08.00 - 16.00: La espera
08.00: Buenos días. Comments, nicks, criaturas de Ger... captcha abierto.
Esta noche hay gala y pasaremos de cinco finalistas a cuatro. A los que queden, se les pondrán vídeos de algunos de los momentos más significativos del concurso y también fragmentos de sus vídeos de presentación y casting. Y ya sabemos que esto no les suele dejar indiferentes... Además, abrirán los regalos que les esperan bajo el árbol. Esto es lo que he podido saber de lo que nos cuentan en la web de gh. Ahora toca esperar.
08.15: La casa en blanco y negro. Bea y Rodrigo duermen juntos, quién sabe si por última vez dentro de la casa. Por lo que le leo a Viru, ayer fue un día de mucha ternura (de xiconino a xiconino). Gracias, AUoro.
Rafita, ¿estamos solos? Melocotoooon! Hola, simpático. Bienvenida salada! Esto se va animando. (Melocotón, misil... palabras que me vienen a la cabeza cuando leo tu nombre. Pero no te llamo melocotón ;)
09.15: La casa en blanco y negro y voy a ver qué cuenta Tomás.
Pues Tomás cuenta el desarrollo de algo entre una pantera y un ñu. Y con todo lo que lo persigue, y con tanto intento, y siendo ella tan pantera y él tan ñu, pues resulta que ni lo caza ni lo come.
10.00: Las diez y dormidos.
11.00: Las once y con mucha calma.
11.30: Pasamos a color. Aunque siguen dormidos, lo intentan, se esfuerzan, contratacan, fracasan. Super siempre gana. Aunque se lo tiene que currar canción tras canción. Misteriosamente, Meritxell va en cabeza. Con petaca, moñete y vestida de Alain, se tumba sobre un gran bulto. Es Alain, a Meritxell no la engaña, le asoma un poderoso brazo por un lado. Pese a los esfuerzos del bulto, hay un hueco entre codo y almohada y todavía le llega el oxígeno. No queda otra: tendrá que afrontar el día de hoy.
11.40: Rodrigo y Beatriz están acurrucabrazadísimos todo lo que pueden. Y más.
11.44: Se escuchan unos golpes secos. Como un mazo contra una pared inderrumbable. Igual sólo es Alain vaciando la cafetera.
Miguel mira el techo que tanto mirara Adara cuando todavía estaba en la casa. ¿Qué tendrá ese techo?
Rodrigo y Bea se mantienen muy quietos en la cama y escuchan. Ahora es un percutor. Un taladro. Algo monstruoso. No sé qué me pasa, todo lo que suena, me hace pensar en la selva y sus animales.
Llaga Meritxell y ve que Rodrigo y Bea ya no están abrazados. "¿Qué os pasa? ¿Estáis enfadados?". No. Sólo están tristes porque hoy es un día de nervios. Beatriz le pide que no le ponga Beatroz. Pero Meritxell ya ha pinchado un disco. Se va a ir ella y todo lo va a echar de menos y esas cosas que dan ganas de coger un peluche peludito y blanco y llorar amargamente bajo un poster de algún adolescente angelical photoshopeado. Pero no tengo nada de eso en casa.
12.00: Empiezan los desayunos. Miguel callado tras unas gafas de sol negras. Se come lo suyo y se va. Meritxell le releva el sitio y ya sabéis lo que viene ahora y que Larry es un apasionado de las funciones digestivas.
12.13: Beatriz llega a la cocina. Diez segundos del disco de Meritxell ha tardado en callarla a gritos con pesada incluido. Es más, la ha amenazado que si se queda hoy después de tanto decir que se va, la mete al jacuzzi y la rocía con pimentón. "Como ninguno estamos en tu situación...", intenta hacerle ver. Y antes de que se pueda continuar el tema, saca otro: que hoy hay que limpiarlo todo. Se pide habitaciones. La cocina no piensa ni tocarla. Meritxell tampoco, le dice que la ayuda con el dormitorio.
Pero el eco vuelve, es lo que tiene. Meritxell dice que está triste y por si Bea se enfada, intenta aclarar que no es lo mismo decir que está triste a que se va. Bea se ablanda y se abrazan. Y entonces a Meritxell se le escapa: "no, ahora en serio, que el 1% ese puedo ser yo".
Bea se va. Todavía resuena el pesada en mis oídos. Pero Meritxell ya está pensando en qué ponerse esta noche.
