08.00 - 16.00: Competi de rapados
08.00: Buenos días! Comments, nicks, clones, troles... captcha abierto. Vamos allá.
08.02: Está la casa en blanco y negro y aunque sólo veo a Rodrigo, supongo que duermen todos. Voy a leer minutados previos, que yo esto lo dejé con Meritxell y Adara sirviéndose lentejas y no muy amigas de los demás.
Hola a todos y bienvenidos. Los empates de los jueves son como el mayordomo que mira tras la puerta en una de Sherlock, mañana salimos de dudas. Rafita, yo te escucho decir melocotones y ya tengo que leer dos veces... Neres, en cuanto pille a Miguel rapado, te pongo una foto.
Lachivarubia, yo ya no me creo nada, pa mí que se ha sometido a cambio de rostro y está roncando en un avión. De camino a Panamá.
09.00: Blanco y negro.
10.00: Lo mismo.
11.00: Y sin cambios.
11.20: Veo en la gran cama cuadrada a Adara, Meritxell y Simona. También un amasijo de almohadas y mantas bajo el que se oculta Alain. Rodrigo y Bea en el Club. A Miguel es a quien tengo deslocalizado.
11.34: Primero música, después luz. El amasijo de mantas se mueve. Frente a ello, Meritxell se estira igual que un animalillo recién levantado, pero sin salir de la cama. Adara y Simona sin prisas.
11.39: Le pillé:
Cuando volvemos al dormitorio, Meritxell ha abandonado la cama. Alain es el siguiente que se anima. Meritxell saca una montaña de toallas de la ducha y las deja en el sillón azul. Con la suya recién cogida de las cuerdas del tendedero, se mete a la ducha. Simona ya está en la cocina, manzanilla en mano. Mientras la infusión reposa, ella va fregando, que tiene tarea.
11.50: En el Club, Rodrigo y Bea van con calma. Muy cerca, la cama de Miguel abulta lo suficiente como para que el chico esté bajo las mantas o no. Es lo que tiene ser flaco. No asoma nada por ningún lado, ni pelo ni raso. Y estoy con manu, tenéis que buscarle mote nuevo.
12.00: Simona se ha ventilado el fregado y pasa los mostradores cantando. En el baño, Alain espera turno de ducha tamborileando la música con los dedos. "¿Crees que están gritando?", pregunta Adara. Alain opta por el sí y su sospecha se basa en que han puesto música. La puerta de la ducha se abre. Adara recibe a Meritxell igual que las abuelas primerizas a una mascota. Meritxell empieza a disculparse de carrerilla, pero Larry corta, provocando al instante que pensemos que lo que se oculta es mayor que lo que ha sucedido. Es lo que tiene la censura. Termina por agrandar los deseos.
12.13: Club. Miguel es interrogado. Rodrigo quiere saber por qué Miguel no le ha esperado para raparse. Bea por qué no lo ha hecho para practicar el harakiri al peluquín. Miguel informa que se lo hizo, no sólo al peluquín, sino también a las gorras y a todo. Queimada. En una olla a la gallega.
La guinda nos la cuenta Adara en la cocina: "en la terraza antes ponía TE QUIERO y ahora pone ME QUIERO".
Miguel hace su entrada en público, pero sólo encuentra a Alain. Alain lo recibe con sonrisas y le dice que está el rapado un tanto desigual. Bea se lo va a arreglar ahora. Y a Rodrigo también, que tiene un rapado pendiente.
12.20: Miguel y Bea compiten a ver cuál de los dos realizó un acto con más significado, si Miguel al quitarse el peluquín o ella al prescindir de sus extensiones. Algo me dice que los dos simismos sienten la pequeña amenaza de la competencia. Y es que no hay cosa que más le cueste a un simismo que otro simismo.
Simona encuentra a Miguel y su nuevo look en la cocina.
- ¿A que está atractivo?,- propone Bea.
- Original,- prefiere Simona.
Miguel mejor se ríe.
No tarda Simona en encontrar surcos en el cogote de Miguel:
- ¿Tú te has abierto varias veces la cabeza, eh?
Y Miguel mejor se ríe otra vez.
Pero faltan testigos del cambio. De camino, el simismo de Bea aprecia el cambio de su "te quiero" y se lo reclama al simismo de Miguel.
