08.00 - 16.00: Pirómanos

telecinco.es 22/11/2016 07:59

08.00: Buenos días! Comments, nicks, clones, troles... captcha abierto. Ale, vamos.

08.04: Lo primero que veo es que Meritxell consiguió dormir con un hombre musculado en la tienda de campaña.

Lo segundo que veo es mi café y a ello voy mientras Larry se decide entre planos en blanco y negro del resto de durmientes.

09.00: Dormidos. Alain cada vez más escondido, ya sólo asoma una mano.

09.56: Hay vida vertical en el jardín. Bea trata, claramente, de contactar con vida inteligente que capte su mensaje desde el cielo.

Pues parece que no, que lo que quiere es contactar con su novio, que está en la casa. Es una pena que no escriba S.O.S., esa conocida súplica que decora las azoteas en los holocaustos zombis o cualquier otro encierro infernal. Todo sería más fácil para ella. Vendría un helicóptero del que Pol descendería atado a una cuerda, salvaría a Bea y en el último minuto, la cuerda de Pol se rompería, cayendo al jardín y siendo inmediatamente devorado por Adara, su novia y amada que fue injustamente convertida en zombi antes de poder salir. (Zombi guapa). Bea, sin embargo, escribe una prueba de amor en la que hay que imaginarse que la relación del sentimiento es proporcional al tamaño de las letras que lo proclaman. Y al del jardín.

10.15: Acabo de darme cuenta de que voy a tener que presenciar el momento en que Rodrigo tendrá que decir qué bonito, me encanta, yo también te quiero y Bea le mire con ojos de lenteja y los nudillos de la mano en la boca. Así que voy a por el chocolate directa. No me malinterpretéis, que las cosas bonitas también me gustan y mucho... pero no soy de compartirlas. Los besos y declaraciones en intimidad los entiendo mejor que las pedidas de matrimonio en estadios y similares. Por el tema del público.

Bea va por la segunda E de TE QUIE...

10.27: En este momento Bea añade corazones de servilleta a su mensaje y creo que el chocolate es insuficiente.

10.34: El objeto del Te quiero duerme en blanco y negro. No imagina el mundo de color que le espera al despertar...

10.40: Y Bea agranda la zona de color, en concreto con naranjas recién exprimidas. Por cierto problema técnico, a mano. Hasta que al exprimidor le da por ponerse en marcha.

10.50: Azucarado el zumo, Super mete música y luz y de momento, Rodrigo se tapa hasta la coronilla. En la cocina Bea decora un plato de tiras de pica pica rellenando un corazón. "Super, no le abras, que le quiero llevar el desayuno, eh", pide Bea al techo. En el Club vemos a Rodrigo ajustándose la petaca, levantándose de la cama, saliendo por la puerta... y entrando al baño del Club. Llegan las risas de Bea desde la cocina. Ya tiene un cuenco de plátanos cortados y está... creo que friendo su primer par de huevos.

11.00: Primera sorpresa conseguida. Rodrigo se había vuelto a meter en la cama y allí esperaba. Bea ha llegado con el desayuno y consigue que Rodrigo se acerque con sonrisilla y cabeza ladeada y le dé los primeros besos del día. Rodrigo se sienta a desayunar y le pregunta a Bea por el jardín. Le dice que ayer la vió muy preocupada por limpiarlo... Bea se sonríe y se hace la que no se entera.

11.11: No tarda Bea en hacerse un sitio en las rodillas de Rodrigo. Comparten plátano y besos.

Suena el búho y el viento de la montaña. "¿Les toca a ellas, no?", pregunta Bea.

En respuesta nos encontramos a Miguel y Alain vistiéndose en el dormitorio. Miguel se queja: "me parece de coña". Dos veces lo dice y dos veces Alain añade: "encima que es el último día". Parece que Miguel está gestando la idea de hablar luego con todos. Al menos nos avisa con antelación...

11.20: Bea y Rodrigo se besan en la cama, se acuerdan de Clara y la saludan. Super pide que pasen toda la ropa de los armarios a los armarios de la habitación de la cama cuadrada, vamos, que hay traslado.

