8.00: Jueves. Aquí está y a ver qué nos trae. Aunque faltan aún unas cuantas horas para lo que más esperáis... Buenos días y conectamos.
8.07: En la casa dormidos. Verdeliss con unos guantes de boxeadora que le han calzado, de modo que ha estado bastante impedida. Y eso a Verdeliss le pone muy nerviosa y lloró ayer de la frustración.
8.30: Ángel ha visitado el baño y vuelve al calor de la cama.
9.00: Y durmiendo...
10.00: ... todavía.
10.50: Empezó la marcha. Ángel se levanta encantado que hasta baila y ya tiene la áurea corona puesta. Verdeliss se rasca la nariz con el lado convexo de las enormes manos que ahora se gasta. No recuerdo cuánto dura el hechizo.
10.57: Super, el de poderosa voz, habla así entre los mortales: "Verdeliss, el sacrificio ha terminado, puedes usar tus manos". Así dice y su designio rápido se obedece. Makoke alaba a Ángel, que escogió a Verdeliss de entre todos ellos para portar los guantes que a todo impiden, a ella que no va a la playa. Le responde Ángel con un gesto, golpeando sus sienes con el gordo dedo que señala, indicando así que en sus mientes todo lo pensaron antes de escoger a la sacrificada.
Menos divina resulta su insistencia en justificar la elección, que hasta los simples mortales, que sus defensas reciben, le vienen a recordar que no tiene por qué.
11.08: Quisiera Makoke, la de torneados brazos, limpiar el baño antes de que los truenos los convoquen a todos a hacer la prueba. Llega entonces Miriam, heraldo de malas nuevas, a decirle que habidos regalos como la oscura noche han sido encontrados en el váter.
Promete Miriam resarcir los ascos provocados llamando a la diosa vergüenza a presenciarse en la próxima gala pública y señalar con sus encarnadas marcas a aquel que les infundió las arcadas. Se lamenta después que anoche le faltó el ánimo de cerrar la noche con sus bailes.
11.20: Levantose hoy Asraf sin arrojo para cocinar y presta se ofrece Miriam a realizar ella la tarea, que él tiene ropa que lavar.
11.25: Entre los verdes brotes del invernadero Miriam, la de inquietos tobillos, relata a su buen amigo, Koala, sus bailes de anoche. "Aún existe Miriam en la casa". Así dice y con recio brío relata después como nunca se quedará callada y cómo ella sola bailó anoche ante la conga encabezada por Darek y seguida por todos los demás. "No les daré el gusto de dejar de bailar en mi salón... seguirán viendo mis pies". Así ha dicho y esto ha añadido: "no voy a dejar de bailar". Que incluso escuchó a Suso decir que la quieren desgastar hasta que se vaya. Avisada está de que al Hades se la quiere pronto enviar, si bien la anima su amigo Koala, recordándole que llevan en su cuenta ya un mes y que no tardará en llegar la ansiada Navidad para todos comer turrón y polvorones y pingües muslos de animales jóvenes. Le dice Miriam que a ella nada bonito le espera ahí fuera y añade que lo que ella en la casa recibe, la llena de fuerza combativa. Viene su amigo a recordarle que mucho influyen los ojos que miran, pues "quien lo quiere ver como un cómic de Mortalelo, lo verá como un cómic de Mortadelo, y quien quiera ver una peli de terror, pues tendrá una peli de terror".
11.40: Duchada en la cocina pide café Verdeliss, la de blancos brazos y liberadas manos, al dios Tony, de áurea corona y dorada banda. Y así, complacida por el mismísimo dios, al fuego se templa una nueva cafetera para darle gusto a Verdeliss. Y a quien más de ella se sirva, pues café hay para todos, pese a que a los más tardíos a menudo les falta.
Se despereza en su cama Aurah, la de larga cabellera, mas no está aún levantada. Pésale así el día en sus pintados ojos todavía.
