08.00: Buenos días. Comments, nicks, criaturas de Ger... captcha abierto.
08.03: Casa en blanco y negro. Aprovecho a ponerme al día y vuelvo!
08.30: Porcentajes: 39% - 27% - 22% - 12%. Hay una persona en cabeza desde que empezó el voto en positivo. Lleva buena ventaja, pero no se puede dar nada por hecho, que aún falta.
09.15: Blanco y negro.
10.00: Y lo mismo.
10.30: Nada, no triunfamos con la música entre semana. Pena.
Instrucciones, las de siempre: micros lo primero, una hora de agua caliente y a continuación la prueba. Si ellos están cansados, mi parte ni os la cuento.
10.45: Rodrigo le deja un cariño a Bea y se levanta. Meritxell va segunda. Me libro un rato de escuchar las mismas canciones. Miguel y Bea conmigo. Y nos vamos a la cocina. Meritxell le dice a Rodri que se tienen que tomar los dos la medicina. También ha encontrado algún tipo de señal del destino o peor: una prueba incuestionable de que está predestinada... a saber a qué. "Han cambiado mi foto de sitio. Ahora está donde estaba la de Alain. ¿No es super fuerte?", le cuenta Meritxell a Rodrigo con la sonrisa del Joker en la cara. Rodrigo pone cara de pocker. Yo de escalera real. Y sí, estoy de acuerdo con Meritxell, aunque no sobre el mismo asunto: es super fuerte.
10.55: No tanto como que le pida a Rodrigo que le diga la verdad: "¿a que me voy yo?". Rodrigo le contesta que ya que tanto lo dice, cómo no aprovecho a irse el jueves pasado, que hasta tenía las maletas hechas.
11.05: Miguel se maquilla. En el dormitorio asoma una mano entre las mantas.
Miguel aparece en la cocina. Según entra, Meritxell le ataca con lo último en proyectiles: las moscas a las que supuestamente acaba de salvar la vida en el fregadero. Su primera opción era ampliar las proteínas del desayuno de Miguel entre pan y pan. Pero Miguel ha mirado antes de tiempo. Así que disparo. Miguel se aparta. Meritxell se ríe. Y con la satisfacción al 80 se sienta a dar una clase de masticación. Dice que le gusta el queso. Miguel le avisa que puede que un día se despierte rodeada de ese queso que tanto adora. Por hablar.
11.15: No es ninguna novedad, pero qué remedio que contarlo: Meritxell cree que se va. Miguel y Rodrigo que es una pesada. No se dan cuenta de que Meritxell quiere hablar de ello (de que se va, no de si es una pesada) y le dan bola.
Meritxell opina que anoche le dieron caña. "¿Pero por qué crees eso, qué has hecho?", quiere saber Miguel. Meritxell no sabe, quizás Alain.. quizás, quizás, quizás... tiene miedo. Además, echa en falta la presencia de familiares suyos en plató. Miguel la calla, le dice que si se va ella el jueves, casi flipará más que con la expulsión de Adara. Esto hace que Meritxell mire fijamente a cámara y os quiera: "os quiero amigos, os quiero familia, os quiero gente".
11.25: Miguel se calza entre restos de pañuelos infectados y otras porquerías que adornan el suelo de la habitación. Beatriz sigue en la cama. A las 11.30 suena el villancico para empezar la prueba. Una vez termina la música tienen dos minutos para estar vestidos. "Llama a Bea", pide Meritxell a Miguel. Desde el salón escuchamos:
- Bea, Bea...
- ¡Cállateeeeee!
- Bueeeeno.
A continuación prueba Rodrigo:
- ¿Pero aún no estás vestida?
- ¡Pues lo mismo que túuuuuu!
- No me hables así.
- Pues cállate.
- Niñata, es una niñata, siempre igual. No sé que se cree. Hasta los cojones ya,- termina Rodrigo en el salón metiendose en su mono azul.