11.23: En el dormitorio de la cama cuadrada y mientras Simona coloca la ropa, Miguel sigue protestando, sobre todo "por Bea, Adara y... cómo se llama la otra, Meri". Simona defiende a Adara, dice que ayer terminó turno con ella. Pero algo a Miguel le sigue pareciendo "de coña" e insiste que luego quiere hablar con todos. En cuanto a las mochilas: Miguel y Alain cargan los nueve kilos recién levantados pero no sé a quiénes quedaron que les tocaba. Y el mayor motivo de protesta de Miguel es que no se ha podido ni lavar la cara. A continuación pasa a comentar con Simona lo cochina que ven su nueva habitación. Simona dice que la necesita limpiar para poder dormir en ella. Y después escogen sus futuras camas.

11.36: Bea le está diciendo a Meritxell que les tocaba empezar hoy a ellas, puesto que se han escaqueado todos los días del primer turno y siempre empiezan los mismos. Meritxell se excusa en que ella ha dormido dos noches en la tienda, pero Bea le contesta que todos han dormido en la tienda y que no le ponga excusas. Meri se queda doblando algo de ropa y Bea se va a la cocina.

A la cocina llega Adara y dice que ella fue ayer la última, luego hoy no le tocaba empezar. Bea defiende que no se trata de si acaba uno u otro, sino de que siempre empiezan los mismos y que Meri no ha cogido la mochila en primer turno ni un solo día. Adara dice que ella la cogió ayer y Bea que no lo dice por ella. Adara se va protestando y Bea se queda: "es que no se les puede decir nada".

A todas luces, han sido incapaces de llegar a un acuerdo de relevos para que nadie se quede sin ducha durante la hora de agua caliente y ya después se organizan los turnos. O cualquier otra cosa. También se les presentan ciertos problemas a la hora de usar la cafetera italiana. La vida, que es complicadísima.

11.50: Llega el momento que Bea espera. Rodrigo se está acercando al jardín. Parece que ya lo ha visto. Rodrigo sale y el resto de compañeros se van asomando a las cristaleras, las narices pegadas y observando. Adara quisiera que a ella le hicieran algo así. La reacción de Rodrigo y Bea no la vemos, por cortesía de Larry. Pero de lejos se ve que Bea se sube a horcajadas en Rodrigo y ya salimos a echar un vistazo. Se dan besos y Rodrigo comenta "qué grande es", de modo que ha captado la esencia del mensaje. "Pues lo quería hacer más grande", confiesa Bea.

11.52: Pasado el momento y de regreso a la cocina, Meritxell y Bea se enzarzan en una pelea por el escaqueo del primer turno. Adara se introduce enseguida. Y también sale enseguida. Bea y Meritxell siguen. Bea le acusa de no haber hecho nunca más de 20 minutos. Meritxell que eso es mentira. Bea le grita que no chille. Meritxell sigue gritando "que no mientas" y Adara regresa: que siempre es con ellas. Bea se va diciendo que ella no piensa coger hoy la mochila en todo el día. Adara decide que ella tampoco. Meritxell es que aún no ha terminado los cien "que no mientas".

Cuando parece que esto podía no desembocar en deseos de mute, Adara revive al monstruo: "Miguel, y esto lo has empezado tú ahí potestando". Miguel se deja introducir y Meritxell, que ya ha terminado con los cien que no mientas, entra directa también. Adara les hace ver que ella no se enfada, que luego dicen, y explica el hercúleo esfuerzo que ha realizado de autocontención, que ha estado aguantando cinco minutos hasta que ya "me he tenido que meter". Acusa a Miguel de haber encendido el fuego y luego no dar la cara. Miguel dice que qué dar la cara, si ahora la está dando. "Porque me he dirigido a ti", recuerda Adara. Y con el fuego encendido, propagado y posteriormente avivado y reavivado, tenemos incendio a primera hora y varios pirómanos. Miguel no tarda en decidir que mejor se va y Adara se queda desayunando.

12.10: Meritxell se acerca a Alain y lo abraza por detrás mientras Alain está en alguna fase indeterminada de sus desayunos. Supongo que ahora son amigos.

Meri se acerca a consolar a Adara. Adara le asegura que se está conteniendo mucho. Meritxell rememora las veces que ellas han hecho cosas por sus compañeros. Adara está dolida porque no esperaba que Bea le hablara así, cuando se llevan bien.

