para el desayuno. Bea sigue buscando conversación a base de nombrar a la yaya y lo loca que se ha quedado (Bea).
Rodrigo sigue callado y se centra en raspar el fondo de una taza. Marrón.
Finalmente Bea le pide ayuda a Rodrigo para cortar las carne. Rodrigo le dice que está fregando y que no puede hacer dos cosas a la vez. "Pero no me hables así", dice ella. Rodrigo esta vez mal no ha hablado y se limita a decirle que ahora va, que primero tiene que fregar. Meritxell termina su desayuno y se pasea por la cocina. "Mírala, cocinando", dice de Bea. Bea reafirma y emite protesta hacia Rorigo. "Bueno, tía, lo ha hecho con buena intención", defiende Meritxell a Rodrigo metiéndose en el anorak de Bea.
14.30: Bea sigue con la carne. Rodrigo casi ha terminado de fregar. Meritxell ya no está. Van diez minutos de silencio apenas interrumpido por alguna risita de Bea y un "mequedao loca".
Bea pregunta por el azafrán. Para buscarlo más fácil, pregunta por el color del azafrán. Según Rodrigo verde. ¿Verde? Sí, no sé. Pues no hay azafrán. Pues sin azafrán. ¿Lo haces conmigo? Sí, en cuanto termine todo esto, voy.
14.40: Llegamos en el baño. Meritxell al espejo termina lo que estuviera haciendo. Luego se suena la moquera y tras observar cinco pañuelos aparecidos junto al que acaba de usar, se decide a levantarse y tirarlos todos al cesto.
Rodrigo se acerca a la cocina. "¿Me das un beso?", pide Bea. Y aunque le dice que a ver si quita esa cara de moco que tiene hoy, Rodrigo se deja dar el beso y ella le mordisquea la barbilla. "Es que no me dices cosas bonitas", dice él. Y entonces ella en tono manso le da las gracias por pedir el arroz y le dice que no se lo esperaba. Y de postre un cachete al culo.
14.48: Meritxell se ha escondido en el vestidor y acomodada en el sofá se mira las uñas antes de empezar a mordisqueárselas.
Rodrigo le confiesa a Bea que le "ha jodido que Meri escuche que ha pedido esto (el arroz) para hacerlo con Bea, juntos, y que me vea ahí fregando y no sea capaz de decir 'venga, lo hago yo y tú te pones con Bea' y que se haya ido. Encima son sus sartenes y sus cosas". Bea contesta "ya" y le da un beso. "¿Me votarías?", pregunta él. "Hombre, pues haciendo estas cosas". "No, no por hacer estas cosas. Digo si me votarías". La respuesta es "pues claro".
14.56: Meritxell ya va a empezar con la otra mano:
15.05: Bea y Rodri en la cocina van a hacer una segunda tanda de arroz, si no he entendido mal, para el ninja, la catwoman chiquitita que ató a Alain en la gala de familiares (Meritxell no sabe nada de ella, no la turbemos), los becarios y el Super. En cuanto a Meritxell, después del festín de uñas que se ha dado, reposa dormida en el sofá del vestidor.
15.15: Bea está emocionada: "ay, huele a mi casa".
15.20: Rodrigo le comenta a Bea que ayer ya antes siquiera de empezar a hablar con Adara se quedó muy tranquilo. Con los vídeos. "Ella sola se dejó en ridículo". Bea le cuenta también su experiencia de anoche con la pareja y como Adara comparó una relación con otra. A Rodrigo le parece que "faltaría más que se quedara con nuestra relación y no con la suya". Añade que una cosa es que ahora Pol haga lo que ella quiere que haga, pero que el Pol de las primeras semanas no era igual que con el que está ahora. Se pregunta también Rodrigo "qué llama tienen esos dos, que les meten al apartamento después de un mes sin verse y se quedaron dormidos".
Bea opina que a Adara la traen para montar pollos y como ejemplo pone las discusiones constantes de la casa hasta su expulsión, aunque ella tampoco sabía no entrar. Repite más o menos las cosas que vimos ayer. Rodrigo dice que lo que más le apena de todo esto es "por Pol, porque yo me llevaba bien con él, pero ahora con ésta no voy ni a poder quedar con él". Se imaginan una escena en la que Adara no le deja a Pol irse de cañas con Rodri. Y les da la risa.
En cuanto a Noelia, Rodrigo se siente extrañado, aunque cree que no será para tanto. Al parecer Noelia tenía los ojos llorosos cuando terminaron el visionado de los vídeos. Y eso a Rodrigo le hace pensar que no debe ser tan grave lo que le pase a Noelia.
15.35: Nos vamos un rato con Meritxell. Volvemos con la pareja, pero hablan de darlo todo en una fiesta en Ibiza y estamos en emisión diurna. Así que volvemos con la pantera durmiente. Con los arroceros. Pantera. Arroceros y nos quedamos. Rodrigo opina que "esto parece un cocido si no le echas arroz". Y os he escuchado lo mismo en los comments.
Rodrigo y Bea hacen planes en voz alta. Sobre con quién vivir, si montar un bar con Clara y Miguel, y Bea si está en Madrid, y si los amigos de Rodrigo estarán en Madrid o seguirán repartidos por países. Rodrigo no va a decidir nada hasta que no salga y vea. Bea dice que ella sí se ve viviendo con Miguel y Clara. "Te podrías acoplar", dice sonriendo tímidamente. Pero Rodrigo está repasando el paradero de sus amigos.
El arroz les reclama. Beatriz introduce los garbanzos en el recipiente, que le ha faltado no sacarlos del cristal. He visto cosas peores, os lo aseguro. Como echar una bolsa de congelados directamente a la sartén en base a un malentendido con las instrucciones: "échese directamente a la sartén sin descongelar". Hay veinteañeras realmente peligrosas compartiendo piso por el mundo.
15.49: Meritxell sigue haciendo la siesta de la digestión. Han sido muchas uñas las que se ha mordido durante su encierro voluntario en el vestidor.
15.53: "Qué pena que no esté Miguel", dice Bea mirando por el cristal del horno. Con esto se va a sandiar mientras se hace el arroz. Vemos unos segundos a Meritxell vagando por el baño. Rodrigo en la cocina se pone una coca cola y vigila el horno. La foto del resultado se la tendréis que pedir a Viru.
Bea vuelve. Pegan los dos la nariz al horno y se emocionan: "mira, mira, ya huele". "Huele a pueblo. A comida típica".
16.00: En cuanto a mí, creo que me he merecido este finde. Van doce días seguidos de minutado diurno y ya es hora de que os pase con Viru.
Lunes más.