Y así empiezan la prueba.
Bea y Miguel empiezan desde la cárcel. Rodrigo y Meritxell sentados en el sofá. No saben lo que tienen que hacer. Mientras Super se manifiesta, Beatriz y Rodrigo se dedican un ¡Niñata!, ¡Maduro! de ida y vuelta y con loop. También tiene para Miguel: "que sea la última vez que me decís algo cuando vosotros no lo habéis hecho". Miguel intenta razonar: él se iba a vestir pero se veía venir que Bea no salía de la cama y la música iba a terminar. Bea no dice ni que sí, ni que no. Gruñe un poco y se acomoda en el suelo de la jaula.
11.40: Cinco minutos de reflexión y más calmada pide: "Rodri, ¿me haces un café?". La respuesta es: no.
Meritxell tiene urgencia de que le den compresas, pero parece que no le abren el confe y pide consejo a sus compañeros. Llevar el mono blanco no es la mejor de las suertes en este caso y Meritxell lo sabe.
11.46: Super les da el inicio. A Meritxell le han dejado algo en el baño. Bea es la tercera y aprovecha ese tiempo para hacerse un café. Miguel va a empezar en la cinta con el correspondiente atuendo de Papá Noël. Pero la cinta no funciona. Va a tener que entrar el ninja a arreglarlo, así que todos a la habitación un rato.
11.55: Bea remueve su café. En el segundo sorbo empieza a despejarse. "Rodri, ¿vienes?", pregunta con mimo. La respuesta es: no. Bea se lo esperaba.
Super informa que ya pueden volver a la prueba. El ninja ya ha enchufado el ordenador, digo la cinta.
El siguiente condenado a cinta es Rodrigo. Bea intenta acercamiento a base de reírse. Y no funciona. Miguel y Meritxell se minienzarzan a ver quién está menos cómodo de los dos, a ver quién le enciende la máquina a Rodrigo de los dos, a ver quién luce menos compañerismo y a santo de a saber, Bea se cambia por Meritxell y le echa en cara a Miguel el cómo le ha despertado: el veeenga, veeeenga de Miguel estaba más alto de lo que Bea permite y ha cometido la osadía de quitarle el edredón. De enfadada, Bea pasa a reíse mientras lo cuenta. Que Meritxell le remarque la valentía de Miguel por atreverse a levantarle el edredón a Bea, hace que ésta empiece a tomárselo a coña.
12.05: El café ya le ha hecho buen efecto a Bea y sentada en su casilla les pide a Rodri y a Miguel que no se enfaden. Rodrigo ha caído en pregunta y Super quiere saber quiénes eran los miembros del equipo blanco en la primera prueba que hicieron. La respuesta ha sido incompleta. Rodrigo a la cárcel. Yo también, no creáis.
Meritxell cae en pregunta. Le sugiere al Super que le pregunte a ver si le gusta Alain, que ésa se la sabe. El Super no es tan benévolo, pero tampoco es malvado. Le pregunta por la concursante de GH17 que participó en un certamen de misses y qué premió obtuvo.
Beatriz llama a Rodrigo a su lado en el sofá, "for fa, por fi y por favor, puedes venir o no". Rodrigo la ignora, se viste de pastorcillo y canta un villancico en tono apático. Le sustituye Bea, que canta el "ande ande ande, el Rodrimoreno".
Sin respuesta.
12.15: El juego sigue, Bea también con su intento de que Rodri se desenfade. Pero el chico se mantiene tan frío como su pijama azul y sus gafas azules y se come las uvas igual de serio.
12.20: Meritxell tiene risa patana hoy y le da con facilidad. Hasta que se la quita Miguel al decirle que intenta trucar el dado. Bea también lo dice. Y Rodrigo. Meritxell dice que qué trampa, que si la hiciera, sacaría el número que quiere. Dejando claro que el truco que descubrió el sábado no funciona bien. "La intención es lo que cuenta", le dice Rodrigo. Meritxell le recuerda que si se hacen trampas, la prueba la pierden todos y que no lo diga muy alto. Trasladando la culpa a Rodrigo por decirlo en lugar de a ella por intentarlo.