La procesión va al baño, donde Meritxell gesticula la sorpresa adecuadamente y cuando empieza a disculparse por "anoche", censura. Ahora con el ojo.
12.30: Alain desayuna al tiempo que Adara le informa: "Rodri se está rapando". "¿Luego te toca a ti?", quiere saber Alain en una pausa entre cucharadas. Cucharadas de lentejas al dente de ayer. "Sí, seguro", contesta Adara practicando la ironía.
En el baño, Rodrigo va por aquí:
Bea dice que le pone más. Adara que le queda bien y que no se lo esperaba. Simona que tiene pinta de malote y eso le gusta. Meri, sin embargo, teme por Alain y pide: "no me lo rapéis, eh, no me lo rapéis", como quien protege a su peluche favorito. Alain no puede negar estas declaraciones de posesión porque está en la cocina desayunando lentejas.
Miguel decide irse, prefiere ver directamente el cambio final. Cuando vuelve se encuentra que el tercer simismo está casi a punto.
12.45: El resultado final les gusta a todos. Miguel se refugia en la ducha. Bea lo que quiere es ver a Rodri rapado y sin camiseta. Van tres peticiones e iniciando la cuarta.
Rodrigo se adapta a su nuevo look, dice que se ve raro y lo comprueba espejo por espejo. Alain le enumera los beneficios y ventajas del rapado. Adara opina que "estáis fatal". Aunque no puede decir que nunca lo haría porque "no se puede decir de este agua nunca...".
12.55: De pronto empiezan a surgir deseos de cambio igual que tiendas de lacado de uñas en las ciudades. Bea no sabe si raparse un lado y Adara afirma estar cansada de su coleta. Se la ha hecho ya tres veces, pero parece que a pesar de las variaciones en la altura del nudo, no le pilla hoy el punto. Meritxell, sin embargo, le está dejando claro a Alain que "tú no te rapas, tú no".
Viendo el resultado (Alain no hace mucho caso), prueba a decirle lo contrario.
Adara le dibuja dos líneas en pico a Bea. Cerca de la nuca. Bea espera que consiga la simetría, maquinilla en mano. Rodrigo se asoma, dice que no se lo pierde. Bea está lanzada: "me solidarizo con Miguel", proclama. Miguel decide aparecer y observa. Adara es la mano que rapa mientras le asegura a Bea que "madre mía, estás como una cabra".
Meritxell ahora le insiste a Alain que se rape. "Va, rápate, que no has venido a Gran Hermano sólo a dormir". Y se le engancha al cuello a suplicarle.
Alain le confiesa que le está estrangulando.
13.10: Meritxell le suelta el cuello pero se queda en sus rodillas. Le insiste a Alain que se rape. Él insiste en que lo haga ella si tanto interés tiene. Meritxell tal vez se haría lo mismo que Bea. Pero interés, interés, lo tiene en picar a Alain. Con lo que se tercie. Y si se tiene que rapar las inserciones del trapecio al cuello por picar, pues lo mismo se atreve.
Simona se está animando a hacerse una línea. O un cerco entre frontal y parietal izquierdo.
Ante tanto lanzado, el simismo de Miguel necesita a estas alturas aclarar que aunque estén todos "solidarizándose" con él, su acto de rapado en soledad tiene significado. Significado que empezó a adquirir ya desde su vídeo de presentación, donde era temática principal, recuerda con hincapié.
Aclarado su asunto, se deja arreglar las irregularidades que se dejó anoche.
Bea le unifica el corte, pero se siente vacía, quiere más. Algo ha despertado a la peluquericida que esconde en su interior. La que te corta un palmo cuando querías tres dedos. La que disfruta pasando la máquina al tres. O al dos. La fantasía del uno. Viendo los mechones de veinte centímetros caer inertes al suelo y acostarse ahí. Sedosos. Muertos.
Pero Simona se raja, porque dice que si le insisten mucho, le da por hacer lo contrario
Y Meritxell se raja. Aunque lo ha jurado. Aunque ha jurado que cuando ella jura, lo cumple. Porque las palabras para Meritxell, lo son todo.
