Cuando pensábamos que estaba cerca el enfrentamiento entre líderes de los dos grupos ya formados en la casa apareció Yangyang y su aura oscura, según Maico. La china de ‘Lanzalote’ es firme candidata a recibir puntos de un lado y otro, digna sucesora de Nerea, princesa de un reino llamado unanimidad. Carlota ha llegado a pensar que fue a propósito el codazo en la cara que le propinó haciendo la prueba final durante el Debate del domingo. Su comentario rechazando de plano hacer ‘edredoning’ porque ella es “china, no española, fíjate, ¿vale?” habría servido ya para que casi toda la casa se pusiera en su contra. Entre unas cosas y otras no parece que vaya a salvarse de recibir unos cuantos puntazos este jueves.
No está sola Yangyang. Tras su desafortunado comentario se lamía las heridas junto a Miriam y Laura. Esa alianza a tres viene a ser un nuevo grupo en la casa. El tercer grupo tiene todas las de perder, no solo porque parece más cerrado y claramente menos numeroso que los otros dos, sino porque sus componentes se han granjeado la enemistad o antipatía de bastantes compañeros. Por eso pienso que el enfrentamiento entre líderes de los dos grupos se va a retrasar. Primero porque Yangyang o Miriam apuntan como candidatas a recibir bastantes puntos de ambos grupos, como digo. Su transversalidad las hace particularmente débiles. Y luego veo a los auténticos líderes capaces de prorrogar su enfrentamiento. Carlos todavía no ha enseñado las uñas, emboscado tras las cacerolas y desde la cama más al fondo del dormitorio del ‘clan de los catalanes’.
Me relamo deseando que llegue pronto el momento en que se enfrenten Carlos y Hugo. Solo una cosa puede malograr ese atractivo combate, y es que Hugo sea expulsado mañana. En ese caso todo se pondrá muy cuesta arriba, más de lo que sería deseable y ya parece. Creo que, entre los tres nominados, la expulsión de Hugo sería la más inconveniente para el devenir de esta edición. Miguel es un cascarrabias protestón que se toma todo muy a pecho, de fácil ofensa y enfado, lo cual garantiza grandes momentos de diversión. Yolanda empezó mostrándose como un híbrido entre la ‘naranjita’ ganadora de la pasada edición y Rafa Mora, ambos paisanos suyos, y se ha desinflado con la misma rapidez que un globo. Han bastado dos semanas de convivencia y una nominación para que parezca desaparecida y desdibujada. Es la más prescindible de los nominados.
Para evitar el drama que supondría la expulsión de Hugo y no quedarnos huérfanos de la diversión que con toda seguridad proporcionará Miguel, debería ser expulsada Yolanda. He de decir que me parece buena chica. Bajo ese ego hinchado y su enorme chulería se esconde una mujer atenta y cariñosa, a la que se le va la fuerza por la boca. Como suele pasar con este tipo de concursante, resulta complicado ver su lado bueno y sobreponerse a lo molesto de sus formas. Yolanda es ruidosa y fatigosa, lo cual la habría convertido en candidata sin rival a la expulsión de no ser porque Hugo puede resultar un tipo antipático. Demasiado rocoso y con aspiraciones de ser líder. Ambas cosas juegan en su contra. También que fuera el primero en dar a entender que se ha coscado de la condición sexual de Laura por su singular voz, aunque poco han tardado en comentarlo casi todos. La asociación entre Hugo y Rubén es muy interesante. Ambos se complementan. Hugo es rudo y tiene pinta de irle bien jugando de farol. Rubén es la cara amable al tiempo que más analítico. Los dos me parecen excepcionales concursantes, y lo más interesante que hay en esa casa.
Si Hugo se queda esta vez creo que puede aguantar bastante tiempo. Será el eterno nominado, de esos concursantes a los que pisar la sala de expulsiones cada jueves le hace más y más fuerte cada vez. De momento tiene tres candidatas a acompañarle, y a poco que su grupo se espabile no deberían tener dificultad para subir al menos a uno del otro dormitorio. Si apuntan a Mina, una de las más prescindibles, habrán acertado la jugada. Veo más predisposición a pactar nominaciones entre el ‘clan de los catalanes’ y sus satélites adheridos (Juan, Pilar y Daniel) que en el grupo de Hugo y Rubén. Otra razón por la que el flanco más débil es ahora mismo el tercer grupo y entre sus tres componentes creo que Yangyang. Aunque el ‘magdalena gate’ ha terminado de poner a Miriam también en la cuerda floja.
Se acostaron el lunes y se levantaron el martes en medio de una duda importante sobre quién se ha comido ocho magdalenas de la bolsa perteneciente a Carlos. Deberían recibir todos algún tipo de sanción, cuando menos una advertencia, por dividir la comida. La gala sería el momento perfecto para ello. Mucho han tenido que cambiar las reglas de la casa para que deje de estar prohibido dividir comida. La comida en Gran Hermano no tiene dueño y eso impide que puedan dividirla. Otra cosa es que cada uno pida su capricho personal y este sea guardado de forma separada, como pasó tras la primera compra. Ante la escasez de alimentos por no haber superado la prueba semanal lo que han hecho es dividir en partes iguales lo que queda en la despensa y lo han metido en bolsas de basura. Cada uno dispone de su parte de galletas, magdalenas y demás. Es sabido que en esa casa por una magdalena ‘ma-tan’, y algo de eso ha sucedido.