Simona se acerca y con mucha calma les pregunta si van a hacer el dormitorio. Adara le recuerda que está en huelga. Simona quiere entonces saber si Meritxell va a hacerlo porque si no lo hace ella. Meritxell contesta de malas: "Yo ahora tengo la mochila". Simona le explica que le está preguntando si lo va a hacer hoy,no ahora, y que no viene a buscar pelea sino a saber si van a hacerlo porque si no, lo hace ella. Meritxell, que no se entera, le salta que si acaso va a fregar ella los platos. Y Simona le dice que por supuesto, que ha venido porque quiere saber lo del cuarto. Luego pregunta a Adara cómo se organizan con la mochila, pero Adara también se siente atacada y le abronca por no haber dicho durante la discusión que anoche ellas terminaron el último turno y ella misma dijo que hoy no empezaban. Simona, que además ya ha defendido esto, le dice que ella no se mete cuando están gritando. Y tal cual se va.

De fondo se le escucha protestar por la habitación que está "hecha una mierda". Adara y Meritxell se reindignan al instante. En el baño, Bea está diciendo que va a ir al Club a explicarle la situación al Super. "¿Qué son, las marquesas?". Simona recuerda irónica que las habitaciones no se hacen, pero que cocinar sí se cocina.

Pero antes de ir al Club pasa por la cocina donde Adara y Meritxell siguen a gritos y Meritxell acusa a Simona de que una vez pasado todo "ha venido aquí a decirnos cosas". Bea le pregunta: "¿qué cosas, que si vais a hacer la habitación?". Pues esas cosas, que en cualquier casa formarían parte de la organización básica, aquí se entienden como ataques.

Se enzarzan un rato. Meritxell acusa a Simona de provocación. Bea trata de defenderla. Adara reclama a Bea que ahora esté de parte de los otros. Bea trata de reconducir al asunto de las mochilas y Adara le recuerda que ayer ella estuvo la primera.

12.30: Rodrigo se introduce y le dice a Adara que no mienta. Adara se indigna y pide argumentos de que mienta. Rodrigo se los da al instante: que dice que ayer fue la primera y no lo fue, tardó cinco minutos una vez terminó la llamada y eso es fallo de prueba. Y para que no lo fuera, fue él quien tuvo que coger el primero la mochila. Adara intenta salir airosa, pero ante la explicación de Rodrigo, que no le puede decir que no, Adara resuelve "pues ya no pienso coger la mochila". Rodrigo le recuerda que la prueba es para comer todos y por eso él coge la mochila. "Pues la coges si te da la gana", chilla Adara.

"Es que son como niños", termina Rodrigo.

Adara protesta por tener discusiones ya de primera mañana con toda la casa.

- ¿Entonces el problema quién lo tiene?, pregunta Bea.

- Vosotros, vosotros,- grita Adara.

Varios se ríen. Bea acusa de victimismo y entonces entra Meritxell a hacer un solo.

Meritxell canta durante diez minutos seguidos en los que la culpable de sus reacciones es Simona por activarlas. Después dice "estoy harta" unas cientocincuenta veces seguidas hasta que Simona interrumpe: "pues me tienes que aguantar", dice mientras abandona por la cortina izquieda. Meritxell retoma el "estoy harta" hasta que culmina el último entre sollozos. Bea escucha.

Adara y Meritxell abandonan el escenario.

Bea se queda con Rodrigo. Bea cree que en algunas cosas, Meritxell tiene razón. "Por ejemplo, qué hace Simona pasando el aspirador y ahí su tarea sin hacer". O que durante los diez minutos de "estoy harta" de Meritxell pase por allí y le diga "pues me tienes que aguantar".

12.45: Adara y Meritxell se recluyen en lavandería donde se retroalimentan la una a la otra y lloran juntas lo mal que lo están pasando. Que entraron a pasárselo bien y resulta que se encontraron un pequeño infierno, dicen mientras se guardan las cerillas en el bolsillo trasero.