13.29: Meritxell ha huido a la cocina por si acaso. Allí Adara le confiesa entre pan y pan que "no quiero que llegue mi momento". Así dicho hasta asusta. Meritxell le asegura a su nueva amiga que tiene un hueco en la final. Pero aún no lo jura.
13.34: De vuelta al baño, la conversación aún gira en torno a pelos, colores, tonos y largos.
En la cocina Adara se acuerda de Bárbara. Le confiesa a Meritxell que ayer le sentó bien confesar sus sentimientos y está segura de que fuera podrá hablar con ella.
Bea alaba los dotes de rapadora de Adara. La ve futuro como peluquera.
13.48: Rodrigo y Miguel, bailan uno junto a otro, ambos frente al espejo de la lavandería. Cantan el "tiki tiki ahora" donde han sustituido "tiki tiki" por "bombillita". Autorreferencial a sus rapados.
Adara se acerca a Miguel. Se interesa por su método para afeitarse la barba del cuello. Y le aconseja que ya no se pinte tanto las cejas. Miguel le confiesa lo liberado que se siente, como si el hecho de quitarse el peluquín le hubiese borrado de golpe las inseguridades que le dice a Adara que tenía, como si ayer no se aceptara y hoy ya sí se quiere a sí mismo, porque se ha quitado un peluquín y ha escrito "me quiero" en el jardín. A Adara no le parece para tanto llevar una prótesis y en cuanto a las inseguridades, cree que todos las tienen. Adara se interesa mucho por la tragedia que le cuenta Miguel de un novio que tenía del que se alejó en cuanto el novio se percató de la extraña línea de Miguel en el nacimiento del pelo. Le cuenta que antes se tenía que maquillar todos los días como se maquilla en las galas. Hasta las cejas. Adara escucha cejas y cambia de tema: "mira mis cejas sin maquillar". Y se gira al sofá del vestidor donde de pronto ha aparecido Rodrigo espatarrado. Miguel la piropea y le da el visto bueno a que se potencie ojos y labios cuando se maquilla. Adara se pone contenta.
14.05: De pronto se escuchan voces. "¿Qué ha pasado?", preguntan. "Alain se ha movido", informa Simona. Cosa que no entiendo pero transcribo. Para salir de dudas vamos a la zona de juegos donde Alain y Meritxell intercalan piques y picamientos. "Alain, ¿ese sofá ya lo has probado? ¿Y el del lavabo?", pregunta Meritxell. Entre sofá y sofá nombrado se ríe sola. Y sigue llamando vago a Alain desde una cómoda postura tumbada en las colchonetas de colorines.
14.10: En el baño Adara, Bea y Simona charlan tranquilamente. Bea se prueba unos pantalones rerrotos de Adara y las otras dos chicas opinan. "Pero qué le pasa a Meri", se pregunta Bea.
Y a Meri lo que le pasa es que mientras intenta picar a Alain, se va engorilando sola hasta que Alain le dé alguna respuesta que a ella sí le pique. Alain se da por saturado y se tumba en el sofá ciénaga. Esto hace que Meritxell se levante de las colchonetas y revolotee hasta sentarse a los pies de Alain. Así envuelta en una manta negra y peluda e incordiando a Alain que la espanta a manotazos, se me asemeja a algo. El caso es que Alain se aleja al otro lado del sofá y Meritxell recorre el mismo espacio en un zumbido, volviendo a estar junto a él. Le da con el dedo. Otra vez. Por el otro lado. Alain la espanta. Entonces Meritxell quiere que él se procupe por un manotazo imaginario. Pero Alain no se preocupa de nada imaginario (aunque debiera). Y así siguen.
Justo bajo la mano en la foto, hay un señor de 38 años trabajando la paciencia.
14.28: Miguel le cuenta enseñanzas Disney a Alain. Enseñanzas tipo "hay que querer al interior de la persona, no al exterior". Rodrigo descansa con la mano en la cabeza y le voy a copiar la posición. La de la mano. Miguel asegura que ahora ya es él mismo 100% y que no le tiene miedo a nada.
14.33: En el baño tiene lugar un interesantísimo debate sobre si la pulsera del amor es la blanca o la roja. Al final, no me queda claro. Igual me quita el sueño. Adara, Simona y Meritxell, las tres juntas, se anticipan a cuando estén "las tres juntas en la sala de expulsión". Charlan. Sobre si Simona mejor sin pestañas postizas. Colores de cejas. Colores de ojos. Se dirían temas que fortalecen la amistad.
