Dice Dani que mucha gente no tiene feeling con Juan, pero no tienen valor de nominarlo a la cara porque es amigo de Pilar y a ella la ven muy fuerte. Y no le falta razón. Dice Maico que quienes han nominado a Juan en el ‘confe’ no se han posicionado en su contra públicamente. Y no le falta razón. Dice Carlos que Yangyang se equivoca porque piensa que al salir habrá pancartas con su rostro y será famosa como una estrella de la canción. Y no le falta razón. Dice Carlota que algunos en la casa han hecho más protagonistas a Hugo y Maico haciéndoles demasiada propaganda. Y no le falta razón. Todo es matizable, eso sí. Y para eso está este gato con su bata de analista y una mochila llena de argumentos.
Este no es un concurso individual sino de grupo. El destino de cada concursante está ligado al del resto, más en el de unos que en el de otros. A Juan le ha beneficiado más que perjudicado su relación con Pilar. De no ser por ello habría sido todavía más insulso y triste. Si ahora algunos desean su expulsión por el impacto que tendrá en otros, también es cierto lo que dice Dani, no ha sido nominado en ocasiones para evitar disgustar a Pilar. Creo que igual no hemos tratado bien a la maña porque da rabia que se haya creído la gran favorita desde el principio. Ese ha sido uno de sus pocos errores. Tampoco se portó bien con Laura, sin que esta se enterase. Sus comentarios sobre la historia de vida de su compañera denotan una clara falta de madurez. No creo que sea mala tía, tan solo un poco infantil. Por lo demás, su otro gran pecado es que le gusta mucho chismorrear, igual que a Dani, aunque en este veo más maldad.
El jueves pasado Gabaldón, Carlos y Cristian le daban sus tres puntos a Juan. Por ellos tres, con una mínima ayuda de José María, está en la palestra. Sin embargo, mientras Gabaldón y Carlos se posicionaban contra Juan el domingo, Cristian lo hacía en contra de Maico. Gran incoherencia que ha sido deducida por Maico, uno de los más intuitivos de la casa. Por eso se lleva bien con Hugo. Las conversaciones entre los dos, salvo cuando versan sobre temas intrascendentes, tienen mucha miga por ello.
En ese sentido para Hugo es mucho mejor compañía Maico que Rubén. Los dos leen el concurso con enorme acierto. Las cuentas no salen, porque solo con los votos de dos no vale para salir a la palestra. Cristian es así de incoherente. Le monta un dos de mayo a Juan por aquello de la hoja de reclamaciones, le mete sus tres puntos, pero luego se pone delante de la foto de Maico. Acciones distintas en público y en privado.
Lo de Carlos con Yangyang merece un punto y aparte. En realidad, merece un fuerte enojo. El desprecio con el que le habla, su falta de respeto y las constantes insinuaciones de tipo sexual sin gracia ninguna son detestables. Lamento ponerme serio, pero pocas bromas con cosas como esta. Alguien debería decirle a Carlos que está pisando la línea de lo permisible. Menos importancia tiene que intente acabar con el sueño de ser famosa que parece motivar tanto a Yangyang. Es más, tiene bastante razón en eso, aunque el tono en el que se lo dice incide en el mismo error. No hace falta hablar a la chinita como si fuera tonta. Más bien como un ser inferior. Esta actitud de Carlos suele corresponder a personas acomplejadas, que enmascaran sus frustraciones con un absurdo autoritarismo.
Es verdad que tras tantas ediciones son muy pocos los elegidos que pueden hacer carrera en televisión o convertirse en personajes del papel cuché. Carlos estaría haciendo una buena labor haciéndole entender esto a Yangyang de no ser porque se equivoca en el tono. Por otra parte, dudo de la intención porque no con todos hace igual. Carlos calla, por ejemplo, cuando Gabaldón fabula delante de él con ir a Gran Hermano VIP. ¿Por qué no le dice lo mismo que a Yangyang? Para ser VIP es necesario haber llegado a ese mundo de la fama que tanto fascina a la ‘chinita de Lanzalote’.