12.50: De vuelta a la cocina Rodrigo dice que pasa, que si las ve sin mochila no piensa decir nada. Bea explica que las quiere, pero que no piensa defender "el victimismo". Rodrigo se pregunta si Adara será así en su vida normal. Bea opina que no se puede actuar 24 horas al día tantos días. Rodrigo creo que prefiere ni imaginárselo. "Pues no la debe aguantar nadie", le dice a Bea.

Alain le propone a Rodrigo reintroducirse en el bucle del desayuno, pero Rodrigo le explica que hoy ha tenido desayuno sorpresa.

12.55: Así que Bea y Rodri salen a las máquinas y Bea le dice que esta noche le espera cena romántica con ella.

13.00: Adara llora sola en el vestidor. El infierno se ha hecho demasiado grande como para comprenderlo. La buena noticia es que se puede, aunque me temo que difícilmente nadie de la casa podría explicarle. No tardarían en brotar viejas chispas y hay más cerillas dispersas en muchos bolsillos.

13.03: Bea y Rodri opinan que sus sorpresas son muy originales y nunca se han hecho anteriormente en GH.

En la cocina, Miguel se pone a fregar y Simona a recoger. Parece que habían decidido hacer primero el cambio de habitación porque lo pidió el Super y después pensaban hacer cada uno su tarea. "Que están en huelga. Que me diga alguien que está en huelga que yo no hago mis tareas, anda... Que ellas sólo saben comer. Comer y ensuciar. Que no hago mis tareas, dicen. Yo hago mis tareas y las tareas de los demás, que no me vengan con chorradas", sigue Simona, también pirómana.

13.10: Rodrigo desea que Adara no se ponga ya la mochila: "va a ver luego la compra". "Que por qué me pongo la mochila, pues hombre, porque si no cojo yo la mochila, palmamos la prueba. Igual tiene un nivel de comprensión superior y yo no lo entiendo", ironiza. Bea se ríe y sigue a la bici. Quiere saber si Rodrigo le nota unos gramos menos hoy.

Miguel sigue fregando y Alain secando. Miguel se siente saturado. Repite que no entiende que una persona en huelga vaya a fijarse en lo que hacen o no hacen los demás. "Y a ver si se pone la mochila hoy. Que como no se la ponga, vas a ver la compra. Lentejas para comer todos los días", amenaza en el aire. Luego pasa a un discurso en el que la responsabilidad total es de "otros", que deben tener empatía y aprender a convivir y tener compañerismo, pero no lo tienen, "o eres como ellos y si no, eres mala persona". El fallo del discurso es que es unilateral. El caso es que Miguel no entiende a Adara y de paso tampoco a Meritxell, que dice que ha cambiado mucho en las últimas semanas. Alain confirma: "yo tampoco sé qué le ha pasado a Meritxell".

13.25: Bea busca quien le releve con la mochila. Las siguientes son Adara y Simona. Bea llama a Adara y al poco vuelve: "no se la va a poner, que está en huelga". Deciden que si ella no participa en la prueba, que no le van a cocinar. Miguel añade que tampoco se la tendrá en cuenta para la compra. Bea dice que si van por libre en esa casa, pues todo por libre. A Alain le parece mal quitarle la comida. Bea y Miguel dicen que quitar la comida no, que lo que van a hacer es no cocinarle.

Adara pasa por la cocina: "haced lo que os dé la gana". Bea le dice que está teniendo actitud de niña pequeña y Adara dice que "sólo me estoy defendiendo". Bea le explica que eso es a lo que ella llama victimismo, a decir que está toda la casa atacando cuando lo que ella ve es que si discute con toda la casa, igual es ella la que se tiene que sentar a pensar por qué tiene problemas con todo el mundo, no todo el mundo con ella. Que es ella la que discute. Adara se enfada y le dice que no esperaba que Bea le dijera esto y sale por la derecha con un último "sinvergüenza". Bea se queda diciendo que las cosas malas también hay que decirlas a los amigos.

13.35: Alain le pide a Meritxell hablar un rato. Así que Meritxell va a hablar un rato.

