9.00 - 17.00 Severos problemas glandulares
9.00: Buenos días niños y niñas, queridos todos. Conectamos.
9.05: Todos dormidos.
9.30: Sin novedad.
10.00: Dormidos.
10.30: Sin novedad.
11.00: Dormidos.
11.30: Dormidos.
12.00: Bueno, pues a pesar de que el Súper enciende las luces y sube el volumen hasta que se saturan los altavoces y a pesar de que la melodía la ha compuesto un niño de 12 años y la letra uno de 11, los zagales no tratan de arrancarse los tímpanos con un abrecartas oxidado, sino que se quedan en la cama, tan ricamente.
12.10: Algunas muchachas, con el reguetón rebotándoles en el cráneo mañanero y vacío, perrean enzombiladas de camino al baño. La mayoría sigue en la cama. El Súper pide cambio de pilas.
12.20: Aritz y Han abrazados. Aritz le dice a Han que tenemos que despertarnos ya, Han, y Han le responde mordiéndole el cuello. No se piensa levantar, dice. De pronto levanta la cabeza y con los ojos más achinados de lo que vienen de fábrica cae en la cuenta de que le toca preparar el desayuno y lo dice, dice: "¡Me toca preparar el desayuno!". Aritz se descojona pero se queda en la cama. En la cocina Han se encuentra con Vera, que le pregunta qué tal. Han está "muy bien porque he dormido con mi marido". Se pone a cocinar. Los demás siguen en la cama o están ya en el baño.
12.30: Los concursantes arrastran los pies hacia la cocina. Unos preparan el desayuno y otros friegan. Han ve una polilla y entra en brote psicótico. Grita y se aleja de la zona de acción del salvaje animal y se queda quieto con las manos en la cara. Los demás no saben qué ha pasado hasta que a Han se le pasa el brote y puede articular la frase: tenias... polilla...ahí... Señala. "Pronto empezamos Han", dice Aritz, y como en las películas o como cuando tu Señora Madre te echa la bronca, repite la frase para aumentar el efecto dramático: "Pronto empezamos".
12.45: Conversaciones legañosas sobre el desayuno y los turnos de la prueba. Marina viene del confe. El Súper le ha dicho que entre todos tienen que limpiar los espejos de la casa. Empieza la música de la prueba, mítica sintonía tocada con un Casio LPT-1 de cuando una partida al Pac-Man en los recreativos costaba cinco duros. Al principio hace gracia. Después de cinco minutos prefiero el reguetón.
Bueno, no.
Suso sigue en la cama con una de esas barbas de límites cincelados que son el equivalente masculino a ponerse rimel y pintarse la raya del ojo (aqunque ahora que lo pienso, no sé si el rimel y la raya del ojo son la misma cosa, y ahora que lo pienso también ¿se pintará Suso la raya del ojo cuando sale a ligar con los colegones? Yo diría que sí).
13.00: Siguen medio dormidos. Carlos y Niedziela friegan. Sofía seca. Marta espera que el tiempo se le pase lentamente hasta la expulsión. Sin embargo, Sofía es una mujer relativista y dice que no, que el tiempo pasa como a la velocidad que pasa y punto. Marta cree que lo que van a pasar es hambre esta semana. Carlos protesta porque los platos de ayer están sin fregar y se juntan con los platos del desayuno. Cree que todo el mundo debería fregar sus trastos de desayuno. Las muchachas secundan la moción.
13.15: Cambiamos a la sala de la prueba. El espacio está a oscuras. Es una recreación de una pantalla del Pac-Man (aunque tiene ese aspecto cutrefuturista de Tron) y la sintonía de Pac-Man suena en bucle. Unos cuantos concursantes hacen de fantasmas con unas gafas opacas y chocan con las paredes del laberinto. Aritz hace de Pac-Man; tiene que recorrer el laberinto sin que le toquen los fantasmas mientras se come los Pac-Dots, que aquí son unas bolas amarillas pegadas con velcro en las paredes del laberinto.
Parece evidente que la prueba está pensada para sacarles de quicio, y eso está muy bien. Ahora, para minutar, no es de las buenas.
13.30: Suso ya se ha levantado y busca desayuno. De lejos, yo diría que se está comiendo un montadito de mermelada de melocotón. Por lo demás, en la cocina Niedziela, Carlos y Sofía hablan de cosas de fregar. En el sofá Marta y Muti. Muti acaricia el muslo a Marta, con golpecitos de amistad y tal, pero muy cerca del arco de cruces, qué queréis que os diga. Por lo demás, Muti acaricia a Marta pero habla con Raquel, que se limpia los dientes con los codos apoyados en la mesa del salón, pero Muti está hablando en élfico y no entiendo absolutamente nada de lo que dice hasta que se pone a listar todas las enfermedades venéreas que conoce, ladillas incluidas, y resulta que venía al caso, porque ni Raquel ni Marta parecen asustadas ni salen corriendo ni nada.