De todos modos está contenta, hoy tampoco ha pasado por la cárcel. Aún.
12.30: A Bea se le ha acabado el buen humor y ya juega igual de seria que Rodrigo. Y subiendo.
12.35: Meritxell vuelve a tirar y para estar intentando trucar el dado lleva 36 uvas comidas en los últimos diez minutos. O es torpe o tiene hambre.
12.40: De momento el que más hace reír a Rodrigo es Miguel vestido de muñeco de nieve condenado a segundas uvas. Y a terceras. Aunque él opina que son las quintas. Bea por su parte informa que está de mala uva, cada vez más. Y Meritxell insiste que no truca el dado.
Miguel va "de Noelia, que la quiero mucho, a Pol, que me gusta su fondo". Y como las posibilidades son varias, aclara: "de foto". Y acto seguido, vuelve a caer en uvas.
12.48: Y me encuentro con esto:
Bea le pide a Rodrigo que no le diga que se vista si está el sin vestir. Que conociendo su despertar... que lo tenga en cuenta. "Muchas cosas hay que tener en cuenta contigo". "No te pongas así...". "Es que pareces una adolescente, no se te puede decir nada". Bea se separa, pero Miguel vuelve a caer en uvas y los dos se parten. Creo que es la sexta y que va a tener que entrar catwoman a traer más uvas.
Y según se come las uvas... vuelve a caer en uvas.
Rodrigo se ríe como el perro Patán, mejor incluso que Meritxell.
Y según termina... ¿otra vez?
Sí. Otra vez.
Bea prueba a darle manotazos a Rodrigo en la gorra. Rodrigo se quita la gorra. Miguel sigue comiendo uvas, el probe.
12.55: Y de uvas a cárcel. Con Rodri. Meritxell se va a fumar entre gritos eufóricos. Nadie sabemos muy bien por qué. En la cárcel, Rodrigo le susurra a Miguel que "en cuanto se duerma se va a enterar". Cuando Miguel empieza a protestar, me encuentro que Bea también está en la jaula, acurrucada a los pies de Miguel y Rodrigo, y juega a darle pellizcos a Miguel. A la tercera protesta, Super libera a los chicos y Bea se queda sola en la jaula bostezando con la boca muy abierta y no sé por qué, pienso en cacahuetes.
13.00: Rodrigo y Miguel dan vueltas acelerados a la cucharilla en el agua de Meritxell. Disuelven sal a todo trapo antes de que la pantera vuelva de fumar. Y parece que lo han conseguido. Meritxell vuelve, los chicos la saludan y se van al jardín. A Bea le da la sonrisa en la jaula, pero lo disimula como agradecimiento a los piropos de Meritxell.
Super libera a Bea y con esto espero que me libre de la oca hasta mañana. Rodrigo ya está al sol en una hamaca. Teme que se notara el agua turbia. A Miguel le da lo mismo, dice que le va a poner agua con sal a la pantera cada vez que se le presente la oportunidad.
13.08: Y tal cual nos vamos a la cocina. Meritxell vacía su cuenquito azul y lo llena de agua nueva y bebe. No podemos saber si es acto reflejo (hay mucha gente que aclara antes de beber) o es porque ya probó la sal. Despues coge la taza y se va al confe. Por el camino le recuerda a Miguel que se tiene que tomar su pastilla.
Un rato de Rodrigo al sol y llega Miguel. Rodrigo le informa que Meri ha sido vista entrando en el confe con la taza maldita. Creen que ha ido allí a contarle al Super... que se va ella. "¿Dónde está Bea?", pregunta Rodrigo. Maquillándose.