12.24: Alain se acerca al fregadero donde hay varios tazones y demás: "lo de lavar la taza todavía no ha funcionado. He lavado la mía no sé cuantas veces y otra vez está sucia". Habían quedado que cada cual se lavaba lo suyo. Y como bien dice, no, no ha funcionado. Rodrigo dice que ha fregado los cubiertos. Meritxell esta vez no le digan nada que ya ha avisado antes que ayer se adjudicó el mismo tazón amarillo y ninguno más para todo el día. Así que coge el tazón azul y se desplaza hasta la cabeza de Rodrigo y le manosea el cráneo como a un tentenpié hasta que Rodrigo protesta.
12.30: Miguel tiene una buena noticia: hoy habrá agua caliente todo el día.
En el baño, Meri le propone darle una cosa que llama prebase para quitarle algún rojez de la cara. Rodrigo comenta que se le han pasado rápido estos tres meses. Meri quiere saber si la echarán de menos. "No", contesta Rodrigo. Bea mete sus pertenencias en bolsas de basura, mucho más fácil y rápido que lo de hacer maletas.
12.41: Me encuentro a Miguel pronunciando la siguiente frase a Alain: "y esa fue una de las primeras rubias con las que estuve", y tras una pausa estratégica añade: "o rubios...". Y con este final de relato dejaría la puerta abierta. Pero prefiere dar algunos detalles más de sus comienzos sexuales siendo dos del mismo sexo. Y pone cara de pillín y busca a ver quién viene, pero es sólo Rodrigo de paso. Alain, el receptor de los periplos de Miguel, le deja hablar tranquilamente como quien tiene la radio puesta mientras desayuna y finalmente Miguel se interesa por el método de empaquetado de ropa de Beatriz y cambia de escenario.
Bea hace las camas. Sola. Meritxell, es que se ha topado con Alain y observa como se bebe colacao de un cuenco marrón. Le ameniza con relatos de Cerdeña, donde no se quemó y descubrió playas maravillosas. Luego le enumera las islas baleares en las que ha estado, incluyendo Fuerteventura que posiblemente se había movido temporalmente para cuando ella pasó por allí. Esas cosas pasan.
Alain, si lo sabe, no le dice nada. No sea que empiecen a tener algo.
12.55: Meritxell sigue contando aventuras en Mallorca, donde se "pilló" de un chico asturiano. Pero el asturiano prefirió a su hermana. No tarda en volver su temor: "que esto se acaba". Pero no se quiere ir y se lo deja bien claro al Super: "yo no me voy Super, a mí me tenéis que sacar con una grúa". También tiene sentido del humor, se pone en la tesitura de salir y enterarse que sólo haya tenido tres votos: "¿te imaginas? El de tu padre, el de tu madre y el de tu hermana". Y se ríe como el perro Patán.
13.00: Bea y Rodrigo se besan en el sofá del vestidor. Han dormido mal, les costó. Miguel, que pasa por allí, comenta que a él también le costó dormirse. Por otros motivos: e imita una risa afónica que pertenece a uno de los otros cuatro finalistas acechando a un ñu.
Bea pasa por la cocina: "que me estoy comiendo yo toda la casa". Y Meri se pone a fregar.
Comments de poca fe:
13.16: Los tres chicos en el vestidor. Miguel se viste, Rodrigo retoza (solo), Alain va y viene con montoncitos de ropa doblada. En uno de sus viajes pasa por la cocina y advierte que Meri está fregando. Hace la broma de rigor, pero como le pilla de paso, no se entretienen.
Lo de empaquetar en bolsas de basura va cogiendo adeptos. Me pregunto qué cara pondría mi madre si le aparezco así en la puerta para Navidad. Creo que merece la pena descubrirlo.
13.25: Miguel y Bea teniendo la conversación del día: miedo, el precipicio, que si se acaba. Miguel le recuerda a Bea que su sueño ya se habría acabado, que a ella ya la echaron, pero que volvió y aquí sigue. Desconozco la intención. Bea sólo dice "ya". Luego Miguel dice que "yo soy mucho de detalles". Y aunque él lo dice por unas cosas que está metiendo en una bolsa de basura (léase maleta), hay quien lo sospecha por otras.
Bea sale al jardín y se recuesta sobre Rodrigo y su hamaca. Le dice que está "supernerviosa", pero ni con besos se calma.
Rodrigo le dice que no esté triste y que no llore. Bea prueba a cantar. Miguel se une a ellos. Están convencidos de que esta noche salen dos. "¿Os imagináis que nos quedamos aquí los tres, por un casual?", formula Rodrigo su deseo.