14.40: Simona se va y Adara y Meritxell se quedan pasándose el "me voy yo", "no yo", "lo tengo tan claro que me voy yo". Luego Adara se depila el bigote y Meritxell observa porque tiene mucho interés. Se escandaliza por el bote tan pequeño de cera. Adara le aclara que se usa en pequeñas cantidades y debiera durar mucho.
14.50: Miguel fregando.
14.55: Bea quiere que Rodrigo le ponga su cara de malote. Rodrigo concede. Y con arrebato de beso. "Uf, estás muy guapo así, vamos a tener un problema aquí". "No, déjate de problemas hasta que salgamos fuera", sigue el juego Rodrigo.
En el baño Adara le dice a Meritxelll que ayer se dió cuenta del mucho cariño que la ha cogido. Meritxell también, tía. Y espera que cuando salgan, Adara no se distancie de ella. Y que hagan el viaje a Andorra que tienen apalabrado. Meritxell no va a fallar. Lo jura. No por Snoopy, pero es promesa. Adara contesta que sí y añade "aunque no sea a Andorra, a otro sitio". Se preguntan si a Pol le parecerá bien que sean amigas. Deciden que sí.
15.00: En la cocina empiezan a ver que están en las últimas. Recuerdan semanas peores, eso sí.
15.05: En el baño Meritxell se pregunta si tendrá relación con Alain una vez fuera. Resulta que tiene momentos en los que siente que es una pesada y hasta ha llegado a pensar que a Alain le agobia. Pero sólo momentos. Otras veces le mira y en sus ojos ve otra cosa. Además, tiene motivos contundentes para fiarse de "otra cosa", por ejemplo que cuando la besó debajo del edredón le acarició la mandíbula (en lo que yo diría un gesto paternal). Adara la anima y le sugiere que transmita sus temores a Alain. Terminan las dos compartiendo cosas que les pasan cuando ven a su respectivo y respectivo imaginario. Que les quieren agarrar. Y más cosas.
Meritxell asegura que ella no es celosa compulsiva, pero que le ha costado tanto conseguir un beso de Alain, que si se acerca otra mujer, sólo de pensar que lo pueda conseguir, le duele. Lo cual no es más que la definición de celos, clara y llanamente. Es decir, Meritxell se declara celosa con los sentimientos que describe, pero prefiere no llamarlo por su nombre. Compulsiva lo dejo de lado, desconozco su trayectoria.
15.20: En el salón, Simona le hace las cejas a Miguel y Bea le acaricia la nuca rapada a Rodrigo. Supongo que ahora no le pone cara "de malote" o el acariciado pasaría a arañado. Todo en orden.
Veinte minutos en silencio viendo lo que os cuento en la línea anterior.
15.40: Y como un tsunami, me lleva Larry con Meritxell, que le sacude a Alain a base de palabras donde no hay resquicio para intervenir. Creo que le pide explicaciones a él por sentirse ella pesada. Y como a Alain no le deja hablar, se lo explica ella misma. En un despiste de Meritxell, Alain intenta justificar alguna actitud suya por circunstancias familiares que Larry no quiere que conozcamos. Así que volvemos a la postal de las 15.20.
15.45: Adara se acerca a la postal en el salón. No consigue que se muevan, pero al menos hablan. Adara tiene miedo de mañana. El plató también le da miedo. "Madre mía, seis ya mañana", enuncia. Miguel opina que "está bastante claro ya, no?". Pasan a hablar de cejas. De copas. De la proporción tres a uno de los roncolas de Meritxell. Y como a Larry este asunto le asusta, nos saca de un planazo.
15.52: Volvemos con Meritxell. Tras la introducción sobre la pesadez ha tomado por fin la temática principal: parece que Meritxell ha decidio hacer caso a Adara e ir a decirle a Alain que tiene miedo de perderle fuera. No vemos mucho, enseguida volvemos con la depilación de cejas. Y de pelillos en la nariz. Y con prácticas nocturnas y discotecas favoritas de Simona. Miguel a la escucha. Yo me rajo, que me toca siesta.
16.00: Os paso con Viru y mañana más.