11.55: Enséñale Koala a Miriam a cantar como Serrat, e igual que un chivo condenado ante la pira de su hecatombe, por turno berrean mientras caminan los dos por la línea blanca que el camino les manda.
12.00: Comentan la falta de alimentos los mortales Mónica y Asraf en la cocina, tramando intrigas para comerse hoy el huevo que les corresponde. A nadie quieren prevenir, piensan ellos que no hay por qué, o tal vez conocen el camino que mejor sentaría y prefieren evitarlo, animando así a la discordia a visitarlos, que tantas veces presta ha acudido cuando se la ha llamado.
12.10: Háblales Super, el de poderosa voz, con nuevas normas que obedecer. Hay lugares que no deben frecuentar, mejor que se guarden todos en la cocina y el baño. Y en la habitación grande de azules paneles también. La caminata se la permite continuar, pero advierte que eviten las prohibidas zonas.
12.15: Busca Makoke, la de labrados brazos, en quién delegar la función del baño. Tal vez Suso, o quizás Aurah. Sus propuestas son nombradas, no así la resbalada y oscura mancha que no llegó a culminar destino en su deslizada marcha.
12.20: Acusa Mónica, con hiriente dulce voz, la presencia de traviesa criatura, tal vez duende, que usa tazas y no las friega, usa platos y los abandona, sin pasar la caricia del estropajo por su imporosa superficie. Su nombre no conoce, tan sólo de sus haceres.
12.25: El de la poderosa voz, Super, el persistente, llama a los dioses a su olímpica morada. Advierte también que la pizarra en el jardín, ni un sólo mortal se atreva a tocarla. Repara Suso, el de adornadas camisas, que ni la hubiera visto si él, Super, el de poderosa voz, no le advierte de su presencia.
12.30: Háblales el dios Ángel, con malévola y embrujada voz, desde el Olimpo a los mortales en el salón, leyéndoles su destino, el más próximo y que dice así: "somos lo que hacemos de forma repetida, la existencia no es un hecho, es un hábito. Esta prueba la podéis hacer entre todos. Subiréis y bajareis esta escalera de arriba abajo y de abajo arriba, 500 veces, escalón a escalón, sin saltos ni trampas. Deberéis contar entre todos cada vez que subáis y bajéis. Sin trampas ni errores. Nada más que decir. Los dioses han hablado. Quedáis en manos del destino. Ay que me meo".
Se entretienen los dioses comiendo uvas y mascando queso, maquinando nuevos destinos y observando el cumplimiento de su petición en la iluminada pantalla que de ello les cuenta.
12.40: Se hablan así entre ellos, pues en el Olimpo también se cotillea, y desgranan el amargo llanto que a la mortal Verdeliss le causó el llevar los guantes que a todo le impedían. Justifica así el dios Tony: que a ella la eligieron por estar duchada ya y haberla librado de otras penurias, como el ser rociada de blancos gusanos o de aliñadas sardinas. "Ella es inteligente y sabe que eso es una elección de ella: el embarazo. Que luego es una alegría, pero no hace pruebas, por su situación. Come lo que quiere, por su situación. Pero es que su situación es elegida. Pero que producción cuando la escogió sabía que iba a haber una diferencia con el resto. O sea, la muchacha no tiene culpa". Así ha hablado Ángel, el de modulada voz, y Tony le ha escuchado.
12.50: Igual que Sísifo con su pesada piedra, suben y bajan los mortales la escalera, librados de la piedra, eso sí. No así de la cruda carga que Sísifo portaba, pues creía el infortunado cada vez, que de su trabajo se libraría al terminarlo, cuando su castigo no era ése, sino precisamente el creer que algún día terminaría. Desgraciado él, que cada amanecer tenía la piedra de nuevo bajo la montaña. Así aguantan los mortales la carga de cada día, no pensando que una nueva prueba ya está preparada y pronto se comunicará por voz divina desde los sillones del Olimpo.