Miguel protesta de que Meritxell haya ocupado el confe cuando sabe que le toca pastilla a él. Pero más protesta recordando lo que le hizo ayer: que le rellenó la almohada con sus pañuelos con mocos y sangre y después se limpió los pies con las toallitas de Miguel y luego se las tiraba. Parece que también les mojó a los dos. El caso es que ambos esperan a que la fiera duerma, para inciar una venganza. Rodrigo le quiere echar una jarra de agua en la cara en cuanto se la encuentre sin micro. Miguel tiene un plan más elaborado.
13.20: Miguel le dice a Rodrigo que opina que debe ser muy querido fuera. Él no lo tiene claro, pero sí tiene claro que a él no se le podría acusar de falso porque prefiere no tener relación con alguien en caso de polémica. Dice que a él fuera, de ponerle algo, le pondrán cosas con Bea. Tal vez una discusión que hubo con Adara y Bárbara. O otra con Adara y Noelia. Pero vamos, que no se ve polémico. Como polémicos nombra a: Adara, Bárbara, Miguel y Clara. Tal vez Bea. Miguel quiere saber si considera polémico a Pol. "No, igual la última semana. Pero no".
Meritxell les dice que tienen que llevar los relojes al confe "pero ya de ya". Órdenes del Super.
12.27: Rodrigo y Miguel retoman el tema de la polémica y coinciden que ésta les parece la edición más polémica hasta ahora. Llega Bea y Rodri le pide si le hace la barba y el pelo después de comer. Ella que no. Él que sí. Ella se lanza a sus pezones, él no le deja y cuando se calman, Bea dice que le ha sentado mal el último cigarro. "Eso es el karma". Y de ésta a discutir, que si no me hables así, que yo hablo así, que no grites, que sí, que era un consejo, a mí no me des consejos, te daba consejos porque te quería.
Y esto a Bea no le gusta.
Nada.
Siguen un rato, lo cambian por golpes con vuelta y cuando la cosa está a punto de salirse, Rodri le pide que lo dejen ya y le ofrece la manita. "Venga, manita y te vuelvo a querer". "Sí, para quererme a ratos no me quieras". "Dame un besito, anda". "Si un besito de amis te voy a dar". "¿Somos amigos ahora?".
Pues no lo parecen.
Rodrigo pide barba otra vez. Bea le dice que qué barba espera si no le ha hecho café a ella esta mañana. Y retoman la discusión. Rodrigo intenta jugar y le baja la tumbona a Bea, pero Bea no está para bromas y le manotea. En este momento Miguel abandona la tercera tumbona y bastante ha esperado.
Rodrigo le dice que no le haga daño y que qué cosas más feas es capaz de decir a quien va a compartir su vida con ella. Bea le recuerda que le ha dicho que no le quiere.
Mientras llegan a algo, nos vamos con Miguel viendo fotos en la cama. Se escuchan de fondo las voces de Rodrigo y Bea. De momento mantienen tono hostil.
13.46: Volvemos con la pareja. Han evolucionado a silencio. A Bea se le mueve el pie por el tobillo como un patio de instituto antes del exámen de mates. El siguiente intento es que Bea protesta porque le dice a Rodrigo que le está picando todo el rato. Él le saca las gafas de sol y contesta que le está intentando hablar, que ella le quita muchas veces las gafas a él para verle los ojos. Pero ella está enfadada con lo de "te quería".
- Mira, que como sigas así, te vas a llevar una waca,- amenaza Rodrigo.
- Una no, dos.
Y Beatriz responde con algo que suena a libro gordo sobre la mesa y que le deja a Rodrigo mirándola fijo, que de fijo no le ha hecho gracia.
Beatriz pregunta: "¿Dos, eh, dos?".
Y da un poco miedo. Larry se va con el ciempiés fosforito que sostiene Miguel en la cama.
Cuando volvemos no se están estrangulando todavía. Es más, Rodrigo aún pregunta si Bea le va a hacer algo luego. Y le explica que antes le ha llamado inútil y se ha reído de él en el sofá. Por lo demás, han resgresado a algún momento previo de su discusión, cuando hablaban en círculos. Bueno, Rodrigo en círculos y Beatriz en rimas.