En el Pac-Man humano terminan otra pantalla. Mucho me temo que la sintonía se me va a meter en el bulbo raquítico y es bien sabido que una vez ahí dentro no hay forma de sacarla. Al terminar, piensan si organizar la prueba de otra manera. Y vuelta a la cocina. Siguen recogiendo los mismos. Sin novedad.
13.45: Carlos se va engorilando progresivamente. No quiere la casa esté "como una mierda" y por eso está limpiando y recogiendo, a pesar de que no le corresponde y encima, mientras él trabaja, hay gente arrascándose la huevada en el sofá, hombre ya, y el horno, el horno da asco, dice Carlos, porque se conoceque ese horno da para dos temporadas de CSI. Niedziela está de acuerdo: "Yo no soy la reina de la limpieza, pero unos mínimos..." y ahí está el problema, que las necesidades mínimas no son las mismas. Yo, por ejemplo, no tengo. Y en ese momento se presenta Marina en la cocina y declara:
"Yo hoy paso de maquillarme, tía".
Viviendo al límite en GH16, queridos.
14.00: Suso tumbado solo en el sofá del jardín. Sale Muti.
-Otra vez estás de malas, Muti.
-Qué va.
-Desde que te levantas hasta que te acuestas estás mal, Muti. Hazme caso, que te lo digo yo que lo veo desde fuera -dice Suso.
-Que no estoy mal, si me suda la polla, lo que pasa es que me jode ver que hay un capullo que se lleva bien con toda la casa -dice Muti, contradictorio.
-Más de lo que hacemos no podemos hacer -dice Suso y creo que ni él sabe a qué se refiere.
-Es que estoy deseando que me diga algo. Que me diga algo estoy deseando -dice Muti, que exponer, lo que se dice exponer, expone regular, pero se sabe casi tantos insultos como enfermedades venéreas-. Payaso, falso, fantasma. Follaorejas. Me suda la polla que ponga a toda la casa en mi contra.
Suso se incorpora del sofá y pregunta:
-¿Quién? -de dónde se deduce que efectivamente, no sabía de que estaban hablando.
-Quique. Es un falso. Un pasayo. Eso es lo que es. Un follaorejas.
-Un follaorejas -dice Suso.
-Me suda la polla -dice Muti.
En el Pac-Man humano, siguen con la prueba. Amanda dice que está un poco mareada de hacer de fantasma.
14.15: Nada que rascar en la prueba. Cuando Pac-Man Humano termina la pantalla grita: ¡pantalla!. Los demás aplauden. Hablan ocasionalmente de cómo organizar los turnos; quién hace de Pac-Man, quién hace de fantasma, que por lo visto, es un coñazo. Desde luego, para el espectador, es más aburrido que chupar un clavo.
14.30: En el jardín, Suso y Vera. Vera se quita la gorra:
-Mira qué pelos. Anoche me fui a la cama con el pelo mojado y mira.
-¿Te vas a afeitar?
-No. Cuando me salga por aquí -se señala los pómulos- y por aquí -se señala el cuello-, me la afeito. Y verás un cambio en mí que lo flipas -y sí, es Vera calificando su propia apariencia de flipante.
-¿Sí?
-Sí, tío.
-¿Tú como te gustas más, tío, con barba o sin barba?
-Me es indiferente.
-¿Pero tú como te encuentras más cómodo, tío?
-Más cómodo es sin barba, pero más cómodo es no afeitarse, tío.
-Es que tienes la barba tan dura... -dice Suso.
-Sí, la tengo muy dura -dice Vera.
-Yo la tengo tan blanda -dice Suso.
Y creo que sólo si en lugar de llamarse "tío" el uno al otro, Suso le llamase a Vera "ladrón" y Vera a suso "marinero", podría estar más perplejo de lo que estoy ahora.
Vuelta a la prueba.
14.45: Han encimando a Aritz en el sofá de mimbre porque Han es una de esas personas insufribles regidas por el tacto. Cinéticas. Se supone que todos tenemos un sentido predominante, normalmente es la vista. Pero Han es cinético y a los cinéticos se les nota enseguida. Son esos que te tocan el brazo cuando te hablan. Les cuesta mucho estar quietos si no se apoyan en ti. Te palmean la espalda cuando te les cruzas por el pasillo, cuando se despiden dicen: estaremos en contacto, e, invariablemente, te perseguirán por el sofá para ver la película aunque sea agosto y vivas en Madrid y cada vez que te gires en la cama te comerá el terreno y terminarás durmiendo de lado en el borde del colchón con la espalda empapada.
Te lo digo yo.