Su queja es que parece que Simona siempre se le adelanta a hacer la tarea de Meritxell. Alain le explica que lo mismo que hay que fregar después de comer, también hay un momento para hacer las camas. Si no lo hace, alguien se lo hará y eso hace que acaben detrás de ella. Meritxell se justifica en provocaciones y al final ironiza y opta por el pasivo agresivo: "vale, Alain, vale, Alain", "vale, que no hago nada, no hago nada". Pero en resumen, de nuevo nos encontramos con la estructura básica de conversación con Meritxell que es algo así como recorrer una cinta de moebius y creer que se va a acabar. Es decir, mientras Meritxell siga interpretando esta conversación como una estructura de ataque-defensa, lo más que van a conseguir con palabras es mover el aire. Meritxell organiza la defensa en tres bandas: no lo hago porque me provocan; no me esperaba esto de ti y díselo a los demás, no a mí. Y corta con huida. No es de extrañar que Alain se quede extrañado y le diga que no sabe argumentar. Meritxell, que confunde argumentar con quedarse con la última palabra, abandona el escenario asegurando que ella es quien más argumentos tiene en toda la casa y se va a escribir otros cincuenta "estoy harta" en el confe.

13.57: Adara tumbada en la cama le dice a Meritxell que le da lo mismo y que no piensa comer.

Meritxell... está harta.

14.00: En la cocina cocinan.

14.02: En las camas, Adara y Meritxell intercalan palabras.

- Bea, tía... lo ha sugerido,- protesta Adara.

- No puedo más, tía, no puedo más. Estoy harta. Ya hasta Alain piensa igual, tía. Me ha dicho cosas super feas.

Alain entra a coger algo del armario y se va. Adara y Meritxell guardan silencio. Meritxell hace un par de pucheros.

- Me encuentro fatal,- dice.

Adara responde con otro puchero.

Y ambas guardan silencio y lágrimas.

14.05: En la cocina limpian hasta que surge un nuevo intarcambio de mochila. Se empeñan que sea Meri. Y en este momento la verdad, sería más efectivo dejar tranquila a Meritxell. Pero eso depende de nuevo de la finalidad de las acciones. Y parece que en este caso el objetivo no es tanto alternar el peso de la mochila (1) sino demostrar que Meritxell no la va a coger (2), luego no les vamos a dar de comer (castigo). Miguel amenaza con dejarla en el suelo. Simona se añade, que si cuando le toque el relevo nadie la coge, también la deja en el suelo. Rodrigo decide que se la pone él, porque él es de la finalidad (1). Y por el camino Miguel se arrepiente y dice que sí les pondrá plato. Pero Bea está más rabiosa y dice que no, que a partir de mañana cocina ella y no les va a hacer nada a sus compañeras. Y así, amigos, es como se enquistan los problemas. El ojo por ojo no suele conducir a esa convivencia que tanto dicen añorar.

14.20: Bea, Alain y Miguel en la pecera comentan lo que ha sucedido. Alain está diciendo que sí es verdad que hoy no estaban los platos fregados. Miguel le explica que ha sido por el cambio de habitación y tener la mochila a primera hora, pero que no lo suele hacer. Vuelve a buscar incoherencias en Adara, que cómo una persona que dice que no le miren lo suyo, luego mira lo de los demás encima estando en huelga. Alain no entiende, cree que una huelga es para reivindicar algo y aquí no ve reivindicación sino sólo querer "putear", termina Bea. Quien opina que ella está conviviendo, pero sus dos compañeras están cocursando. Dicho esto, Miguel analiza las diferencias entre encontrar un punto de unión entre compañeros y ser falso. Bea cree que están usando el victimismo y se pregunta que se debe estar viendo fuera. "Las pobrecitas que tienen a la casa en contra y lloran, pero lo que no se ve es la tensión que tenemos el resto de la casa, sus contestaciones de niñatas y que les da igual...".

14.30: Entretanto en el dormitorio, Adara y Meritxell también analizan lo que ha sucedido desde otro punto de vista. Meritxell está dolida por lo que le ha dicho Alain y además dice que ella sí ha llevado la mochila. Adara le quiere recordar que "esto es lo que llevo yo viviendo todo el concurso". Y enlaza con "no sabes la que he tenido luego yo aquí con Bea en la habitación, lo que he tenido que oír". Meritxell se interesa y Adara se explaya de la siguiente manera:

"Que me hago la víctima, que... de todo". Lo más malvado es "de todo".