Miguel y Bea se lanzan a hacer el gogó en una de las tablas de tortura que usan Alain y Rodrigo para intentar parecerse a los lobeznos del mundo. Rodrigo no es de hacer las cosas a destiempo y se mantiene en la hamaca, que ahora no toca tormento.
13.40: A Bea la posee el nervio del todo y desaparece a chillidos (puro nervio, nadie se alarme). Miguel se sienta junto a Rodrigo y le pone en situación de imaginarse llegar a plató y que te metan caña cuando llevas tres meses de encierro y sin conexión. Por otro lado, su intención al salir es no encender el teléfono en unos días y enseguida irse a tatuar. Creo que la elección de Miguel es su número de casting.
13.55: Los tres chicos transforman la letra de la canción que suena por "fuera, fuera, fuera". Miguel se imagina que se la canta Pablo. Rodrigo ya sólo quiere que llegue la noche, "pase lo que pase, todo bueno". Alian sonríe y deja que el sol le temple.
Rodrigo sigue inventando letras y esto es lo que queda:
Alain, mejillón.
Meri, princesita.
Bea, la choni.
Miguelito, falso.
Rodri el callado, Rodri el callado.
Alain y Bea se ríen y cuando vuelve Miguel, se siguen tomando a broma sus complejos y los peores deseos talifanes a Miguel, que también se ríe.
14.05: Meritxell se incorpora al cuarteto. Viene del confe. Pide sitio junto a Alain. Ante la no respuesta, se lo hace. Les cuenta que el Super, al despedirse, le ha dicho: "bueno, hasta mañana, y si no, nos vemos fuera". Le ha dicho también que les está diciendo eso a todos, pero Meritxell esto lo ignora. Según ella, se lo ha dicho a ella porque se va ella. Bea les pregunta si les ha preguntado qué harían con el premio. A nadie. A ella sí. Y su respuesta es que "se lo daría a mi madre para que pueda volver a vivir en casa (su madre tiene el trabajo en Francia y vive allí) y una parte la donaría a los niños con cáncer".
Meritxell empieza a hablar de sus prácticas en una planta de infantil, así que nos emiten un rato de censura.
14.10: Cuando volvemos, Miguel está diseñando al próximo Miguel. Se va a tatuar todo el cuerpo y se va a llenar de piercings.
Pero sin peluquín, porque ahora se tiene a sí mismo y se quiere y va a ser un hombre libre con piercings.
Hablan de posibles tatuajes. Alain no sabría qué hacerse. "Tatúate un mejillón", le propone Rodrigo antes de no poder parar de reír.
14.20: Cambiamos tatuajes por discotecas. Y como no, no tardan en decir algo que nos lleva... al ojo de Sauron.
14.26: Rodrigo va a hacer algo de ejercicio. Alain se queda al sol y Bea se recuesta sobre Meritxell, que se imagina que Bea fuera su bebé y le acarcia el pelito y le dice que cuando tenga un bebé le acariciará el pelito así. Y a Bea no se le ocurre que cuanto más se deje, más riesgo corre. Pronto Meritxell cambia de tema, se va a tatuar algo de su papá. Habla de él, del primer beso con su madre y que aún siguen juntos y unidos y enamorados y que son como la noche y el día, su madre muy blanquita, su padre muy moreno. A Bea le encanta todo. Nadie habla de las similitudes.
14.38: Meritxell canturrea. Alain sigue tranquilo al sol. "El Super me ha dicho que esto no se acaba hoy ni mañana", inicia Meritxell. "Peor eso ya lo sabemos". "A lo mejor hoy sólo se va uno, Alain", intuye Meritxell. Y como se empieza a aburrir, prueba a incordiar un poco a Alain. El método es a empujoncitos en el brazo.
Alain protesta por el pañuelo impregnado que Meritxell deja por ahí, ella de que él esté con zapatos en la hamaca, él que si ella no limpia, ella que hoy ha fregado, anda calla y Meritxell se enfurruña. No mucho, enseguida vuelve a probar a incordiar y le balancea del codo. Otra vez.
- Mira cómo te acuno, uy, te tiembla todo. No le molestes, que se está durmiendo el bebé,- advierte Meritxell a Bea que pasa por ahí
- ¿No ves que eres una pesada?
- ¿Y no ves que tú eres un aburrido?
- Lo que haces es tocar los huevos
- No, los huevos no te los he tocado, te estoy tocando el brazo, a ver si diferencias.