Aritz no es cinético, es visual, y por lo tanto, no sabe dónde se está metiendo.
En el baño, Ivy y Amanda limpian y dicen cosas de limpiar y Vera recoge el salón y dice cosas de recoger y que si hay que ver cómo está esto, que si falta aspirar y fregar y no seré yo el que lo haga, que si las planchas de pelo están todas tiradas, porque hay que hacer todos los espejos de la casa ¿sabes? y aquí hay dos personas que se han escaqueao y yo no he sido ni miro a nadie, etc. y sólo les falta ahuecar la mano en torno a la boca y mascullar: "Suuuusoooo.... Muuuutttiiiii"
15.00: Nos quedamos en la prueba hasta que terminan. Por fin.
15.15: Algunos problemas con la prueba. Según Carlos, habían hecho grupos de 5 para que no pasase lo que pasa ahora: que están rotando y hay gente que ha hecho 2 turnos y otra gente que ha hecho 3. Cotorrean sobre el asunto. Carlos parece el más enfadado. Ahora protesta por la prueba y antes protestaba por el desayuno y si sacamos el mínimo común divisor, lo que Carlos quiere decir es que él hace más que otros, que no hacen ni el huevo y que los que no hacen ni el huevo son Muti y Suso. Tarda unos 10 minutos en animarse a decir Suso y Muti y lo hace indirectamente, preguntando: ¿quiénes dos tenían que barrer?
Muti y Suso, efectivamente.
Antes se ha referido a ellos como "las personas" o "la gente". Carlos empieza a decir frases preocupantes como: "el otro día termino de recoger la cocina y voy un momento a la despensa y cuando vuelvo ¿qué te crees que me encuentro? La tostadora ahí y la encimera llena de migas". Llamo a mi madre para ver si da su aprobación oficial de la frase de Carlos como Frase De Madre y me dice que sí, que lo certifica, y de paso me pregunta que qué tiempo hace y que qué he comido.
Son Quique, Carolina, Ivy, Amanda y Raquel, que yo vea. Todos se han sumado a la letanía de Carlos y pasados los primeros 5 minutos la conversación se convierte en una repetición de las mismas frases dichas de distintas maneras. Cada concursante espera para decir su frase y poner su ejemplo de injusticia en los que ellos trabajan más que el polígrafo de Sálvame mientras hay personas arrascándose la huevada en el jardín. Y de esta manera se suman a lamento colectivo y se hace equipo y la conversación es más un masaje que una conversación, os decía que decía Houellebecq.
15.30: Porque yo no se lo digo al que caga fuera, al que zurraspea todo el baño. Que, ojo, que yo no estoy diciendo que sea un tío, oye, que yo lo mismo hablo de los tíos que de las tías, dice Amanda, porque ella es una mujer ecuánime que habla igual de los tíos que cagan fuera que de las tías que cagan fuera, claro que sí. Para muestra, un botón: como el otro día, que me encontre papeles de regla, que eso.. o era una tía o era un tío con almorranas, digo yo.
Ahí lo tenéis, también habla mal de las tías que cagan fuera.
Porque ya está bien de zurraspear todo el baño, que no me voy a quedar de policía en el baño a ver si alguien sale y le tengo que decir, oye, entra pa dentro que has dejao toda la mierda ahí repagada, porque te digo que así no lo hacen en su casa, y te lo digo con la mano en el corazón, concluye amanda, y no deja de resultar enternecedor que Amanda recurra a la expresion "poner la mano en el corazón" para referirse al hecho de si sus compañeros dejan o no mierda repegada en los baños de sus casas.
Dicho esto, Amanda ya no tiene más juramentos antiexcrementales que hacer y procede a recoger sus cosas del dormitorio. Sola. En silencio.
Han cocina cantando en falsete una canción de Mónica Naranjo.
15.45: Pausa. No se ha visto claro, pero entiendo que los mismos que estaban despellejando a Suso y a Muti han ido todos juntos al confesionario mientras Suso barre negligentemente y mira de reojo hacia la puerta. ¿Qué ha sucedido? Pues alguno de los del club del masaje ha entrado en la sala de prueba y ha visto a Muti quieto. Los fantasmas no pueden estar quietos. Avanzan y rebotan y Muti hacía de fantasma y estaba quieto. Muti alega que se había metido en una esquina del laberinto y que estaba quieto para ver si se orientaba. El caso es que, con la excusa de si es falta o no, han ido los del club en manada al confesionario.