13.00: No se libran de humanos pesares en el Olimpo. Echa en falta Ángel, de modelada voz, la falta de una escudilla, el azote de las moscas o la hartura del mismo manjar. Pues es tortura la repetición, aunque se presente en bella forma o sabrosa invitación, si no hay opción a la elección.
13.10: Se alarma Ángel, sobre la mano la barbilla, pues ha creído encontrar error en la cuenta de Tony. Lo niega él y no tardan ambos en ver que Mónica, en humano error, ha dejado de usar la voz para contar. Confirma ella que no sabe por dónde va y responde Verdeliss que tampoco ella sabe contestar.
Hace de más para prevenir y la prueba se reanuda al terminar. Makoke y Suso se ponen a caminar.
No hay calma sin embargo en el Olimpo. Ángel predice con oscuros vaticinios que Darek se ha equivocado. No así Tony, que también ha llevado la cuenta.
13.15: "Hijos de la tierra, hijas de la gran tierra. Id todos al salón". El dios Ángel pide así. El dios Tony habla a continuación:
"Oh, mortales. Narciso fue castigado por su vanidad cayendo al agua en la que admiraba su propio reflejo. Tanto se gustaba que cayó al lago en el que se reflejaba. De la misma manera hoy elegiremos al narciso de la casa que tendrá que vivir durante una hora admirando su propio reflejo. Esta vez seréis vosotros quienes decidáis quién es el Narciso de la casa. Adelante".
En el salón levanta la mano Mónica, para ser ella Narcisa durante una hora. No contaban con la voz divina, que habla de nuevo así:
"¿Quien te sujeta el espejo, siempre a pocos centímetros de tu cara, para que allá donde vayas siempre veas tu cara y nada más? Los dioses han hablado. Quedáis en manos del destino. Uahggg (atragántase Ángel con una nuez)".
Causa risa la segunda parte en los mortales, pues aunque Aurah ya se ha ofrecido, no hay quien no haya pensado, ni en esa casa ni en las vuestras moradas, en Miriam para esta tarea.
13.25: Suenan las carcajadas en el Olimpo, las de Tony y las de Ángel, pues igual que el león llama a sus crías al festín, un tren salió de un túnel retumbando. Y aunque una no lo escuchó, las olímpicas carcajadas que ha provocado sí llegan a los atentos oídos.
13.27: Le sujeta Aurah el espejo a Mónica y las dos se van al baño para maquillar sus rostros. Bórrase el rostro de Mónica del espejo cada vez que busca entre las cremas y búscale Aurah el reflejo, cada vez también, no dejando sin embargo que el espejo no le devuelva también el suyo propio, pues ambas se quieren mirar.
13.35: Sentadas en el claro sofá del jardín, aseguran las dos que grupos no hay. Lamenta Mónica que quiso elegir al Koala para que le sujetara el arma de su tormento, aunque pesar no muestra. Replícale Aurah que ella se ofreció, pues vio a Miriam ya con su mano alargada hacia el mango del espejo y en su infinita bondad quiso impedir este estrago.
13.45: Hasta ellas ha caminado Suso, de haraganas caderas, y tumbado cerca de ellas participa y da conversación. Pregúntase en alta voz por qué Koala no ha querido sujetar el espejo. Deduciendo a continuación que de esa manera remarca su rival que sí hay dos grupos y que eso le conviene a él. Se asombran sus dos compañeras, desconocían ellas que Koala ya se había negado a la impronunciada petición.
13.55: Advierten en el Olimpo lo mucho que acude Miriam a las bocas de sus amigas.
13.58: Le dice Mónica a su amiga Aurah, de incansable brazo, que opina de Miriam de esta manera: "en cuanto pueda se la meterá doblada a Verdeliss". No lo duda Mónica, pero sí lo duda Makoke, desde un sillón recostada. Le relata entonces Aurah pasadas batallas, por si sale de duda, palabras dedicadas por Miriam a Makoke, de dorados cabellos, o sus enfrentamientos nocturnos, bien gesticulando en las espaldas de Suso, bien tropezando las dos con sus bailes. Asegura Suso que él no lo vio, pero le insiste Aurah que sus ojos sí, además de los de Asraf, que fue el heraldo que en su momento informó.