13.57: Increíblemente, Rodrigo pide cosquillitas. Y esto es el último intento, para que comprendáis por que les resulta tan difícil arreglar la tontería:
- ¿Me quieres?
- Dímelo tú, que me quieres un rato y luego no.
- No, yo te quiero ahora, antes y después.
Bea en silencio mastica lo que acaba de oír.
- ¿Me das un beso?,- pide Rodrigo.
- ¿He escuchado bien?
- Que si te gusta el queso.
- Ah, y eso y eso con el queso.
¿Entendéis lo que quiero decir? Un silencio después, Rodrigo cede:
- ¿Me das un beso?
- ¿Que si me gusta el queso?
- No, no, que si me das un beso.
Madre mía, mira que lo han hecho difícil.
14.02: Tres minutos de besos y no sé qué asquerosidad le ha hecho Bea, qué él se enfada y ella más.
- Que me quieres dar cuatro meneos y punto,- acusa Bea.
- ¿Eso piensas?
- ¿Es mentira?,- pregunta ella. Pero se tumba encima de él.
- A lo mejor eres tú la que me quieres dar cuatro meneos.
Al final quedan que mejor unos pocos más. Pero por ahora sólo besos.
Hasta que Bea intenta conversar:
- ¿Qué piensas?
- Nada.
- ¿Nada?
- Nada especial.
- Como todo.
- ¿Como que como todo?,- pregunta Rodrigo, que ha captado una ironía que casa bien con su complejo y no le hace gracia.
Y mejor nos vamos con Meritxell quitándose granos por si Alain enciende el 24. Que nunca se sabe, oye.
14.12: Para cuando volvemos con Miguel al jardín, Bea ya no está. Rodrigo quiere saber si Meritxell está durmiendo. Pero no. Bea regresa, se pone sobre la hamaca de Rodri, a sus pies y amenaza dejarse caer sobre él. Rodrigo está de espaldas y sólo siente su sombra cerniéndose sobre él. Bea se deja caer y le deja besos a Rodrigo en la nuca.
Miguel se queja de la cantidad de uvas que se ha comido hoy.
14.15: Miguel y Bea acarician a Rodrigo en el cogote a ver si distingue qué mano le da gustirrinín. No da una. A ellos les les hace gracia que no acierte y siguen.
Y parece un buen truco para que te hagan cosquillas.
Miguel sale de escena. Rodrigo le pide a Bea que le haga algo, que está malo. Bea le da besillos pequeños.
- ¿Te has enfadado hoy conmigo?
- Un poquillo.
- ¿Cuándo?
- Aquí fuera.
- ¿Cuando te picaba?
- Sí.
Pero ya han hecho las paces, se quieren en presente y Bea le da besos, también en presente.
14.25: Miguel va a hacer la comida y va. Rodrigo va a fregar, pero aún no va.
14.30: Bea y Rodrigo llegan a la cocina. Comentan lo sucio que está todo. Miguel propone hacer una parte de la casa entre todos y quien no lo haga que duerma con el pijama de la prueba. Rodrigo no quiere que friegue Beatriz porque se le ponen mal las manos, pero Beatriz se emperra y gana. Canta "pobre diabla" hasta donde se sabe. Para mi mala pata, lo que no se sabe Bea, se lo sabe Meritxell.
Para la mala pata de Bea, la siguiente canción que Bea vocifera se la dedicó una ex a Rodri cuando se fue a París. "Pues un saludito", le manda Bea. "¿Por qué? Fue una parte de su vida", le dice Miguel. Además ahora es novia del peluquero que tiene la barbería donde Bea quiere que le hagan un hueco cuando vaya a Madrid. Así que Bea envía saluditos dobles y con triple de cariño (sin retranca).