14.35: Simona y Bea siguen en la pecera. Bea quiere saber qué pasaría si se queda sólo "una de ellas", porque si se junta con el resto va a ser falsa y no puede, dado que es de lo que acusa al resto; pero tampoco va a estar las 24 horas sola por el jardín. Simona opina que simplemente hará que no ha pasado nada, como ya ha sucedido otras veces. Bea sigue dejando la pregunta en el aire de "una persona que sólo se ha llevado con cinco personas en la casa y ha tenido problemas con los otros quince, ¿qué es, que el resto estamos locos los otros quince?". Opina que es un problema de orgullo. Simona dice que ella también tienen carácter de sobra, pero se controla. Cree que se están riendo en su cara.

14.45: En el dormitorio Adara escucha los sonidos que le llegan de la cocina: "y tan felices, ahí están cantando". Meritxell pone las palabras que a Adara le faltan y le recuerda sus motivos de tristeza: que se le han ido los apoyos, que tiene a la casa en contra... Adara reafirma: "es que no sabes lo que he tenido que aguantar aquí: muchísimo. Muchísimo, muchísimo, muchísimo".

De todos los muchísimos, Adara se centra en el triángulo con Miguel y en la nominación a Pol, que ahí sí que tuvo que aguantar "de todo".

Meritxell le ahorra trabajo y ya desarrolla ella el "de todo".

Adara recuerda como Miguel le negaba que le gustara Pol cuando (teóricamente) todavía no sabía que le gustaba Pol. "¿Y alguien me ha venido a mí a pedirme perdón por llamarme loca en ese sentido?", pregunta Adara. La cuestión es cuál es ese sentido. Intuir que alguien le ha echado el ojo a tu churri no es de loca, de hecho es bastante intuitivo y observador. El problema está en el tipo de reacción, desmedida para algunos, auténtica y verdadera si se te revela la amígdala a la que salta.

15.00: A pesar de todo, Adara dice que se alegra de haber estado en la casa. Quisiera llevarse bien con sus compañeros, pero dice que no puede. Mira al infinito y resume: "pues nada, que se lo pasen bien ellos" y sin apartar la mirada del infinito añade con tristeza: "como ahora". "Es que no quiero ni salir ahí y tener una discusión", finaliza con resignación.

15.10: Mientras en la cocina Miguel dice que él no le niega un plato de comida a nadie y que les va a decir que si quieren salir a comer, que salgan. Que la comida también es de ellas. "No se les ha negado, se les ha dicho que la hagan ellas", dicen Bea y Rodrigo.

Rodrigo quiere saber si han asumido que la prueba depende de ellos y parece que sí lo saben.

15.15: Y a comer. Lentejas "al dente", o eso dice Alain, que come de pie junto a Rodrigo con las mochilas a cuestas. Miguel, Bea y Simona en la mesa.

15.25: Comidos. Simona friega y Bea le ameniza la sesión con cánticos gritados.

15.30: En el baño, Alain se afeita las manos. Diría que la luna llena ya pasó, pero me hace dudar.

Bea canta y chilla sobre una mesa. Se compadece de "el del micro" y por "el del micro" nos aludimos varios. Parece que se le han subido las lentejas.

15.40: Simona tumbada en el sofá del vestidor vuelve a decir que "si les gusta tener todo hecho una mierda", pero Miguel le sugiere dejar el tema.

Miguel sale al baño y se lava los dientes. Rodrigo se observa la tripa y Alain sigue afeitándose los antebrazos.

Los codos. Los brazos. El cuello.

Los hombros.

15.51: Adara completamente en negro se desliza por el baño y se mete en una de las puertas que no ocultan ducha. Nadie habla a nadie. Un minuto después Adara sale y hace el recorrido contrario. En el mismo silencio.

Alain le pasa la maquinilla a Rodrigo y Rodrigo inicia el ritual de afeitado de Alain, empezando por las manos.

15.57: Meritxell se aparece y se introduce al baño igual de silenciosa que su amiga hace unos minutos e igual de sigilosa abandona la escena poco después.

16.00: Os dejo con Adara y Meritxell en la cocina sirviéndose un par de platos de lentejas. Viru os sigue contando.

Mañana más.