“Yo voy a ser una estrella chinita. Voy a ser famosa”, dice Yangyang. Mucho me temo que esto tiene mucha relación con ese acercamiento tan forzado a Hugo. Hasta ayer solo podía reprocharle que su amor o fascinación por Hugo me parecía más falsa que un fuera de juego en un futbolín, pero ahora ya sé que está siendo poco leal y puede llegar a ser muy dañina. Menos mal que a Hugo no se le escapa nada. Ayer Pilar le decía que Yangyang se había enamorado de él, a lo que contestaba: “Ni ella se lo cree”. La china le contaba a Mina, su nueva confidente, que Hugo le había propuesto dormir juntos, a lo que ella se había negado. Antes informó a Carlos Lozano de que no quiso dormir con él para no tener sexo porque tendrían que ser novios para eso, sin descartar que pueda pasar algo una vez salgan de la casa. Y a Pilar le había contado el detalle de su noche junto al uruguayo. Que si se habían besado, pero sin lengua “porque él no quiere” (en realidad se dieron unos piquitos inocentes), que si algún abrazo (más bien de ella a él).
Tanto con Lozano como con Mina hizo una interpretación interesada del asunto de dormir o no junto a Hugo. La verdad es que fue ella la que le dijo que había pensado tener una noche loca con él. Al hilo de ello preguntó Hugo: “¿Si durmieras conmigo me violarías?”, a lo que ella respondió afirmativamente. Dudando si ella había entendido bien, seguramente por lo contundente de su respuesta, Hugo repreguntó siendo algo más explícito: “Si durmieses conmigo, ¿me follarías mucho?”. No varió la respuesta de Yangyang, pero sí la versión que dio después. De esto a que Hugo le propusiera acostarse juntos hay un trecho. Es como aquello que siempre cuento de los titulares en prensa y la visita del obispo de una ciudad americana a Chicago. Bajando las escalerillas del avión le preguntó un periodista: “¿Qué opina del problema con las prostitutas en la ciudad?”. El obispo contestó: “Pero… ¿hay prostitutas en Chicago?”. El titular de un diario al día siguiente era: “Lo primero que hace el obispo al llegar es preguntar si hay prostitutas en Chicago”. Pues eso.
Durante la fiesta de la madrugada del martes (tras la noche de Halloween en la que el payasín estampó una tarta en la cara a Gabaldón con tanta fuerza que lo enterró en el piso tragando arena) se encerraban algunos concursantes en el almacén. Incluso al entrar Cristian cerraba el cerrojillo por dentro, como si ese fuera su cortijo. Carlota venía a decir entonces que son ellos quienes están encumbrando a Maico, y también a Hugo, por hacerles demasiada propaganda. No sería la palabra “propaganda” muy adecuada, pero se entiende a lo que se refiere. En verdad, para un concursante como Hugo, algo solitario y taciturno, que sea tema permanente de conversación entre aquellos que lo han estado nominando casi cada semana le da un protagonismo que no habría tenido en caso contrario. Otra cosa es hacer determinados silogismos con esto.
Lo que dice Carlota sería una de esas ilusiones cognitivas de las que habla Massimo Piattelli Palmarini en su libro ‘Los túneles de la mente’, que voy a mencionar en las siguientes líneas. Puestos a elaborar hipótesis o buscar una explicación a ciertos hechos, uno de los recursos habituales se basa en esa parte de la lógica denominada razonamiento por silogismos. Ya dije el otro día que en la casa viven con cierto estupor el que Hugo y Maico se estén salvando de todas las nominaciones, e intentan explicárselo a ellos mismos. El silogismo utilizado en este caso sería el siguiente: Sus enemigos han dado más protagonismo a Hugo; Uno de los favoritos de la audiencia es Hugo, luego la conclusión sería que: Hugo es favorito gracias a sus enemigos.
Veamos otros posibles silogismos. Dadas las premisas: Todos los ruritanos son ricos; Pepe es ruritano, ninguno de nosotros tiene duda a la hora de sacar la conclusión lógica: Pepe es rico. Aclaro que Ruritania es un país imaginario que nos viene bien para no ofender a nadie con los ejemplos. Apenas algo más difícil, aunque muy poco, es el siguiente caso. Dadas las premisas: Ningún cazador furtivo es marinero; Todos los ruritanos son cazadores furtivos, se deduce incuestionablemente, es decir, lógicamente, que: Ningún ruritano es marinero. Pero hay otros silogismos que son para nota, dirigidos expresamente a los lectores más curiosos e inteligentes.
Veamos las premisas de uno de esos silogismos complejos: Todos los ministros son ladrones; Ningún empleado de gasolinera es ministro. ¿Qué consecuencia lógica podemos sacar? Ya he aclarado que es para nota, por lo que se eliminan respuestas del tipo “Ningún ladrón es empleado de gasolinera” o “Ningún empleado de gasolinera es ladrón”. Si lo intentamos en serio la conclusión es: no se puede sacar ninguna conclusión lógica de esas dos premisas. En realidad, existe una consecuencia lógica tan incuestionable como en los dos casos anteriores. La única deducción correcta es: Algunos ladrones no son empleados de gasolinera. O, si se prefiere: Hay ladrones que no son empleados de gasolinera. Según la fórmula lógica: Existen ladrones que no son empleados de gasolinera. Que se trata de una consecuencia lógica indiscutible lo demuestra el hecho de que es lógicamente imposible que las dos premisas sean verdad sin que lo sea también esta conclusión.