14.40: Rodrigo no ve el momento en que Meritxell se quede dormida. Le va a llenar de espuma de afeitar, de frente a cuello. A Meritxell se la oye vociferando más o menos en la misma atonalidad que Bea y más o menos en la misma felicidad. Pero sin cachete en el culo. Bea sí lo ha tenido con "qué culazo", por su novio.
"¿No está la comida hecha?", pregunta Meritxell. Miguel le dice que qué se piensa. Rodrigo coge el cuenco de Meritxell y le pregunta si lo quiere o si lo lavan. Sí lo quiere. Rodrigo se sonríe. Pero Meritxell primero lo rellena. Así que cuando bebe no se sabe si ha notado la sal o no.
Por la sal o sin ella, Rodrigo se lleva unas collejas porque a Meritxell le apetece.
Miguel le pide que haga las camas. Ella acepta, pero primero un cigarro. Pero antes de irse busca abrigo. Bea no le deja el suyo, no quiere que coja olor. "Pues ésta, no sé de quién es, pero la cojo". Le advierten que la sudadera es de Rodrigo y que está llena de "rodriguitos". Y hablando de "rodriguitos", Meritxell se acerca a la barra y les dice que anoche les escuchó. Bea se sonríe y Meritxell asegura que escucho unos sonidos "así". Pero "así" sólo parecen besos.
Una vez se va, Rodrigo coge la sal y rellena el cuenco de agua de Meritxell. Con sal. Y remueve. Parece que antes lo ha vaciado.
Bea les dice que son muy malos. A Rodrigo no se lo parece y se reafirma en su intención de estar así hasta el jueves.
14.55: Meritxell vuelve de fumar y bebe agua. Con sal.
No ha sido para tanto.
Quiere saber quién ha sido. Bea niega. Pues que se lo diga Bea porque "entre chicas nos ayudamos". Rodrigo niega. Miguel niega. Meritxell cierra: "ya lo digo siempre que quien ríe último, ríe mejor".
15.05: Miguel ha hecho huevos fritos y ahora está con las hamburguesas a la plancha.
Rodrigo le dice a Meritxell que el baño que acaba de ensuciar, lo hizo él ayer. Se pican un poco porque ella defiende que fregó ayer y él opina que no basta con una vez. Meritxell se ríe y se sienta, le sugiere a Miguel que no haga las patatas en el micro y a Bea que aclare bien la jarra. Aunque cuando ve como se le han puesto las manos a Bea de fregar, le dice que no lo haga ella más. "Lo hacemos nosotros, pero es que me da cosa verte así". Dicho esto, mientras Bea pasa la encimera, Meritxell da palmadas sentada en la silla. Miguel le pide que haga el salón mientras terminan. "Oye, tú a mí no me mandas, que no soy la chacha". "No es eso, es que estamos todos haciendo algo". "Pues yo voy a poner ahora la mesa. Jo, tengo un hambre".
15.10: Rodrigo está comentando que, a pesar de que él pidió que sus amigos y su madre se turnaran para ir a plató, cuando su redactora vio a Marc ya le avisó que irían Marc y su madre sobre todo. Y como esto no es apto, nos ponen el nuevo logo para que admiremos su colorido.
A la vuelta, Meritxell está extasiada: le ha salido una peca nueva y es super mona, tía. Mira, mira, mira que peca me ha salido, Miguel.
- Ahora no puedo, Meri.
- Joe, tiene un morro. Todos haciendo cosas y tú buscándote pecas,- le dice Bea.
Pero Meritxell está muy ocupada cantando el repertorio Disney y no se acuerda de las tareas y si se las recuerdan, ella no entienden que le están pidiendo que colabore, en su planeta eso es que la quieren fuera el jueves. Pero si sigue cantando, lo puede olvidar todo. Por no acordarse, ya no se acuerda ni de su nueva peca.