Cansadas las dos, caminan a la cocina para servirse café. Pide consejo Asraf y Aurah, de poderoso brazo, le dice así: "agua hasta el tornillo y café hasta arriba sin aplastar".
14.07: Sin contar que en el Olimpo todo se ve y se indigna el dios Tony, pues ponían la mitad de lo nombrado, y se indigna el dios Ángel también: "sería más fácil mandar a caniches". Escuchan también como Narcisa se mira en su espejo, al que muestra su rostro del que dice todo natural y sin rastro de bótox ni operación y al que canta su lindeza con música de la Bella Durmiente.
"¿Y todavía no ha pasado una hora?". Así es el sentimiento que padece Ángel y no hay ambrosía ni nuez que lo mengüe.
"Hasta que no ha entrado en la cocina no ha parado", observa también mirando a Asraf vigilando la pasta en su antiguo dominio. "Quería estar cerca de ti", opina Tony balanceando su dorado báculo.
14.20: No puede más Ángel y suplica el mismísimo dios en su Olimpo al Super que le permita ir al baño. No sólo está concedido, les dice también que pueden los dioses acudir al mundano lugar cada vez que su no tan divina anatomía lo pida.
14.26: "La prueba de Narcisa ha concluido", habla el dios Ángel. Y así ha seguido: "Ohhhhh, mortales. Voy a contarles la historia de Atlas. Atlas era un titán, un miembro de razas superiores que creían que podían derrotar a los dioses, nfghorbiovaer gfjcjbjy (el dios Ángel se atragantó con su propia saliba, me temo) se rebelaron contra nosotros y perdieron. Haajajajaja. Ya sabéis que los dioses somos rencorosos así que castigamos al tal Atlas, jefe de los titanes. Hoy todos sois Atlas y podéis relevaros para llevar por encima de vuestras de cabezas, repito, por encima de vuestras cabezas, el peso de la bola del mundo. Los dioses han hablado. Quedáis en manos del destino".
14.30: Han decidido los mortales que siete minutos cada uno es suficiente para pasar la prueba. No han contado con que el mundo pesa y sus humanas manos sudan. Makoke, la de torneados brazos, descubre apesadumbrada que su fuerza no es suficiente y delega en Suso, de ingeniosos ardides. "Por encima de tu cabeza". Así repite Suso las palabras divinas. Igual que el ratón distingue la semilla comestible en la paja, así encuentra Suso una manera. Cambiada una mano por la pared, sujeta el peso del mundo con ayuda, sin incumplir, o así al menos lo cree, y aún puede recibir los besos que pide a Aurah.
14.40: Regresa Makoke junto a la enamorada pareja inquietada en el rostro y turbada en el corazón. No ha entendido las críticas que Aurah le ha dirigido y le pide explicación. Y Aurah le dice así: "No, no me has entendido. Digo que ella siempre se mete contigo y te habla mal y luego tú vuelves a estar con ella como si no ha pasado nada".
14.45: En el Olimpo regresa Ángel de visitar el váter: "como si tuviera a Luis Amstrong detrás con su trompeta". Causa con sus comparaciones las sinceras risotadas de Tony.
Habla el Super y les dice así: ¿qué tal, creéis que estáis llevando la bola bien, llevando, llevando?". Hacen estas palabras levantarse a Suso, porque rápido ha entendido que deben caminar portando la bola. Busca en quién delegar el peso, pero a Makoke no la acepta de nuevo: "que no, que te pires, que se la voy a encasquetar a otro".