Para los puristas y lógicos sumamente escrupulosos remito a la obra citada. A nosotros nos basta con comprobar que ciertos silogismos no tienen la conclusión que aparenta. Al de origen sobre Hugo y Maico tal vez le corresponda una conclusión del tipo: Algunos concursantes son muy torpes. O bien: La falta de personalidad de algunos hace que todas sus conversaciones sean sobre otros concursantes. Hugo se llevaría la palma en esto. Reconozco que son conclusiones interesadas y, tal vez, poco trabajadas. No menos que la de Carlota. El protagonismo que ella y quienes la rodean han proporcionado a Hugo es impagable, pero no suficiente para que este convenza, mucho menos si hablamos de enamorar a la audiencia. Todo ayuda, pero Hugo merece por sí mismo el favor que pueda tener entre los seguidores del programa. A Carlota y compañía, tan solo agradecerles los servicios prestados.
El enfado de media casa con Carlos Lozano se explica fácilmente. Por un lado, que sea solo media casa indica el escaso coraje de la otra mitad, incapaces de decir abiertamente su opinión si es contra un VIP. Aquellos que sí le han dicho lo que piensan se han ganado mi reconocimiento por no arredrarse. No creo que les perjudique, más bien al contrario. Entre David y Goliat siempre ha caído mejor David. El que se enfrenta al poderoso gana en simpatías, por más que ese poderoso sea admirado por muchos como uno de los mejores concursantes que han pasado por ahí. También ayudan cosas como que presuma de no haber pensado nunca en el maletín durante su edición. Tal vez sea porque tiene una situación acomodada tras haber ganado dinero a espuertas en la televisión. La mayoría de concursantes tienen otra situación bien distinta.
Personalmente, no temo ni que sea mala influencia para los concursantes ni que cuando salga vaya a machacar a un concursante u otro. La audiencia no es tonta y tiene criterio propio. Igual los concursantes. Mi rechazo es a ese Carlos Lozano que se pasa todo el día acaparando un protagonismo que no le corresponde. Ese ha sido su error. Aly no me molesta, Lozano sí. Pero es porque habla unas cien veces más. Tampoco me parece honesto que apoye sus opiniones en las de otros. “No solo lo pienso yo. Pregunta a tus compañeros”, ha dicho en varias ocasiones. Hizo bien la labor de desestabilizar al grupo. Tenemos que agradecérselo vivamente. Pero lleva días sobrando. Lozano se cree dueño de la verdad y parece haber asumido la personalidad del Gran Hermano.
Lo mejor es que todo esto ha servido para comprobar que Hugo, Rubén y Gabaldón son los menos influenciables en esa casa. Además, el exconcursante VIP parece inspirarse en Heráclito: todo cambia a cada minuto. Por eso cambia su discurso continuamente, y dependiendo con quién esté hablando. Es lo que pasa cuando se habla tanto, de forma tan poco reflexiva. Con Rubén se sobró diciendo que le beneficiaba su relación con Aly, por lo que deberían meterles sus novias a los demás. Luego lo quiso arreglar explicando que se refería a que le perjudicaba porque se estaba convirtiendo en un mueble al estar tanto con ella. Peor me parece cuando dice: "A los que no están de acuerdo conmigo ni agua". Gabaldón salió por un momento de su “terapia zen”, como él dice, para decir a Lozano: “Creo que tienes dificultades de compresión”. Hugo le vino a decir que sobraba desde el cuarto o quinto día, pero dice las cosas con tanta educación y suavidad que no ofende. Le dio la razón.
Moleskine del gato
Rubén se mete en la cama con Aly y no para de hablarle de Miriam. Así no, ¡por lo más sagrado!
Pilar decía anoche en la radio: “No queremos gente mandona en esta casa”. Mensajito para Mina. Está disgustada la maña porque ha visto que Carlos y Mina se han quitado la pulsera que les había regalado. Como una especie de mal de ojo advertía: “Esto les va a dar muy mala suerte”.
Seguiría, pero mejor lo dejo aquí. Esta noche tenemos una fiesta. Con Jorge Javier Vázquez como maestro de ceremonias, una expulsión, nominaciones (¡en el ‘confe’!) y una misión especial de las chicas. No puede ser más apetecible todo.