15.20: A Miguel le hacen pasar las hamburguesas de nuevo por la plancha. Están rosas y no marrones. Según él es porque son de pollo. Aunque no les convence. En cuanto a Bea, tiene mucha hambre y le está afectando. Meri dice: "Miguel, estoy débil". Miguel salta, le dice que si tiene hambre, que haga la comida, lo mismo que ha hecho él cuando tiene hambre. Meritxell lo considera un ataque gratuito. "¿Pero no has dicho que tenías hambre?". Meritxell niega. "Has dicho: estoy débil". Meritxell dice que es débil "por otra cosa".
Rodrigo le propone que si es por otra cosa, pues que si le apetece quedarse sin comer. Y Miguel porqué si es por otra cosa, le ha dicho lo de estoy débil concretamente a él. Y ahí la pillan.
Para lo que no está débil es para protestar cuando ve a Miguel poniendo mantequilla en las patatas. Miguel está en reserva de paciencia y Meritxell corrige: "¿te importa ponerme poquita mantequilla?". Y así Miguel funciona mejor.
Bea no está ni para protestar, o come, o se embrota. No espera ni a que le sirvan la hamburguesa, que ya está atacando a las patatas.
15.33: Sentados, comiendo y Meri saltando porque Miguel le ha hecho una pregunta y ella interpreta por donde no es. Rodrigo quiere saber qué es lo que más y lo que menos le gustó a Meri de su última pareja. No quiere contestar. Bea sí: lo que más, que se reían mucho. Lo que menos, que siempre tenía que quedar por encima de todo y todos, el siempre el mejor. Miguel: lo que más, que era muy cariñoso. Lo que menos, que era inseguro. Y Rodrigo: lo que menos, que era insegura, y lo que más... Lo que más que era muy atenta.
- Tan atenta que...,- dice Bea.
Rodrigo quiere que lo termine. "Pues tan atenta que te ponía los cuernos".
Vuelven con Miguel. Le preguntan si esta última pareja es la que casi le descubre lo del peluquín y si es esa persona con la que lo quiere volver a intentar. La respuesta es sí, pero no quiere darle más bombo a este asunto aquí.
Meritxell lanza un cumplido a Miguel: "ha merecido la espera, eh. Está muy rico".
15.40: Bea quiere saber si a Rodrigo le gustaría que su ex vuelva. El sí de su novio la deja bizca. "Para fumármela", termina su no. Pero a Meritxell no le convence, dice que si pasa de ella, no tendría que sentir ni rabia, sólo indiferencia. Bea está de acuerdo. Rodrigo dice que no le gusta que se rían de él en su cara. Y explica que fumársela no es hacerle caso, si no más bien tener el placer de ignorarla conscientemente si ella le busca. Meritxell sigue apoyando indiferencia inconsciente. Bea calla.
15.50: En cuanto a Miguel no cree en segundas oportunidades. No me ha quedado claro si antes o después de recuperar a su expareja.
Bea recuerda casi de inmediato una ex-relación a la que le desea que cuando sea viejo, le cuiden como él cuidó. (Ésta sí lleva retranca y no es poca). Rodrigo se da cuenta de que a Bea esa persona la ha marcado y quiere saber si entró enamorada aún de él. Meritxell es quien le aclara que Bea no habla de su último ex. Rodrigo quiere saber porqué otros saben de Bea más que él. "Es que se le ve en los ojos", Meritxell le explica que no es exactamente porque Bea se lo haya contado. Más o menos coinciden que las cosas que te han pasado ayudan a construir la persona que puedas ser. Pero eso solo no explica a las personas que les han pasado un millón de cosas y es mejor no tomarse con ellas ni un café. Les falta añadir que no es tanto lo que te pasa, si no lo que uno hace con lo que le pasa. Y ahora ya sí, igual te tomas el café.
16.00: Y con Meritxell explicándole a Bea cuánta y qué parte del cerebro usan por ser zurdas, se lo paso a Viru antes de que suelte alguna salvajada.
Mañana más.