Mientras tanto en el jardín, Muti y Marta hablando. Muti explica eso que os acabo de contar de que estaba perdido. Marta comprende a Muti, faltaría más. Lo que a Muti le molesta son las formas, le explica Marta al propio Muti, pero el propio Muti no lo entiende bien, porque dice 15 veces en 5 minutos "me suda la polla", que sumadas a las 26 que llevaba hasta el momento hacen un total de 41 "me suda la polla" y no lo dice en el sentido figurado de la frase, como una persona a la que no le importa lo que está pasando, porque evidentemente está bastante alterado, lo que nos lleva a pensar que tiene un problema glandular grave y en lo que viene siendo la zona de la polla, que le suda mogollón, amigos.
(Nota: no computan en la Muti-estadística los 13 "me sale del nabo" ni los 7 "me toca la polla" por no estar formulada la frase correctamente).
15.49: 53 veces.
15.53: 58 veces.
16.05: Han y Artiz cocinando. En el jardín, Marta le explica a todo aquel que quiera escucharla, que a Muti lo que le falla son las formas. Por su parte, Muti dice que 59 veces. Carlos contesta que los errores en la prueba afectan a todos los concursantes, así que Muti dice que 60 veces, se levanta y se va.
Aritz y Han cocinando. Viene Raquel. Cantan algo pasándose de simpáticos y mirando a cámara.
Han se ha quemado. Grita: ¡Súper! ¡Me he vuelto a quemar! El muchacho se lamenta terriblemente llevándose las manos al codo herido. Aritz le dice: No pasa nada, así tienes más cuidado para quemarte la próxima vez, pues. Pero no pasa nada, enseguida viene Marina para darle unos besos a Han en el codo y cantarle lo de sana-sana-culito-de-rana y resulta que Han se la sabe.
-Se la canto a mi sobri -dice Marina.
-¿Y a tu... tu...tu reborn?
Marina cambia de tema.
16.13: 61 veces. Espero que alguien de la organización esté leyendo esto, porque el chaval insiste repidamente, una y otra vez, y no hay compañero al que no se lo haya dicho ya, que le suda el pene profusamente que le suda profusamente... lo ha dicho tanto que sus compañeros ya no le creen, en una especie de versión diabólicamente retorcida de Pedro y el Lobo, así que piensan que bromea, que son las cosas del Muti, que es un cachondo, y hasta que no pase una desgracia no se darán cuenta. Así que aquí queda constancia de que yo he avisado, a las 16.13h. así que me lavo las manos, amigos.
16.15: Han, Marina Aritz y Amanda parecen los cocineros. Conversación al efecto.
16.25: Terminan de cocinar, a servir. Algunos van al baño y otros, como Han, pasan por el confesionario. Los demás, miran embobados a los chefses emplatando, menos Muti, que mira con cara de que le suda la polla.
16.35: Cada vez que pueden, el Club del Masaje aprovecha para hacer alguna reflexión de alto calado sobre las consecuencias del vaguerío extremo en la convivencia y la influencia del desorden sobre la tranqulidad del espíritu, o bien aprovechan para poner algún ejemplo en el que Suso y Muti son las hermanastras de Cenicienta y ellos son Cenicienta herself.
16.45: Marta, Ivy y Carolina de Intercambio Psíquico en el dormitorio. Como siempre, cotorreo sensitivo, cháchara emocional. Yo no me quiero ir... Que no te vas a ir... Yo me quiero quedar si la gente quiere que me quede... Tú lo que tienes que ser es tú misma... Bla bla bla, etc. La conversación como masaje, decíamos antes. Intento prestar atención pero no lo consigo. Afortunadamente, vuelve Han del confesionario. Se encuentra maly se va a acostar un rato. Corte al jardín. En el jardín, Raquel y Carlos también de intercambio psíquico. En el sofá, Muti dice que 62 veces, porque es muy fácil, que él es el nuevo, y que llega el nuevo y come pan y que entonces le nomino porque come pan, así que a él 63 veces. Carlos da un discurso clásico sobre la importancia de las normas de la convivencia, porque tiene toda la pinta de que las normas le gustan mogollón. Raquel, por su parte, se basa en normas empáticas y emocionales a la hora de convivir, son faltas en esas cuestiones lo que no tolera. No obstante, todo esto a Muti le 64 veces.
16.53: Para Han, ponerse a cotorrear y sentirse mejor es todo uno, así que cotorrea en el dormitorio con Carolina, Ivy y Marta. Calculan cuatos años tienen los niños según la categoría en la que practican deporte: benjamín, alevín, infantil... esas cosas. No entiendo a qué se refieren, pero me imagino que tratan de averiguar el secreto de alguien.
17.00: Entrar Artiz en el dormitorio y arroparse Han en la cama poiendo morritos de enfermo, también es todo uno. Aritz le da unos golpes vascos en el brazo y está a punto de dislocarle el hombro al pobre chaval, y eso no puede ser porque serían ya dos problemas de salud graves: una dislocación y un severo problema grandular.
Nos vemos mañana. Andad por lo segao.