Y sigue.
- ¿Acaso te molesta esto? ¿Eh? ¿Molesta? ¿Quieres que te lo deje de hacer?
- Sí.
¿Pero qué es un sí para Meritxell? Así que no para. Y Alain le tiene que explicar que hace eso con él porque tiene mucha paciencia, pero que al final se le acaba, se lo dice ya harto y ella se enfada y se va llorando como un bebé.
- Te estás pasando. Sólo te estoy balanceando.
Y sigue.
- Esta es más movidita, tiene que ser así.
Y lo incordia más rápido.
Alain opta por ignorarla al completo y mágicamente, Meritxell abandona la escena.
15.00: Quedan Alain y Miguel tranquilamente al sol.
15.05: Meritxell se ha ido a la cama a inspeccionar selfies impresos que le va pasando a Bea. Si sale Alain, los mira más largo. "Sale guapísimo aquí Alain", se relame los bigotes.
Pasan a hablar de la expulsión que se acerca. Empieza Bea:
- ¿Te mentalizas?
- Pffff
- ¿Qué es lo que más miedo te da?
- Distanciarme de él.
- Eso no va a pasar.
- Pffff, no sé.
Y para tenerlo claro, en cuanto pueda le hará un koala. Por lo demás, comparan que Alain entrara dispuesto a encontrar el amor y se convirtió en ñu. Y sin embargo Bea entraba a vivir su momento sola y se encontró lo que buscaba Alain. Acusan al destino. Siempre se las lleva él.
15.18: Suenan unas campanadas como las de fin de año.
Meritxell se pone nerviosísima y Bea casi que más, porque ni siquiera chilla. Preguntan al Super. Super calla. Aseguran estar "acojonadas" y con la piel de gallina. A Bea incluso se le "han puesto a sudar los sobacos que flipas". Meritxell la manda callar y se preguntan si sólo se las ha puesto a ellas y si será por algo que hayan dicho.
15.23: En el jardín, Miguel habla y habla y habla a Alain. "Porque menuda experiencia, ves esas plantas de ahí, las hemos visto crecer. Y la experiencia de estar aquí sin tecnología. Porque la tecnología es buena, pero no lo es todo. Por ejemplo, ¿para que vale una mosca en la vida? Preguntas que yo buscaba en internet. Y te das cuenta de que internet vale para unas cosas y para otras no. Por eso me gustan tanto las cartas...". Pronto enlaza con lo maravillosa que es la gente mayor y lo que le gusta hablar con ellos y lo poco que sabemos de nuestros tatarabuelos y lo triste que es. Pero él les escucha. Y Alain le escucha a él. Y yo a todos. Y vosotros a mí. Y es como una cadena de codazos que empieza Meritxell y termina en mi ordenador.
Y sólo se me ocurre una cosa: aquí hacen falta vodkas ya.
15.40: Por lo demás, parece que Miguel tiene temores de que los robots sustituyan a las personas para trabajar. Y no sé qué problema le ve, hombre ya. Qué queréis que os diga, yo no tendría problema alguno en no trabajar. Anda que no se me ocurren cosas que hacer con el tiempo. Pero nos pusieron la trampa del dinero.
15.45: Bea ha conseguido zafarse de Meritxell y ha llegado hasta Rodrigo en el sofá del vestidor. Rodrigo le confiesa que le cansa Meritxell cada vez que dice que se va. Alain también ha conseguido llegar hasta el vestidor y quiere comer, pero Meritxell lo ha olfateado y ya se le está colgando de la espalda.
15.50: Se acercan todos a la cocina. Meritxell y Alain se enganchan un poco con "frega tú, que yo ya he fregado antes". Alain deja que se vaya por la puerta conjugando el verbo fregar y se queda pendiente del micro, que se está calentando los macarrones de ayer. Y después, Miguel y Rodrigo.
15.55: Rodrigo le pregunta a Miguel qué exconcursante cree que le va a dar más cera si sale él.
"Pues la gente que quiera decirme cosas. Porque otra cosa es que yo las entienda y las escuche. Porque siempre puedo decir, vale. Y ya está". Dice que ha aprendido muchas cosas durante el concurso, que ahora sabe tomarse algunas con sentido del humor y en cuanto a los perdones, sólo le valen si son de corazón.
Pero según las encuestas, aún no es su turno. Según lo que sea, esta noche lo vemos.
16.00: Testigo a Viru y siesta porque me toca.
Buena cacería.