No encuentra sin embargo a quién y termina Aurah por sucederle. "Ay, que daño, que me he chocado y por sujetar la bola me ha dado un tirón en el cuello". Pasa Koala con Verdeliss caminando junto a ella: "cuando nos toque te cambiamos". No recibiendo Aurah socorro continúa su llamada y descarga su ira sobre su amado Suso. No comprende él de qué se le acusa y por ello protesta. "Pues decirme algo", así pide atención Aurah, que no la ha recibido, y continúa además portando la carga de Atlas sobre su cabeza.
15.00: Ya han sido Makoke, Suso y Aurah, y también Koala, y ahora Verdeliss los que han llevado la bola del mundo sobre su cabeza (casi siempre por encima). Y a la vez que carga con el mundo dice la esforzada Verdeliss: "ay, hazme una foto así". Responde Koala y luego Miriam, que las fotos del Koala no han satisfecho el gusto de su petición. Hechas las fotos prueba Miriam a cargar el mundo. Poco dura, vuelve la enorme bola a Koala, que puede cantar y portar a la vez.
15.08: Indignados andan los dioses en su olímpica morada. Ángel por Asraf, Tony por Koala. "No es el más indicado para hablar de cosas traseras porque este señor es el primero que abre el almacén y coge cosas, abre el frigorífico y coge cosas, es el primero. Y tendrá su estrategia, eso lo entiendo, pero entonces que diga todo a la cara, pero que no se haga el buenecito", así habla Tony y así continúa: "yo no tengo ningún grupo, yo voy solo, yo voy solo. Hablo con unos más que otros porque me aportan unos más que otros, pero me han metido en un grupo". Con estas palabras conversa el dios con sus razones cuando el otro le responde: "mira, te estoy atendiendo, pero que no se nos olvide la próxima vez coger unos cojines, que tengo el culo...".
15.20: Anda Ángel abanicándose o rascándose la barba con la hoja de las minipruebas mientras se plantea si coger las tareas de Darek, porque lo sienten más en el Hades junto a JJ, que en la casa al infortunado. Mas, ea, dime esto, ¿no querías tú volver a la cocina? Algo similar le recuerda Tony y Ángel, recostado, no consigue responder pues lo que le turba es el desgaste de existencias, que no saben los otros manejar.
15.30: "Mortales, ya habéis acabado de andar porrrrlos campos. Idos al salón, todos". Los mortales, como la llama o el huracán, la pesada bola han soltado y acuden en compacto tropel al salón nombrado.
"Oh humanos, de todos es sabido que los griegos éramos muy buenos en matemáticas. Os hemos dejado una suma de muuuuuuchos números. Sin utilizar papel ni boli tendréis 30 minutos para realizar la suma entre dos personas. Una la elegiremos nosotros. La otra, le designaréis vosotros. Cuchicheo. Nosotros elegimos a (cuchicheo) ¡Verdeliss! ¿A quién elegís vosotros?"
Les responde entonces el Super: "han elegido a Suso, seguid hablando"
"Pues los demás, todos a la cocina. Y los caminantes que sigan su camino. Los dioses han hablado. Quedáis en manos del destino, juajajajajaja!"
15.35: Por su cuenta suman cada uno y el resultado no coincide, porque a Verdeliss le da: 54971 y a Suso: 5941. Se proponen que sume Verdeliss, rápida en finanzas, y Suso funcionando como su memoria. Sacan así: 54651. Y se cambian los papeles y vuelven a diferir: 54751.
15.45: Una nueva vez les da al fin a los dos 54751, reclamando Suso la gloria, trata Verdeliss de tener un poco ella también, reclamando que esa fue su primera cifra.
Ni a esto, ni al resultado dado al Super, han obtenido respuesta, salvo la larga espera hasta el domingo, día por todos sabido en que conocerán la respuesta.
15.50: Liberados están los dioses de abandonar los incómodos sillones de su tortura.
15.55: Miriam, la de incansable voz, canta y friega para quien oídos preste.
16.00: Y acabose aquí mi jueves, ea, que aún no he comido. Y vosotros a animar las huestes, que hay batalla esta noche y en el Hades esperan a alguien por quien celebrar funerales.