Carlos ha echado en falta ocho magdalenas de su bolsa. Luego matizó que podía equivocarse y no ser exactamente ocho, pero está claro que le han desaparecido algunas. Ya puedo adelantar que no ha aparecido el ladrón de magdalenas, pero en la casa empezaron a hacer conjeturas muy pronto apuntando como posibles sospechosas a Miriam y Laura. Por lo que dijo ayer Petra, vieron a estas compañeras saliendo de la cocina alborotadas, lo cual les hizo pensar que habían sido ellas. Tras el mayúsculo enfado de Miriam quiso matizar Petra que no había pensado en un robo sino más bien que podían haberlas escondido para hacer una broma. Ayer a mediodía Miriam se mostraba entre ofendida y decepcionada. Me pareció que hablaba a sus compañeros con desprecio, y llegó a decir que prefería ser insultada gravemente antes de que la acusasen de ladrona. “Puedo ser hija de puta, pero ladrona no”, decía. Me recordó a aquel ministro de Exteriores de los ochenta que harto de los rumores sobre su posible dimisión por estar incómodo ante el referéndum de la OTAN le dijo a un periodista que le ponía la alcachofa: “Cáguese usted en mi madre, pero no me pregunte si voy a dimitir”.
El episodio de las magdalenas ha servido para confirmar que Miriam y Hugo estaban más seguros juntos. Cuando ambos tenían su destino en el concurso unido no querían nominar al uruguayo para no perjudicarla a ella. Esto me hizo ver que Miriam era un escudo protector para Hugo. Pero este también lo ha sido para ella, porque en cuanto han visto separarse su destino muchos han dejado de tenerle aprecio. Como un resorte casi automático, Miriam ha pasado de ser apreciada por el grueso del grupo a empezar a recibir las críticas de todos. Puede haber contribuido a ello su pertenencia a ese tercer grupo que no cuenta con total simpatía entre los de Hugo y Rubén, mientras que los otros las pueden ver como infieles. Para el ‘clan de los catalanes’ este tercer grupo sería una especie de ‘quinta columna’, concursantes que parecían más cercanos a ellos, pero están perdidas para la causa. Y eso que en sus nominaciones del pasado jueves no tocaron a ninguno de ellos salvo a Juan, que cada día se confirma más como el bienqueda convenido de la casa.
Juan demuestra que es un veleta con cosas como lo del aura de Yangyang. Tras las polémicas de la china se dedica a consolarla, avisándola de que tenga cuidado a quién cuenta las cosas. Se refiere claramente a Miguel, que también había puesto buena cara hablando con Yangyang para ir en cuanto pudo a contárselo a Carlota. El zapatero es su número uno, la persona en la que más confía, incluso por delante del chico con quien se acuesta. Pues bien, tras hacer de muro de las lamentaciones de Yangyang, papel antes ensayado con Pilar, Juan escuchaba a Maico decir que había mirado el aura de la china y la tenía muy negra. Le faltó tiempo para ir al ‘confe’ a expresar sus dudas sobre Yangyang.
Lo más gracioso es que Juan fue acompañado de Daniel y Pilar, a quienes le costó explicar lo que estaba contando. “Dice Maico que tiene el aura muy oscura”, decía. “¿Laura?”, preguntaba Pilar. “No, Laura no, el aura”, tuvo que aclarar Juan. Me hizo reír la situación. Juan ya tiene atravesada a Yangyang y tampoco profesa gran simpatía por Laura. Un ejemplo más de esa corriente que parece imperar ahora en la casa de Guadalix. Yangyang, Laura y Miriam han caído en desgracia, convirtiéndose en diana fija en las nominaciones de mañana. Lo cual no hará que dejen de nominar a Hugo. Rubén puede ser arrastrado también, como castigo por la buena relación que mantienen ambos.
Rubén duerme con Miriam, pero cada vez lo hace con menos ganas. Le parece que ella pretende tenerlo comiendo de su mano y él no está dispuesto a mantener esa situación mucho tiempo. La actitud de Miriam, aparentemente encantada con tener a Rubén detrás, pero poniendo siempre cierta distancia, no tiene contento a Rubén. Creo que el problema de Miriam es esa altivez que demuestra siempre, como si caminase un metro por encima de los demás. Es, más bien, un metro de altivez y diez centímetros de tacón, por lo visto en la fiesta de anoche. “Ya no me apetece ni dormir con ella”, le decía anoche a Hugo. Luego durante uno de los juegos propuestos por el programa durante la fiesta, en el que de tres en tres tenían que escribir en la pizarra dos verdades y una mentira, la verdad de Rubén fue: “Dormiría también en otra cama”. Miriam disimulaba diciendo que le da igual. Pero es que no.
Moleskine del gato
El mensaje escrito en la pizarra por Laura fue: “Soy bixesual”. Luego rectificó para escribirlo bien, y dijo que era mentira, si no me equivoco. No hizo falta que lo propusiera el programa para que el otro día jugasen a eso de decir verdades, que en realidad es una manera de permitir que cada uno deje dicho lo que casi todos los demás ya conocen. Dani aprovechó para afirmar que le gusta Christian G. y Pilar reconoció lo propio respecto a Cristian F. Luego hizo un drama de esto, molesta por la pregunta sobre si sentía atracción por algún chico de la casa. Digo yo que le hubiera sido más sencillo no responder. Pero el mejor momento fue cuando Miriam reconocía sentir atracción por Rubén y Hugo a la vez. Sin embargo, Hugo decía que no era recíproco lo de Miriam. Tampoco esto le puede dar igual. La de las artes marciales le habría hecho una llave mortal en ese momento. Y sospecho que no se lo va a perdonar.